Reseña | La Marquesa de Connemara, J.F. Morgan

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Click Ediciones · 4 Junio 2019 · Histórico · Autoconclusivo

UNA GRAN HISTORIA DE AMOR EN EL SIGLO XIX.
FAMILIAS ROTAS, MATRIMONIOS CONCERTADOS, AMORES IMPOSIBLES Y HERIDAS DEL CORAZÓN.

Francia, 1851.
La vida de Sophie Delacroix, una delicada e ingenua joven huérfana de madre, nunca ha sido perfecta. Su padre, cuya ojeriza le manifiesta desde su nacimiento, culpándola de la muerte de su madre, la somete reiteradamente a sus exigencias, como la de presentarla en sociedad al cumplir los diecisiete años con el único propósito de conseguir para ella un título nobiliario.

Como si de una venta al mejor postor se tratase, logra concertar su matrimonio con un conde viudo, pero los designios de Jean Delacroix se truncan y, faltando escasas semanas para celebrarse las nupcias, Sophie recibe una carta que alterará su vida por completo y la conducirá a Irlanda donde se verá obligada a desposarse con un marqués lúgubre, vil.

¿Conseguirá Sophie hallar el amor en tierras de leyendas o caerá presa de la desesperación y regresará a Francia?

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Contar una buena historia que atrape a los lectores cada vez es más complicado, sobre todo si el género elegido es el romance histórico, pues a una trama impactante e innovadora con personajes carismáticos hay que añadirle una ambientación exquisita, con una documentación cuidada, que deje claro las nociones de una época pasada donde el lenguaje, el comportamiento y las relaciones son totalmente distintas a las de hoy en día. Así pues, la novela que os traigo en esta ocasión, La marquesa de Connemara de J.F. Morgan, ha conseguido todo esto, además de convertirse en una adictiva lectura donde las emociones quedan expuestas con cada paso que das hacía el desenlace del libro. Con lo cual, esta nueva aventura me ha trasladado a un lugar maravilloso donde su pareja protagonista te regalará intensos instantes que atesorar en lo más profundo de tu corazón.

Sophie Delacroix ha vivido durante años recluida en un colegio de monjas en París, algo que la ha mantenido alejada de su hogar y de su padre, este último un hombre severo y frío que desde su nacimiento ha sabido menospreciarla y hacerla a un lado. Por lo tanto, su repentina vuelta a casa por orden de éste no supone nada bueno para la vida de la joven, por lo que de la manera más cruel y retorcida va a descubrir el poco cariño que le profesa y lo sola que siempre ha estado en el mundo, sin el amor que toda muchacha merece de aquel que es su única familia. Así pues, su regreso conlleva una rápida búsqueda de prometido donde ella no tendrá nada que decir, solo acatar el mandato de su padre. En un principio, todo parece seguir un plan meticulosamente organizado, pero ante el deseo de Sophie de granjearse el aprecio de su progenitor se verá empujada a tomar ciertas decisiones que la conducirán a los brazos de un hombre que nada tiene que ver con su dulce carácter, lejos de la seguridad de su hogar.

Killian Dawley, Marqués de Connemara, es un hombre oscuro, infeliz, torturado por el pasado, que va a verse obligado a contraer matrimonio por el bien de los suyos, una elección que lo unirá a una dama delicada a sus ojos con una belleza exultante. Sophie, la nueva marquesa es todo lo opuesto a lo que buscaba, su angelical apariencia llama su atención y hace peligrar el reservado carácter que desde años manifiesta, un ogro con dolorosos recuerdos que enterrar, los cuales le impiden ser feliz. Por lo tanto, nada más verla se prometerá alejarla de él, un cometido arduo y difícil que pondrá constantemente a prueba su voluntad y su corazón.

