Reseña | Grados de pasión, Yolanda Díaz de Tuesta

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B · 8 Junio 2023 · Histórico · Autoconclusivo

TERROSA, EXTREMADURA, AGOSTO DE 1850.

UN CALOR SOFOCANTE Y DESPIADADO.

UNA MUJER QUE AGUARDA LA LLEGADA DE UN CARRUAJE.

UN VIAJERO QUE CAMBIARÁ EL FUTURO DEL PUEBLO.

Hace tiempo que Candela asumió que nunca obtendría el amor de su padre, Bernardo Salazar, el hombre al que más admira y al que más le gustaría odiar. Ahora solo desea casarse con la persona que ella ya ha elegido, llenar por fin esa necesidad de afecto y vivir para siempre en Terrosa mientras disfruta de un futuro que imagina tranquilo y feliz.

Sin embargo, todo se tuerce cuando su padre regresa de su estancia en Inglaterra de forma precipitada al pueblo y le presenta al inglés con quien ha acordado su matrimonio. Lord William Caldecourt, décimo conde de Waldwich, llega a Terrosa con la intención de ponerlo todo patas arriba. Es un ser despiadado que está dispuesto a terminar con una larga venganza. O eso se repite a menudo, pues es lo que le juró a su madre y así se lo reclama el recuerdo de su familia, destruida por Bernardo Salazar.

Pero, para su desdicha, desde que contempló el hermoso rostro de Candela en un daguerrotipo, vive pensando que quizá esa mujer que era solo el instrumento para lograr su venganza pueda convertirse en la persona que le libere de los oscuros designios del destino.

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Cuando leí la sinopsis de Grados de Pasión de Yolanda Díaz de Tuesta supe que tenía que darle una oportunidad a la historia, pues la misma insinuaba una trama donde la pasión y la venganza iban a estar muy presentes, algo que me encanta y da a la lectura mucha más intensidad que un romance donde todo está prácticamente decidido desde el principio. Así, como lectora he tenido el placer de volver a encontrarme con la pluma de una autora que ya me ha conquistado en el pasado, dejándome bien claro que sus obras tienen mucho que ofrecernos y donde no pueden faltar personajes carismáticos, con temperamento y unas emociones tan fuertes como profundas.

Candela Salazar lleva viviendo en Terrosa toda su vida, una existencia solitaria donde su única familia es un padre ausente que la dejó ahí cuando era apenas una niña. Por esto mismo, ya no se ilusiona con la llegada de un hombre cruel que siempre la ha despreciado por el hecho de ser mujer, él, Bernardo Salazar le dio la vida, pero se ha ganado a pulso su odio y su desprecio a fuerza de una indiferencia que nunca ha llegado a entender, ella sólo aspira a casarse con la persona que ha elegido, conocer la dicha que nunca tuvo y tener un futuro lejos de aquel que se empeña en hacerla sentir insignificante. Un plan perfecto que se torcerá cuando el señor de Castillo Salazar regrese de improviso acompañado del que dice ser su prometido, un atractivo inglés que vendrá a poner patas arriba todo su mundo.

Lord William Caldecourt, conde de Waldwich, ha llegado a Terrosa para culminar una venganza que lleva planeando mucho tiempo. Su vida siempre ha estado presidida por el dolor y la ira, pues la pérdida de sus padres a raíz de una traición lo dejaron con la obligación de destruir al hombre responsable de todo. No obstante, el largo camino recorrido para llevar a término semejante empresa también lo ha llevado a perder su alma poco a poco, olvidando al joven bueno y amable que era y dando paso a un ser despiadado que no flaqueará en su empeño de ver hundido a Bernardo Salazar, el demonio que destruyó toda su existencia. Así, con el final cada vez más cerca, a William no le queda nada más que arrebatarle su última posesión, su hija Candela, con la que tiene previsto casarse, o eso es lo que él cree, ya que desde la primera vez que vio a la joven, el conde no ha podido evitar pensar que ella podría ser su salvación, la única que lo haga alejarse de la oscuridad que ensombrece su alma.

De esta manera, Candela se encontrará atrapada en un compromiso donde su voluntad no cuanta en absoluto, pues lord Waldwich está empeñado en cumplir la palabra dada y, aunque su conciencia parece decirle que está cometiendo un gran error, el peso de la venganza puede más que sus propias emociones. Así, la joven hará todo lo posible por convencer a su prometido y a su padre de que sus deseos están muy lejos de ese matrimonio, no dudando en idear mil y una maneras de escapar de aquel que despierta en ella una atracción demasiado peligrosa. William, en cambio, llegará convencido de que esta es la única forma que tiene de culminar un plan que comenzó con la muerte de su progenitor, sin embargo, Candela ya ha entrado en su corazón y cada vez le resulta más difícil seguir adelante. Una guerra entre dos personas que no darán su brazo a torcer y donde parece que todo vale, asimismo, esos enfrentamientos tan acalorados entre ambos también les permitirá conocerse más, haciendo que lo que comenzó como una obligación vaya derivando en una pasión intensa, capaz de doblegar voluntades y de premiarles con un futuro totalmente diferente al que había imaginado.

