Hacía mucho tiempo que no os traía reseñada alguna novela de Christine Cross, una autora que me fascina y a la que le tengo mucho cariño, pues bien ha tenido que ser la séptima entrega de su serie La familia Marston la que me ha hecho volver a disfrutar de una pluma que sabe captar la atención del lector y sumergirlo en historias de las que es imposible escapar. Así, con Serás mi perdición vamos a viajar por exóticos parajes, descubrir misterios milenarios y vivir una aventura donde la pasión atrapará a dos personas, a priori totalmente opuestas, pero cuyo deseo hará temblar sus creencias y devolverles la fe en el amor verdadero.
Lady Gabriella Harvey sabe que pertenecer al clan de los Marston es el mejor regalo que la vida le pudo hacer, tanto sus padres, lord y lady Thornway, como el resto de sus tíos le han dado la libertad necesaria para que viva conforme a sus sueños. Por esto mismo, y ahora que la duquesa de Portland le ha dejado una considerable suma de dinero, no puede dejar pasar la oportunidad de cumplir el último deseo de la anciana y, de paso, vivir una aventura que la lleve hasta el lejano Egipto. Así, con una curiosidad innata por las antigüedades y la excitación por conocer aquellas exóticas tierras, Gabriella planeará un viaje que la llevará directa a peligros insospechados y a un misterio que podría costarle la vida, no obstante, la joven no estará sola, pues el atractivo conde de Rashton se convertirá en un compañero de viaje inesperado.
Lucien Fox, conde de Rashton, no ha tenido una existencia fácil, su infancia la vivió rodeado de miseria y carencias que muy pronto le obligaron a buscarse la vida como pudo. Sin embargo, un golpe de suerte lo hizo heredar el título que ostenta ahora, algo que le dio fortuna y posición, pero no el respeto de aquellos que tendrían que ser sus iguales y que lo consideran un advenedizo. Así, con una imagen frente a los demás de alguien oscuro y peligroso, Lucien se ha convertido en una persona indispensable para ciertos asuntos, a pesar de no contar con la gracia de la sociedad, por lo que, cuando recibe cierto encargo que lo llevaría hasta las lejanas tierras de Egipto, no dudará en aceptarlo, más que nada porque promete ser un viaje muy interesante junto a la única mujer capaz de desafiarlo y de tentarlo al mismo tiempo.
De tal manera, y gracias a las circunstancias que el destino se empeñará en propiciar, Gabriella y Lucien serán compañeros en una travesía que los llevará hasta el país de los faraones, aquel con misterios enterrados en lo más profundo de las pirámides y en el que el sol calienta las arenas del desierto tal y como la pasión caldeará los corazones de dos personas que no habían conocido aún el significado del amor. Una aventura fascinante donde ambos se verán envueltos en un peligroso juego de seducción, ya que la atracción los hará caminar a través del fuego y, poco a poco, el deseo se irá transformando en sentimientos capaces de derribar todas las barreras, ya sean sus propios miedos o aquellos prejuicios que Lucien tanto teme. Un romance que no conocerá límites y que deberá enfrentarse a la maldad de quienes ansían el poder y no se detienen ante nada para conseguirlo.