De esta manera, Killian y Sophie comenzarán un matrimonio sin apego, cercanía o sentimientos que den solidez a su relación, la cual, si no fuera por el cariño que Norah, la madre del marqués, y Branna, su hermana, le ofrecen a la joven marquesa de Connemara todo podría terminar precipitadamente. No obstante, aunque estas continuas muestras de afecto son algo nuevo para ella, aligerarán su alma y darán esperanza a su corazón de un mañana próspero junto a un hombre que rehúye y evita su contacto, pero que tanto despierta en su interior. Asimismo, el carácter arisco y reservado de Killian empieza a ser endulzado por la abierta y tierna personalidad de Sophie, una complicación que lo obligará a ser más duro y fiero con la dama, pero el cansancio ante lo vivido y el ansia por olvidar los fantasmas permitirá que el amor que ésta regala a todos llegue también a él destruyendo sus últimas dudas ante la posibilidad de un matrimonio feliz y favorable. Igualmente, Sophie desvelará los misterios que su esposo y todo un condado esconden, descubriendo además los motivos que lo llevaron a un matrimonio como el de ellos, siendo todo ello explicaciones necesarias que cerrarán episodios pasados imprescindibles para que ambos alcancen la dicha y el amor ansiado.

J.F. Morgan nos traslada a dos países bellos y hermosos como son Francia e Irlanda, en ellos estarán asentados los hogares de nuestros protagonistas, por lo que tras comenzar en París terminaremos el viaje de Sophie en tierras irlandesas, llenas de magia y leyenda, una gran aventura que nos mostrará el recorrido de una joven a lo largo de su madurez, pues en poco tiempo dejará la protección que su querido colegio le ofrecía para ver el lado amargo de las personas, alejándose cada vez más de la inocencia que siempre la había rodeado. De esta forma, su primera andadura por el mundo real le mostrará la maldad de su padre y de aquellos que decían quererla, para toparse en su camino con la frialdad de un desconocido que sabrá calentar su alma a pesar del rechazo y animadversión que se despierta entre ellos nada más conocerse. Todo esto será su avance hacia un carácter más fuerte y decidido, siendo más humana, cercana y caritativa, todo lo contrario que encontraremos en Killian, el cual se convertirá en un reto para ella y para los lectores. Dicho esto, es imposible no hablaros del Marqués de Connemara, un caballero que nada más conocerlo te descolocará, no sabrás que pensar de él, sin embargo, solo será necesario una reflexión suya tras quedarse prendado de Sophie para descubrir a alguien que necesita desesperadamente el perdón y el amor incondicional que su tímida marquesa va a ofrecerle, dejándolo sin recursos para eludir lo que día a día se hace más fuerte e intenso, un amor que no cree merecer pero que le ofrece la libertad que tanto necesita. Así pues, tras esta pareja de amantes se esconde una bella historia de amor que va a estar respaldada por Norah y Branna, las cuales querrán a Sophie nada más conocerla, dándole el cariño que siempre le había faltado, pero también velarán por nuestro héroe, el cual va a necesitar el apoyo de todos para dejar atrás la oscuridad que lo envuelve. Asimismo, junto a este maravilloso dúo de secundarios, también contaremos con Jean Delacroix, un padre lleno de odio hacia una hija entregada que maltratará y repudiará siempre que le convenga, una actitud que me entristeció y que rechacé, enfadándome en ciertos instantes contra un hombre tan ruin que no sabe amar, un secundario que, aunque no lo desee determinará el desenlace de este romance que tanto me ha gustado. A su vez, destacar la ambientación hallada entre sus páginas, cuidada y detallada, descrita con mimo y precisión, todo ello haciendo más fácil trasladar al lector a lugares ideales para enamorarse y para recordar, anhelando una vida entre dichos escenarios. Finalmente, solo puedo deciros que descubrir la pluma de esta brillante novelista ha traído sencillez, frescura y dinamismo a mis escasas horas de lectura, pues eso fue lo que me duro, unas cuantas horas que supusieron una apasionante aventura donde el amor de Sophie y Killian conquistó mi corazón.

La marquesa de Connemara de J.F. Morgan es un romance de perdón y segundas oportunidades, donde dos almas perdidas encontraran su camino y la paz que no habían logrado hallar, un amor que sentará las bases para un futuro lleno de esperanzas en el que el destino los colmará de felicidad.