Reseña | ¡Al suelo!, Ruth M. Lerga

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Selecta · 11 Marzo 2021 · Contemporáneo · 4º Enredos con la Ley (Autoconclusivo)

¿DEBER O PLACER?

Esa es la pregunta del millón para Juanjo. Debe escoltar a Natalia Miralles y dos cosas se lo está poniendo muy difícil: la corriente de necesidad sensual que parece fluir entre ellos y el comportamiento infantil de ella. Pero lo que no sabe es que Natalia ha decidido comportarse como una cría hasta que el subinspector la vea como a una mujer, una que va a volverlo loco de deseo.

Juanjo Ríos acaba de ingresar en la Brigada de Escoltas y su VIP, una arquitecta con un cargo importante en Conselleria, ha dejado bien claro desde el día uno que no le apetece nada que la vigilen. ¿Y?, a él tampoco le gusta tenerla cerca, de hecho le parece insufrible, y aun así hace su trabajo con disciplina. Así que si no aprende a comportarse por las buenas... quizá, quizá, pida autorización judicial para atarla. A ser posible, al cabezal de su cama. Porque la señorita Miralles será una estirada, pero Juanjo se acostaría con ella con los ojos cerrados. Mentira: bien abiertos, para no perderse detalle.

A Natalia, la idea de estar custodiada veinticuatro horas al día le resulta insoportable, casi tanto como el subinspector Ríos, que de todos los policías de la unidad es, con diferencia, el más capullo. Y es una lástima, porque es también el tío más bueno que ha conocido en años. Qué rabia que él no parezca interesado, porque solicitaría que a él le tocaran siempre los turnos de noche... desnudo y en su dormitorio, a ser posible.

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La cuarta entrega de la saga Enredos con la ley vio la luz en marzo, pero una servidora no ha podido leerla hasta ahora. Pues bien, ¡Al suelo! de Ruth M. Lerga ha sido la novela que me ha tenido distraída de esta ola de calor que hemos sufrido hace poco, una obra que sigue la línea de sus predecesoras donde acompañaremos a sus protagonistas, en este caso Juanjo y Natalia, por el dulce camino del amor, un sendero que ha contado con divertidos momentos, pero también altibajos que han puesto en riesgo su relación.

Juanjo Ríos, hermano del inspector Alberto Ríos, ha sido recientemente trasladado desde Castellón para ingresar en la Brigada de Escoltas, un trabajo que lo llevará a conocer a Natalia Miralles, su VIP, una arquitecta con un alto cargo que últimamente ha estado recibiendo amenazas a raíz de un nuevo proyecto que pronto verá la luz. Ninguno de los dos empezará con buen bien, ella porque no está muy contenta de tener vigilancia las veinticuatro horas del día y él porque esa mujer que acaba de conocer le resulta insufrible pero a la misma vez le atrae como ninguna otra lo ha hecho hasta ahora, algo que lo trastoca pues él ha sido siempre muy competente con su trabajo y nunca ha cruzado la línea de intimar con su protegida. No obstante, viendo que ella no le da ni los buenos días sabe que no tiene ninguna posibilidad, algo totalmente incierto pues, aunque Natalia piensa que Juanjo es un capullo de los pies a la cabeza, también le parece el hombres más sexy y arrebatador de todos los que habitan la tierra. De esta forma, ambos comenzarán una historia llena de peleas, pero también de mucha atracción que los guiará inevitablemente a traspasar los límites de su relación profesional, haciendo que vivan la mejor experiencia de sus vidas cuando acaben inevitablemente el uno en los brazos del otro. Sin embargo, no todo serán éxtasis y felicidad entre la pareja, ambos dirán cosas que confundirá al otro llevándolos a separarse antes incluso de empezar algo que podría haber sido insalvable de no ser por terceras personas que harán todo lo posible para que la relación entre Juanjo y Natalia tenga su preciado y tan deseado final feliz.

Ruth M. Lerga nos vuelve a deleitar con este singular grupo de amigos siendo el turno esta vez de Juanjo, el integrante más reciente de la pandilla. Gracias a él conoceremos a Natalia, una arquitecta de armas tomar que deberá ser protegida ya que se han dedicado a enviarle amenazas que, aunque ella lo desconozca, son bastantes serias y peligrosas, trabajo que ocupará Juanjo para que no le pase nada por lo que veremos cuáles son las responsabilidades de los escoltas y que peligroso puede llegar a ser su trabajo. Asimismo, la autora nos permitirá conocer un poco más a otro Ríos, alguien que a simple vista puede ser todo un don Juan, pero en esta ocasión no es así, la vida de éste es más bien solitaria y solo se relaciona con su pandilla. Dentro de ésta, su mejor amiga y a la vez la voz de su conciencia es Paula, la única del grupo que por ahora queda soltera, una persona que ayudará para que Juanjo vea que Natalia es su pareja ideal ya que tanto ella como los demás han visto desde el principio algo que él se nieva a ver a pesar de todas las señales que Natalia le ha enviado desde que lo conoció. Natalia, por su parte, tendrá que dejar atrás reticencias y demás cosas para coger con fuerza la felicidad que puede hallar junto a Juanjo, un hombre que a pesar de la primera impresión que causó en ella ha sabido ir colándose en su corazón hasta el punto de no poder estar sin él, una pareja entrañable que tendrá que aprender a comunicarse para dejar fuera los malentendidos. Por su parte, volver a encontrarnos con toda la pandilla es un punto a sumar en la lectura, asimismo conoceremos nuevos rostros de los que muy pronto sabremos más. Para terminar, destacar la prosa de la autora, fresca, dinámica y sencilla, todo un placer de leer que nos incitará a conocer las próximas entregas de esta peculiar saga de libros.

¡Al suelo! de Ruth M. Lerga es la historia de Juanjo y Natalia, un romance que nacerá inesperadamente llevándolos a vivir sentimientos nunca antes experimentados, algo que los asustará pero también los llevará a pelear por lo que tienen, una historia de amor que ni siquiera un loco demente acosador podrá romper, sino que fortalecerá aún más.