Reseña | Desear a un duque, Lenora Bell

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Espasa · 7 Enero 2022 · Histórico · 2º The Disgraceful Dukes (Autoconclusivo)

UNA ADICTIVA COMEDIA ROMÁNTICA DE ÉPOCA CON MUCHA CHISPA PARA LAS FANS DE LOS BRIDGERTON.

Lady Dorothea Beaumont ha tenido más que suficiente con las intrigas de su familia; se niega  a seguir intentando atrapar a un duque y buscará cobijo en la finca irlandesa de su tía, donde espera disfrutar de una vida tranquila y libre de las restricciones sociales de la alta sociedad londinense. Pero un duque arrogante y pecaminosamente guapo arruinará sus planes...

Dalton, duque de Osborne, nunca ha tenido intenciones serias hacia una debutante y sus coqueteos son una mera distracción; lo que le consume es el deseo de venganza, que solo se verá saciado al encontrar al hombre que destruyó a su familia. Cuando esta búsqueda lo lleva a Irlanda, lo último que necesita es cruzarse Thea, que después de haberse perdido, le exige que la acompañe a la finca de su tía. Dalton accede, pero el camino está plagado de peligrosos imprevistos, aunque el mayor de todos podría ser descubrir que tiene un corazón y que corre el riesgo de perderlo.

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El año pasado descubrí la pluma exquisita y elegante de Lenora Bell con su novela Conquistar a un duque, primer libro The Disgraceful Dukes, una historia que amé y que disfruté de principio a fin. Pues bien, enero trajo la segunda entrega titulada Desear a un duque, una trama mucho más apasionante que la anterior, con divertidos momentos que descubrir y una pareja protagonista cargada de anhelos, con heridas que superar y curar. Así pues, leer esta obra, con héroes que ya conocía tras la novela anterior, me ha producido hermosos sentimientos que atesorar que me reafirman en la opinión que me formé de la autora tras leerla en esa primera ocasión.

Lady Dorothea Beaumont tras ser protagonista de uno de los escándalos más sonados de todo Londres fue enviada al Condado de Cork en Irlanda esperando que las aguas se calmaran no estando a la vista de todo el mundo, algo que ella agradece permitiéndole disfrutar de la tranquilidad del hogar de su tía Emma, liberándola además de la opresiva actitud de su madre. Asimismo, estos meses la han llevado a descubrir una impresionante colección de arte, el único problema es que dichas obras pertenecen a su vecino el duque de Osborne, un caballero poco interesado en abrirle las puertas de su mansión, un inconveniente que está decidida a solventar aunque esto la obligue a volver a la sociedad que tanto daño le ha ocasionado.

Dalton, nuevo duque de Osborne, lleva una vida dedicada a las mujeres y al disfrute de los pequeños placeres de la vida, una imagen que proclama con alegría alejando de él miradas peligrosas que podrían descubrir la verdad sobre su existencia, un hombre perseguido por la culpa y el pesar cuyo corazón está ansioso de venganza. Con lo cual, sus noches, pese a los rumores de donjuán, son ocupadas en la búsqueda del causante de la ruina de su familia, una persecución que lleva años consumiéndolo, sin pistas claras que seguir, pero con muchas sendas que investigar. Por lo tanto, cuando una loca amante del arte y para más inri la ex prometida de su mejor amigo lord Harland empieza a acosarlo sobre unos cuadros de su propiedad, intentará alejarla antes de que sea demasiado tarde, sin embargo, el lío ya está formado y no tiene ni idea hasta qué punto puede cambiarle la vida una casi solterona con los objetivos muy claros.

