Reseña | A la caza de un soñador, Claudia Cardozo

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Selecta · 3 Marzo 2022 · Histórico · 2º Hermanas Ramsbury

LA DAMA MÁS ACLAMADA DE LONDRES ESTÁ A PUNTO DE CONOCER UN ROMANCE PROHIBIDO EN BRAZOS DE UN MISTERIOSO DESCONOCIDO.

UNA HISTORIA DE AMOR APASIONADA QUE ROMPE LAS BARRERAS DE LOS PREJUICIOS DE LA ÉPOCA.

Lady Constanza Ramsbury, la hija de la condesa de Riddlinton, es considerada una solterona y no tiene ningún problema con ello. A punto de cumplir treinta años, no tiene más expectativas que vivir un futuro apacible como compañera de su madre y disfrutando de los privilegios que le concede su posición. Pero entonces llega a sus oídos la noticia de que cierto caballero ha puesto la mira en ella y decide abandonar Londres por una temporada para evitarse un momento incómodo; la propiedad de su familia en la campiña es la elección natural y está convencida de que nada alterará la paz que espera encontrar allí. Desde luego, no podría estar más equivocada.

El señor Boswell, nuevo administrador de Lincoln Hall, tiene fama de distraído. Aún más, hay quienes piensan que vive en las nubes, pero eso a él no le preocupa porque no puede imaginar un lugar mejor en el cual estar; eso, al menos, es lo que piensa hasta que conoce a Constanza y le basta con verla una sola vez para plantearse la posibilidad de que, quizá, conocer una vida al lado de aquella mujer podría ser el mayor sueño al que podría aspirar.

El problema es que las diferencias que los separan son tan insalvables que no parecen tener una oportunidad.

¿LA HEREDERA Y EL ADMINISTRADOR?

¿UNA MUJER DE NATURALEZA PRÁCTICA CON UN HOMBRE TAN ROMÁNTICO ARRASADOS POR LA PASIÓN?

EL SUYO ES UN ROMANCE QUE NO CONOCE DE BARRERAS.

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Tras conocer a Jane Ramsbury, la hija menor de Lady Riddlinton, en su novela A la caza de un libertino, me quedé intrigada por Lady Constanza, la mayor de dos hermanas educadas para vivir con absoluta libertad sin un futuro atada a las cadenas del matrimonio. Pues bien, con la segunda obra de la bilogía Hermanas Ramsbury, titulada A la caza de un soñador, Claudia Cardozo ha satisfecho mis deseos a la hora de saber más sobre dicha dama, adentrándome en una sencilla y dulce trama que nos revela el futuro de dos amantes destinados a romper con los convencionalismos de la época.

Constanza Ramsbury ha sido educada en las normas sociales, pero también sabe que su destino no tiene por qué estar unido a un esposo e hijos. Su madre, Lady Riddlinton, ha sabido adiestrarla para vivir con independencia, mostrándole un camino distinto al que toda joven de su edad se ve abocada. Con lo cual, para ella casarse nunca ha sido una opción, disfruta de su soltería acompañando a su madre, una libertad que pocas mujeres pueden tener por propia elección. Por esto mismo, cuando el marqués de Dashfield empieza a tener interés por ella, llegando a sus oídos el rumor de una posible propuesta, se ve en la urgente necesidad de huir a tierras más seguras dejando atrás el alboroto de Londres para buscar refugio en Lincoln Hall. Así pues, dicho viaje supone una retirada estratégica y también la posibilidad de conocer por fin al nuevo administrador de la propiedad, un hombre esquivo que ha evitado dar cuentas del trabajo llevado a término desde que ocupó meses atrás el puesto, una actitud que no acepta y que está dispuesta a erradicar.

Michael Boswell es el nuevo administrador de Lincoln Hall, un caballero recto y entregado a su trabajo que disfruta con la labor que realiza. Sin embargo, con una mente despierta y centrado en ayudar a los lugareños de la zona dar cuentas a la insistente señorita Ramsbury no está entre sus prioridades, por esto lleva meses evitando las cartas de dicha dama, algo que no cree que sea de suma importancia, una decisión que lo llevará a tenerla cara a cara, convirtiéndose dicha joven en la causa de sus desvelos y sueños, una mujer que lo cambiará y le hará enfrentarse a las normas y etiquetas, un despertar al amor que le traerá grandes sorpresas.

