Reseña | En el juego, como en el amor, no se improvisa, Ana E. Guevara

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Selecta · 30 Junio 2022 · Contemporáneo · 2º Ladronas de corazones

LAS LADRONAS DE CORAZONES YA TIENEN EL PRIMERO OBJETO DE LA LISTA EN SU PODER, AHORA LES TOCA HACERSE CON EL SEGUNDO, LA JOTA DE CORAZONES.

NO TE PIERDAS ESTA APASIONANTE SEGUNDA ENTREGA DE LA SERIE LADRONAS DE CORAZONES. ACCIÓN, AVENTURA, SEXO, AMOR Y HUMOR.

El siguiente objeto, un juego de tocador de más de un siglo de antigüedad, se encuentra en el apartamento de uno de los nietos del propio José Ignacio Santana.

Carolina no se siente intimidada por este robo, al contrario, le gusta la idea de meterse en la boca del lobo y de robar delante de las propias narices de un Santana. Sus años en colegios de élite por toda Europa la han convertido en alguien cínica que se ríe de los sueños románticos de sus amigas. No se ha enamorado nunca, y ni es algo que le interese especialmente hacer.

Miguel regenta una pizzería, lee manga y tiene una vida aparentemente normal, hasta que una noche, una escultural mujer entra en su negocio vestida de fiesta huyendo de alguien.

Sus vidas no pueden ser más diferentes, y sus opiniones sobre el amor y el futuro chocan constantemente, pero a pesar de eso, sienten una atracción irresistible.

¿PODRÁ CAROLINA DEJAR DE LADO SU CINISMO DURANTE CINCO MINUTOS PARA DEJARSE LLEVAR POR SUS SENTIMIENTOS? ¿SERÁ MIGUEL EL QUE AL FIN ROMPA LA CORAZA DE FRIALDAD Y CALIENTE EL CORAZÓN Y EL CUERPO DE LA LADRONA?

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Nuestras queridas Ladronas de corazones vuelven a la carga, esta vez con Carolina como protagonista de un nuevo robo, cuya recuperación les permitirán devolver a su legítimo dueño un juego de tocador de plata. Así pues, En el juego, como en el amor, no se improvisa de Ana E. Guevara nos sumerge una vez más en una divertida historia con personajes fuera de lo común, únicos, cargados de cinismo en el caso de nuestra heroína, que hará más complicada la labor de Cupido.

Carolina Cañavate es la experta en sustracciones de las Ladronas de corazones. Pese a su acomodada vida y a un pasado en el que el dinero no ha sido un problema, ha cometido algún que otro robo llevada por la desidia y las ganas de ir contra las reglas impuestas. De esta forma, cuando Nerea meses atrás le explicó el motivo de su misión, pese a la duda inicial, finalmente la decisión fue clara y ahora no solo ha encontrado un nuevo cometido en la vida, hacer justicia, también un gran grupo de amigas con las que compartir su día a día. Sin embargo, ser abierta y cercana no es lo suyo y, aunque éstas han logrado que baje sus defensas y se muestre menos cínica, aún le queda un largo camino por recorrer para dejar que las emociones hagan mella en su existencia. Así pues, cuando por casualidades de la vida y un poco del destino entra en una pizzería, Miguel, su dueño, no parece ser el hombre que cambie su idea del mundo, un friki sin nada en común con ella que va a dejar con su amabilidad y simpatía una marcada huella en su corazón, algo que rechazará y se negará ver.

De esta forma, Carolina saldrá de la pizzería El Alien sin planes de regresar o de volver a ver a Miguel, solo ha sido una situación extraña causada por un pequeño inconveniente. No obstante, el cosmos o como quieras llamarlo, la guiará una y otra vez hasta él, arrastrándola a momentos divertidos a los que nunca hubiera acudido por propia voluntad. Asimismo, los planes del nuevo robo siguen adelante, en esta ocasión deberán recuperarlo del piso del nieto de Santana, hechos de última hora han cambiado el objeto de lugar, obligándolas a alterarlo todo, lo que acabará llevándolas a soluciones alternativas. Con lo cual, con el lío mental que Carolina trae a causa de sus sentimientos hacia Miguel una metedura de pata estropeará aquello que encuentro tras encuentro ha nacido entre ambos, a la vez que el robo perfecto quedará en el aire, sujeto a la improvisación, una verdadera locura que salvará quien menos espera, ofreciéndole a la vez la felicidad que casi se le escapa de entre los dedos a causa de miedos e inseguridades que no se ve capaz de superar.

Ana E. Guevara es la artífice de la segunda novela de la serie Ladronas de corazones, en esta historia Carolina ha visto como su máscara de cinismo y frialdad hacia el amor caía ante un hombre dulce y atento que le ofrecía todo lo que más le asustaba. De esta forma, y ayudada de sus nuevas amigas vamos viendo a una mujer con miedos y anhelos, fruto de unos padres que no han sabido quererla como deberían. Asimismo, Miguel es un personaje que con sus peculiaridades sabrá ganarse el afecto de todos, incluido el del lector, un soplo de aire fresco en la elitista vida de Carolina, un mundo del que siempre ha huido, por lo que, conocer a alguien tan distinto a ella será su salvación, un paso hacia una existencia plena donde pueda ser ella misma, libre de ser juzgada. Igualmente, los robos para recuperar los cinco objetos siguen adelante, esta vez le toca a un juego de tocador con un inesperado dueño que descubriremos durante la lectura, una sorpresa que aclarará algunas dudas del libro anterior. Pese a su meticuloso plan las cosas terminarán complicándose, debiendo improvisar para salir victoriosas, un cambio de rumbo que desvelará el verdadero héroe de la historia, un giro de los acontecimientos producto del amor que me pareció entrañable, un desenlace perfecto para la historia de la J de Corazones, una recuperación que las acercará a un final que todas y cada una de ellas desean ver cumplido por Fidelina, la abuela de Nerea, y por ellas mismas. Para terminar hablaros de su prosa, exquisita, fresca, con una trama más sencilla a mi entender, pero perfecta para unir con la primera entrega y dejar a los lectores expectantes por la tercera, una novela divertida, con situaciones insólitas que definirán el romance de Carolina y Miguel, una obra creada para entretener y devorar, algo que se consigue sin esfuerzo por lo que os animo a leerla, claro si antes habéis leído el primer libro de la serie, pues estas historias son para ser disfrutadas en orden, así que lanzaros pues no os dejarán indiferentes. 

En el juego, como en el amor, no se improvisa de Ana E. Guevara es el segundo golpe de las Ladronas de corazones, una nueva misión que medirá el ingenio de Carolina y su resistencia al amor, una aventura cargada de sorpresas que cambiará a una mujer enemiga de los sentimentalismos, una romántica historia con una dulce lección que aprender.

· Gracias a Selecta por el ejemplar ·