Reseña | Dos cafés y una aventura, Ana Álvarez

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Vergara · 6 Junio 2019 · Contemporáneo · 2º Dos más dos

AMOR, INTRIGA, AVENTURAS, RIESGO, LA SEGUNDA ENTREGA DE LA BILOGÍA «DOS MÁS DOS» HARÁ QUE TE EMOCIONES Y QUE NO PUEDAS DEJAR DE LEER LA APASIONANTE HISTORIA DE CÉSAR Y MÓNICA.
UNA MUJER DE ARMAS TOMAR: LA GEMELA INTRÉPIDA, ÁVIDA DE AVENTURAS.
UN HOMBRE ADICTO AL RIESGO QUE, ADEMÁS, APAGA EL FUEGO DE CHICAS PRECIOSAS.

Una combinación explosiva cuando se juntan que se puede convertir en la pareja perfecta si logran eliminar algunos escollos.

César es bombero y adicto al riesgo y desde que la conoció se siente atraído por la gemela de su cuñada.

Mónica es la hermana peligrosa, divertida, sexi y el tipo de mujer capaz de seguirle en todas sus aventuras.

Pero, aunque ella siente lo mismo, el hecho de que sea parte de la familia la hace reacia a iniciar una relación con él más allá de la amistosa. César tendrá que volverse imaginativo y ofrecerle algo que nunca haya vivido antes para que baje la guardia.

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La segunda parte de la bilogía Dos más dos de Ana Álvarez no se ha hecho esperar. La historia de Mónica, la gemela peligrosa, y César, el bombero sexy, ha llegado para desvelarnos que es lo que existe entre estos dos, pues desde que se conocieron en el libro anterior la tensión sexual ha sido más que palpable, dejándonos en ascuas en más de una ocasión por lo que podría ser, pero no terminaba de surgir. Así pues, Dos cafés y una aventura nos revela el romance de esta explosiva pareja, que tantos buenos momentos nos habían hecho pasar en Dos copas y una noche, una trama más sensual y erótica que la primera, muy en la línea de la fogosidad que ambos personajes transmiten al lector nada más conocerlos.

De esta forma, tras una larga temporada alejada de su loft, de sus amistades y de su rutina, Mónica vuelve a retomar su vida, tomando distancia de su hermana Lorena, la cual, por fin es feliz junto a su amado Cristian. Sin embargo, dicho regreso no le termina de satisfacer, se siente diferente tras todo lo vivido y aquellas actividades que la entretenían y animaban ahora la aburren y la llenan de hastío, por lo que ni siquiera la compañía de un hombre guapo la convence. Con lo cual, ante la nueva situación en la que se encuentra intentará buscar otras manera de diversión y quien mejor que el cuñado de su hermana, César, para enseñárselas. No obstante, este inesperado rumbo de los acontecimientos va a resultar un poco peligroso para su corazón, pues aunque lo lleva negando desde que se conocieron la atracción que éste le despierta es innegable y cada vez le es más difícil alejarse de todo lo que con solo una mirada le promete.

César en cambio sí que está dispuesto a iniciar una relación con Mónica. No duda que sentar la cabeza a su lado sería una verdadera aventura, despertar cada mañana junto a ella la mayor de las dichas y admitir lo que ambos sienten ante todos tocar el cielo. No obstante, la cabezonería de la joven le impide amarla abiertamente, pues sabe que de decírselo huiría sin pensarlo dos veces, con lo cual, su única opción es acercarla a él y convencerla sin que ella se dé cuenta de que es el único hombre de su vida. Por este motivo, cuando se le presenta la oportunidad de pasar tiempo a su lado no rechaza el ofrecimiento, al contrario, su plan para conquistarla sutilmente empieza a coger forma asentando las bases de una amistad con posibilidades de mucho más.