Yolanda Díaz de Tuesta vuelve a deleitarnos con una novela muy interesante que, aunque no es perfecta, si nos ofrece una buena historia donde el sentimiento de venganza será el eje central de una relación complicada que irá madurando a medida que los implicados en ella vayan dejando atrás el resentimiento y el dolor que el pasado les ocasionó. Así, con una prosa muy cuidada, la autora vuelve a deleitarnos con una ambientación ideal donde el lector se mete de lleno en el lugar y la época concreta, pues su forma de describirnos cada detalle hace que nos situemos en un Terrosa árido e inhóspito, en el que la vida es dura y sus habitantes están supeditados a la voluntad de grandes señores que poseen la tierra y la riqueza. Un escenario donde volveremos a ver el papel que tienen las mujeres, ya que Yolanda nos demuestra muy bien que ellas no son importantes, más bien un objeto cuya propiedad es del padre, marido o hermano, dejándolas desprotegidas frente a las maldades de un mundo atrasado en cuanto a derechos y libertades. Por esto mismo, el personaje de Candela es tan interesante, pues tenemos a una joven fuerte, decidida y valiente que se niega a doblegarse a una voluntad que no sea la suya, sus ganas de libertad la han hecho temperamental, temeraria y dispuesta a todo, no obstante, también se mostrará apasionada y entregada cuando deposite su confianza en aquel que lo merezca. En cuanto a William, vemos a un protagonista atormentado por sus propios sentimientos, pues quiere ser implacable con sus enemigos, pero Candela lo hace dudar en cuanto a una venganza que había jurado llevar a cabo. Un hombre que ha convivido con el dolor y el odio, emociones que lo han cambiado y han ensombrecido su alma, haciendo de él alguien peligroso y muy semejante a aquel que quiere destruir. Sin embargo, la muchacha será esa luz que necesita cuando se aferre a un amor que evolucionará conforme vayan encajando las piezas de una relación intensa y tormentosa, repleta de secretos y medias verdades, en la que deberán encontrar la forma de limar asperezas y mantener un equilibrio donde los sentimientos puedan fluir. A pesar de todo esto, me ha costado sumergirme en la novela, su larga extensión y unos hechos que se sucedían demasiado lentos en un principio, me han dado la sensación de que no avanzaba en la trama, no obstante, en la segunda mitad del libro la cosa ha mejorado mucho, volviéndose la historia mucho más adictiva y dinámica con la introducción de nuevos frentes donde los personajes tendrán que enfrentarse a momentos tensos, peligros inesperados y descubrimientos sorprendentes que podrían cambiar la vida de todos, en definitiva, sorpresas que iremos viendo con el avance de la lectura y que culminarán con un final de infarto. Por último, me queda mencionar a los secundarios, de los cuales ha habido unos cuantos muy destacables, ya que la autora ha sabido darles la importancia que se merecían y dotarlos de historias propias para evitar que fueran meros acompañantes de nuestros protagonistas, siendo uno fundamental, Bernardo Salazar, el patriarca juega un papel muy importante en la trama y, sobre todo, en la relación entre William y Candela, pues su crueldad y el egoísmo que lo rodea serán claves para una trama que promete intensidad desde el principio. En conclusión, una novela muy entretenida que me ha permitido reencontrarme con la obra de la autora y que, aunque ha tenido un comienzo un tanto lento, ha ido mejorando a medida que avanzabas, terminando en un final perfecto.

Grados de Pasión de Yolanda Díaz de Tuesta es una novela donde la venganza será el motor que lleve a William hasta un recóndito pueblo de Extremadura, allí intentará cumplir una promesa al mismo tiempo que deberá luchar contra unos sentimientos que lo acercan peligrosamente a Candela, la mujer de la que se enamoró aún sin conocerla y que se empeña en desafiarlo en todo momento, una relación tormentosa abocada al fracaso si no dejan atrás el dolor de un pasado lleno de traición y el miedo a sufrir nuevamente, apostando ambos por confiar en unas emociones que parecen provenir de lo más profundo de su ser.

· Gracias a B por el ejemplar ·