Christine Cross es una autora que siempre me ha encantado, desde que comencé a leerla me enamoré de todos sus personajes y he disfrutado con cada una de sus historias, no obstante, si tengo que elegir a mis favoritos, no serían otros que los libros de su serie La familia Marston, un referente para quienes amamos el género y que viene con una última entrega muy acorde con lo que hemos estado viendo en ellos. Aun así, esta novela me ha enganchado menos que las demás, ya sea por las circunstancias personales que estoy viviendo o porque la ambientación no es de las que más me gustan en la romántica histórica, no ha sido una de mis favoritas. Sin embargo, esto no ha sido impedimento para que disfrute de la trama, pues, como viene siendo habitual en toda su obra, Christine nos ofrece una prosa elegante y cuidada cuyo ritmo no decae en ningún momento haciendo que la lectura fluya sin problemas hasta desembocar en un final donde introduce ciertos toques de acción y peligro, muy acordes con la historia y totalmente necesarios. Una novela que no decepciona al lector y le presenta las maravillas que Egipto ofrece, ya que seremos testigos de grandes hallazgos y visitaremos el fascinante Valle de los Reyes, algo que nos detalla de tal forma que no tendremos problemas en imaginar tan majestuosos enclaves. No obstante, el peso de la obra recae, como viene siendo habitual, en unos protagonistas carismáticos y con mucha fuerza, dos personas que verán como sus enfrentamientos dialécticos y sus batallas de ingenio derivarán en una relación donde los sentimientos sabrán abrirse paso en sus corazones. Gabriella es una mujer inteligente, apasionada y que disfruta más con un buen libro que en las fiestas donde su madre se empeña en llevarla, no se considera alguien sociable por lo que tampoco ansia relaciones vanas que no le aporten nada y, por supuesto, solo se enamorará cuando encuentre algo como lo que tienen sus padres o sus tíos, por lo que conocer a Lucien será la chispa que necesita para abrirse a ese tipo de emociones y el deseo que él le despierta lo necesario para dejarse llevar por la pasión. El conde, por su parte, es un hombre de corazón duro, ya que la pérdida lo hizo asociar el amor con el dolor, con lo cual se resistirá a adentrarse en aquello que la joven despierta en él y que es cada vez es más intenso. Una pareja con mucha química que sabrá darnos momentos inolvidables donde las emociones tendrán que lidiar con los peligros que no tardarán en acecharlos. En cuanto a los secundarios, volveremos a deleitarnos con todos los Marston, la familia al completo irá apareciendo a lo largo de la historia, ahora más maduros y con vástagos que tomarán el relevo para darnos situaciones que solo ellos podrían protagonizar. Además, habrá una sucesión de personajes que irán marcando el viaje de nuestros protagonistas, todos ellos relevantes para el avance de la trama y que la autora ha sabido perfilar para que tengan sus propios roles, pero sin ensombrecer a los protagonistas. En conclusión, un libro que no os podéis perder si ya sois fan de la pluma de Christine, pero también si queréis conocer a esta pareja capaz de sortear peligros y luchar contra los prejuicios que ellos mismos se empeñan en validar, eso sí, en caso de leerla espero que lo hagáis junto al resto de la serie pues así no os perderéis la fascinante historia de esta particular familia.
Serás mi perdición de Christine Cross ha resultado una lectura muy entretenida que viene a engrosar las novelas de la serie La familia Marston y que tan buenos ratos me han hecho pasar, una historia donde viajaremos al lejano Egipto, tierra de faraones y misterios ancestrales, donde Gabriella y Lucien sentirán cómo el deseo los atrapa en una pasión abrasadora capaz de enfrentarse a aquello que más temen, además, el peligro que los acechará en su aventura los unirá para demostrarles que sus miedos no pueden marcar sus vidas, únicamente los sentimientos que han comenzado a sentir serán la guía para un futuro que ya está escrito.
Gracias a Selecta por el ejemplar ·
Muchísimas gracias por esta reseña tan bonita y por todo lo que dices en ella. Soy yo la que estoy agradecida de que me leyeras por primera vez y te gustase mi historia, y de que me hayas acompañado siempre con los Marston, dejándome maravillosas reseñas y tanto cariño. Gracias de corazón!!
ResponderEliminarHola
ResponderEliminarEsta claro que nuestras autoras, no siempre van a acertar, pero en tu caso la ventaja es que no te enamoró del todo, pero sigues satisfecha.. me parece que me llevo el nombre de esta pluma y vamos buscando cositas.
Un bes💕
Parece un lindo libro. Gracias por la reseña.
ResponderEliminarHola :)
ResponderEliminarMe lo llevo apuntado para más adelante.
Besos