Así pues, ante el aburrimiento de Mónica, César se convertirá en su compañero de aventuras y riesgo, pasando divertidas salidas de escalada, senderismo o cualquier otra cosa que se le ocurra a este alocado bombero, ofreciéndole un mundo plagado de retos y fascinantes actividades que nunca podrá olvidar. Sin embargo, esta nueva amistad se empezará a complicar cuando los sentimientos y principalmente la pasión haga acto de presencia, tensando sus encuentros y haciendo imposible estar en la misma sala sin que el fuego queme sus almas. Por lo tanto, tras un intento desesperado por parte de Mónica de mantener sus citas como simples encuentros amistosos, la debilidad de una noche romperá todas sus barreras, permitiéndole a César calar más hondo en ella, activando así todas sus alarmas y avivando el miedo que siempre le provocó tener algo más que una amistad con el cuñado de su hermana, un motivo de peso que va a verse relegado a un segundo plano ante todo lo que están viviendo fuera y dentro de la cama. De esta forma, su relación tomará un camino que despertará celos y situaciones que ninguno es capaz de controlar, desembocando en un adiós precipitado que romperá todo lo construido hasta ahora, obligando a este par de enamorados a tomar difíciles decisiones que se verán respaldadas por inesperados sucesos que cambiarán sus mundos, pero sobre todo los guiará a aceptar la verdad que siempre existió entre ellos y que ambos se negaban a ver.

Ana Álvarez nos trae con este segunda novela de la bilogía la romántica historia de Mónica, de las dos gemelas la más peligrosa, impulsiva y apasionada, la mujer ideal para César, un hombre acostumbrado a la aventura que busca el riesgo allá a donde va. Así pues, ahondaremos en las vidas de ambos, conoceremos sus aficiones y sus profesiones, pero sobre todo desvelaremos los sentimientos que callan por miedo a que estos afecten a sus respectivos hermanos. Todo esto nos lo hará más cercanos y reales, descubriendo dos impresionantes protagonistas con grandes cosas que contarnos. Asimismo, el acercamiento que se irá produciendo entre ellos nos mostrará su lucha interna por no caer ante el amor y lo que están experimentando. Igualmente, la historia no solo nos narrará los encuentros entre Mónica y César, también veremos su lado familiar, como se relacionan e interactúan con Lorena y Cristian, sus seres más preciados, por lo que lo darían todo, una forma de conocerlos mejor y con más profundidad. También, contará la obra con una trama secundaria que afectará a ambos directamente y que complicará su relación, haciéndola tambalearse e incluso resquebrajarse, un giro inesperado, pero necesario para dar más intensidad al libro, pues aunque me ha encantado, veía que la historia flaqueaba un poco en ciertos momentos siendo menos impactante que la primera, algo que no era propio de Mónica y César pues desde que los conocí supe que este dúo nos iba a regalar inolvidables escenas. Así pues, tras darle esa acertada vuelta de tuerca, que no pienso desvelar, la novela cogió fuerza y auge reafirmando la opinión que ya me había creado de ambos, dos personajes deslumbrantes que conquistan al lector sin esfuerzo. Además de lo ya mencionado tengo que destacar la sensualidad y erotismo con el que Ana describe las escenas íntimas entre Mónica y César, rodeadas de picardía, diversión, pero sobre todo pasión en estado puro, donde la fantasía jugará un gran papel. Otro dato a destacar es la participación de Cristian y Lorena en la historia, veremos cómo siguen sus vidas y que ha cambiado desde que encontraron el comieron perdices de su cuento, siendo juntos un nexo de unión irrompible para que nuestros héroes sigan viéndose aunque no lo deseen, unos aliados fabulosos que dieron mucho juego en este final de bilogía. Finalmente, alabar la pluma de la autora, adictiva y fresca, lo que hizo sencilla su lectura desde un principio, por lo que os animo a que leáis estas dos historias, pues sin la uno no encontraríais el sentido y el disfrute de la otra, por lo que este verano es perfecto para conocer y dejarse envolver por las gemelas Rivera y los hermanos Valero porque estoy segura que no os arrepentiréis.

Dos cafés y una aventura de Ana Álvarez es el comienzo de un nuevo romance donde la gemela que más peligro tiene, Mónica, hallará su lugar al lado de César, el último hombre sobre el que poner sus ojos, una historia llena de retos y grandes decisiones que encauzará el destino de dos almas solitarias que nunca pensaron enamorarse.