De esta forma, tras un improductivo intercambio de misivas por parte de Thea a lord Osborne, su regreso obligado a Londres y a la vorágine social la lanzará a un acercamiento más directo con el caballero que elude su petición, una escandalosa actitud que no va a detenerla por mucho que este paso despierte sus miedos. Así pues, Dalton se encuentra con una hermosa dama que activa sus alarmas forzándolo a tomar medidas desesperadas, una elección no muy acertada cuando la libertad de Thea se vea coartada por dicha decisión y ésta decida hacerle la vida imposible. Por esto mismo, los caminos de ambos se ven unidos conduciéndolos a un viaje cargados de baches, con peligrosos escenarios que sortear que atarán sus destinos con cada paso dado, una aventura por los arriesgados senderos de Londres camino de una Irlanda que dará a ambos el destino buscado. No obstante, durante el trascurso de los días y las noches la verdad del corazón hablará y, aunque Dalton se niega a estar cerca de Thea por miedo a las consecuencias de sus actos, nunca pensó que una simple joven se convertiría en su salvación, desvelándole la verdadera razón de sus acciones, revelación que sentenciarán su futuro. Asimismo, Thea ha vivido mucho tiempo bajo el yugo familiar, su travesía con este perturbador caballero le dará alas para ser ella misma, una mujer con voluntad propia, con voz y decisión, un nuevo rumbo que está decidida a compartir con el único hombre que ha sabido entenderla y hacerla sentir amada. Con lo cual, Dalton y Thea tendrán un tortuoso comienzo que propiciará un final asombroso si ambos están dispuestos a darlo todo por el otro sin importar los riesgos y los peligros existentes, un amor que de culminar sería todo un acontecimiento, mucho más escandaloso si cabe que el que nuestra heroína protagonizó al comienzo de todo.

Lenora Bell nos presentó a Thea y a Dalton en su novela anterior y pese a ser secundarios supieron despertar la atención del lector, dejándonos de mucho más, así pues, esta segunda entrega es su momento de descubrirnos quienes son en realidad. De esta manera, nada me había preparado para personalidades tan explosivas, ninguno se adecua a lo esperado para damas y caballeros de su época, lo que me encantó, los hizo diferentes, capaces de sorprendernos y divertirnos por igual, regalándonos una trama apasionante, con un ligero toque de humor que incita a leer sin descanso. Asimismo, el trasfondo emocional de la obra se hace palpable desde el comienzo, descubriremos una pareja protagonista necesitada de amor y comprensión, la vida que han tenido pese a la riqueza y comodidades no borra la soledad sufrida, ni el dolor padecido, así que unir sus caminos será una manera de hallar la paz y el sosiego espiritual, aunque el deseo sea un añadido que traerá de cabeza al pobre Dalton, siendo Thea con su inocencia la única capaz de volver loco al incorregible libertino. Igualmente, ambos en su huida de Londres persiguen una meta, dichos objetivos acabarán formando parte del otro y en ambos casos cambiará todo lo que buscaban, determinando su final y su amor, un romance tortuoso con peligros que afrontar y emociones que reconocer, una bella obra que me ha cautivado por completo. Por lo tanto, la novela cuenta con carismáticos protagonistas que te conquistan y enamora, también encuentras variados temas que debatir, como la libertad de la mujer, la opresión social, la corrupción del hombre y, cómo no, la caza matrimonial, todo ello dando profundidad a cómo afecta a Dalton y a Thea, un importante punto en la historia que ha sido desarrollado a la vez que vemos cómo evoluciona el amor de este par de enamorados, convirtiendo un sencillo romance en una intensa aventura que disfrutar. Finalmente, destacar los secundarios, pues, aunque han sido pocos, han contado con una gran importancia a la hora de dar fuerza y perspectiva a su amor, de todos ellos destacaré a Conall, el amigo y protector de nuestro héroe, un hombre con mucho que ofrecer que con su carácter me hechizó, un hombre rudo con un corazón enorme que también contará con su propia historia y con un final muy merecido que me llenó de alegría y satisfacción. Por último, es necesario hacer una breve referencia a la pluma de Lenora, sublime, fresca y fluida que me dejó, al igual que la vez anterior, cautivada y deseosa de volver a leerla por lo que os animo a que os lancéis pues no os defraudará nada de nada.

Desear a un duque de Lenora Bell es un romance en medio de un viaje repleto de retos y peligros donde Thea y Dalton descubrirán los sinsabores de un amor imposible, vetado por la razón y el miedo a lo desconocido.

· Gracias a Espasa por el ejemplar ·