Así pues, Constanza llegará a Lincoln Hall dispuesta a poner en orden las libertades tomadas por un hombre del que no sabe nada, no obstante, su encuentro además de no ser lo que esperaba, también la hará conocer a un administrador brillante mucho más joven de lo imaginado, el cual ha perturbado sus emociones y alterado su corazón nada más conocerlo. Por su parte, Michael lleva meses trabajando por la mejora de las tierras y sus arrendatarios, su labor le ha granjeado el aprecio de todos, por lo que nada lo prepara para la llegada de la mayor de las hermanas Ramsbury, una mujer decidida que lo cautivará nada más verla, dando comienzo a una relación laboral que poco a poco irá acentuándose en el corazón de ambos, avivando emociones más profundas e íntimas de las que jefa y empleado deberían tener. Por lo tanto, día a día su amor florecerá y aunque evitarán sentimientos que harían imposible un trato exclusivamente cordial, estos aumentarán hasta no poder contenerlos, algo que obligará a Michael y Constanza a tomar decisiones arriesgadas y determinantes para su futuro, rompiendo muchas de ellas con las normas sociales impuestas, liberando, de esta forma, a Constancia de la opresión que lleva años sintiendo.

Claudia Cardozo nos trae la segunda novela de la bilogía Hermanas Ramsbury, una trama destinada a mostrar el amor como algo más que una prisión, donde el matrimonio puede traer una gran dicha si está basado en la entrega muta y el respeto. Con lo cual, tras conocer a la rebelde Jane, le toca el turno a la sosegada y racional Constanza, la mayor de las hermanas, cuya educación la ha instruido en la búsqueda de la libertad y en su caso el rechazo al matrimonio, algo que para su madre es toda una bendición tras el casamiento de su hija menor. Así pues, la veremos huir de las garras del matrimonio para caer rendida ante la soñadora mirada de un hombre que para nada está a su nivel, un inconveniente añadido que hará más difícil su relación. Asimismo, su trato comienza con reticencias, ninguno se fía de lo que sus corazones les gritan, no están preparados para escuchar sus sentimientos, por lo que veremos una constante negación de sus emociones, pese a todo, la fuerza de lo que están sintiendo los llevará a flaquear, dando paso a un explosivo desenlace que los obligará a enfrentar consecuencias sociales que romperá con los cánones de la época, todo un escándalo que medirá su confianza y amor. Igualmente, Lady Riddlinton, la madre de nuestra protagonista será el gran obstáculo que superar, sus deseos de ver a sus hijas siempre con ella la han llevado a bloquear propuestas de matrimonio, por lo que ver como la segunda de ellas cae rendida ante el amor no será motivo de alegría, aunque también nos dejará una pequeña muestra de que verlas felices es lo único que realmente le importa, pese a su oposición, una breve pincelada de que la condesa no es el ogro que quiere hacer ver. A su vez, la obra se ha centrada prácticamente en nuestros protagonistas y su estancia en Lincoln Hall, por lo que la ambientación será más rural, nada de bailes o reuniones sociales, un entorno más íntimo que propició un bello romance, aunque tengo que confesar que me faltó un poco más de profundidad en su relación, como normalmente nos tiene acostumbrados la autora, pues hubo momentos en los que vi precipitado el avance de la historia dando un final un poco acelerado, no obstante, el libro no deja indiferente al lector, cargado de romanticismo, quedas cautivado por Constanza y Michael. Finalmente, solo me queda destacar la fresca y sencilla narración, repleta de emotividad, con una cuidada ambientación, la cual nos regala una tierna historia de amor que llegará a nuestros corazones, por lo que animaros con esta nueva trama de las hermanas Ramsbury, una bilogía que no os debéis perder.

A la caza de un soñador de Claudia Cardozo es el encuentro de dos espíritus errantes que encontrarán su camino en un amor puro y entregado que romperá con las normas e ideales dando paso a un futuro próspero que les ofrecerá aquello que ni ellos mimos sabían que anhelaban abrazando el más dichoso de los destinos.

· Gracias a Selecta por el ejemplar ·