Reseña | No creo en las despedidas, Enrique García

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Red Apple · 6 Septiembre 2017 · Contemporáneo · Autoconclusivo

Crissie, agente del cuerpo de jóvenes policías, está acostumbrada a infiltrarse en los ambientes estudiantiles para evitar que otros cometan delitos. Siempre ha salido airosa, y espera también en este caso.

Scotland Yard y la fiscalía han decidido solicitar la ayuda de los agentes de Glasgow para ocultar a alguien. Jeff, un miembro arrepentido de una banda de atracadores de bancos, deberá pasar desapercibido en el campus de la Universidad hasta nueva orden. Crissie solo tiene que hacerse pasar por una estudiante más y estar cerca de él para evitar que sea localizado. Scotland Yard es consciente que Jeff está en busca y captura y que mandarán a alguien para ajustarle las cuentas por soplón. Lo que en un principio parece un trabajo más para Crissie, se irá convirtiendo en algo peligroso y que ninguno podrá detener.

¿Y si Jeff llegara a descubrir que su compañera es en realidad una agente de Scotland Yard? ¿Estaría dispuesto a romper el vínculo que ha surgido entre ellos o aceptaría la realidad? ¿Será capaz Crissie de separar a la fría agente de Scotland Yard, de la joven apasionada que surge estando con Jeff?

Crissie y Jeff forjarán una relación basada en los engaños de sus personalidades, pero que se volverá veraz en cuanto a sus sentimientos.

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No creo en las despedidas de Enrique García es la novela que os traigo reseñada esta vez. En esta ocasión me pareció una sinopsis interesante y, al conocer la pluma del autor con anterioridad, creí que era una apuesta segura, no obstante la lectura no ha sido tan satisfactoria como esperaba, han existido ciertos detalles que la han hecho algo lenta y un tanto predecible. En un principio la trama parecía prometedora, agentes de incógnito, ladrones de bancos, peligro, pasión y secretos que de revelarse haría tambalear una relación sincera, aunque cimentada en engaños, una historia que pintaba diferente a las de su género, pero que se ha quedado un tanto floja y sin la chispa que si he visto en otros libros del autor, eso sí, esto no me ha quitado las ganas de seguir disfrutando con sus novelas. 

Crissie es una jovencísima agente de la policía de Glasgow, con apenas veintiún años ya ha cerrado dos casos importantes que la han hecho ser una de las mejores. Su juventud y su trabajo como infiltrada le han dado la posibilidad de introducirse en los ambientes estudiantiles para evitar la comisión de delitos. Ahora, después de una difícil misión, lo único que le apetece es tomarse un tiempo para ella misma, sin nuevas personalidades, sin engaños y lejos de la acción. No obstante, sus deseos se verán truncados cuando Scotland Yard y la fiscalía de Londres la escojan para vigilar de cerca a Jeff, un miembro arrepentido de una banda de peligrosos atracadores. El sujeto tiene que esconderse en la ciudad y hacerse pasar por estudiante de la Universidad. Ella solo deberá asegurarse que esté a salvo de una posible amenaza por parte de sus antiguos socios y entablar una relación de amistad donde las confidencias le den acceso a ciertos detalles de los atracos que todavía permanecen sin aclarar. En principio parece que será un trabajo más, sin embargo cuando Crissie conozca a Jeff descubrirá que no va a resultar sencillo, pues la atracción que provoca en ella hará que todo se vuelva mucho más peligroso y complicado para ambos. 

Jeff era un hacker hastiado de la vida y con una fuerte necesidad de adrenalina, por lo que decidió unirse a una banda de atracadores. Con ello pretendía demostrarse hasta donde era capaz de llegar, no obstante, el final no fue como él esperaba. Ahora, para librarse de la prisión ha hecho un trato con la fiscalía para ayudar a atrapar a sus compañeros. Así, su papel de soplón lo ha llevado a esconderse en la Universidad de Glasgow. Allí vivirá como un estudiante más, eso sí, custodiado por la policía y sin la posibilidad de poder hacer nada para divertirse. Sin embargo, es la mejor opción, sus antiguos socios son peligrosos y si llegarán a tener la mínima oportunidad no dudarían en eliminarlo, además, no está muy interesado en la vida social de la facultad, ya que cuando pasen unos meses y todo se haya calmado en Londres su tiempo en la ciudad habrá acabado. Con todo, no contaba con conocer a Crissie, una chica dura que lo fascinará con su personalidad y le hará plantearse la posibilidad de dejarse llevar por sus sentimientos y olvidarse definitivamente de su pasado. 

Así, Crissie y Jeff forjarán una relación basada en engaños, pues ambos no son lo que aparentan. El joven no desea que la chica se entere de sus errores y lo que han significado en su vida. Ella, por su parte, oculta su condición de policía para descubrir el paradero del botín no recuperado y mantener a salvo al muchacho. No obstante, fingir sus personalidades no los harán menos realistas en cuanto a sus sentimientos, ya que el deseo y la atracción que sienten en un primer momento los llevará a compartir un amor sincero que los hará ver más claramente la realidad. Secretos que de ser desvelados podrían romper su romance serán solo alguno de sus problemas, pues el peligro acecha a Jeff, un pasado que se niega a dejarlo en paz y que deja a Crissie como la única capaz de salvarlo. 

Enrique García no es un escritor que me resulte desconocido, pues ya he leído algunas novelas suyas y me han dejado un buen sabor de boca. Aquí he vuelto a encontrarme con una prosa ligera y sencilla que nos lleva a recrear el ambiente universitario, clases, fiestas, amistades, compañerismo y sentimientos a flor de piel que desembocan en pasión y deseo. Además, la historia también nos presenta una trama policíaca donde tendremos que seguir las pistas que el autor nos deja para descubrir el peligro que acecha a nuestros protagonistas. No obstante, el eje central es la relación que se forja entre Jeff y Crissie, como sus sentimientos van ganando la batalla al deber de no entablar vínculos emocionales, una barrera muy fina que no evitará que el amor surja entre los dos jóvenes. Ambos mienten sobre lo que son por lo que el descubrimiento de la verdad los podría alejar para siempre. Asimismo, el engaño creado a su alrededor también los llevará a ser los únicos realistas sobre algo que no han podido evitar. Unos personajes complicados que no han tenido la evolución esperada a lo largo de la obra, pues solo al final de la misma han demostrado cierta calidez y se han alejado de la imagen fría que mostraban en toda ella. Son estos detalles los que me han hecho no empatizar con ninguno de los dos, pues los veía un tanto irreales. Además, la historia se hacía cada vez más predecible conforme avanzaba y la acción y ese toque policíaco que el autor ha querido darle no ha resultado como yo esperaba. En definitiva, una novela entretenida que podéis leer si optáis por una historia sencilla y sin muchos reveses, que se ha centrado casi exclusivamente en el tira y afloja de los protagonistas, olvidando la parte menos romántica de la misma, y que no ha contado con unos personajes secundarios destacables que hicieran más dinámica la trama. 

No creo en las despedidas de Enrique García es una novela amena y natural donde el romance entre dos personas totalmente opuestas les dará la oportunidad de dejar de lado los fingimientos para descubrir la realidad de sus verdaderos sentimientos.