Reseña | Cada vez que te tengo, Noa Alférez

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Selecta · 23 Noviembre 2023 · Histórico · 3º hermanos Craven

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Durante este verano he estado leyendo la trilogía Hermanos Craven de Noa Alférez, pues bien, ya os he traído reseñadas las dos novelas anteriores y únicamente me quedaba la historia de Allison, el personaje al que le tenía más ganas, así, Cada vez que te tengo se ha convertido en mi libro favorito de los tres, aunque en realidad todo lo que escribe la autora es digno de mención. Una trama de superación, valentía y fortaleza donde una mujer rota en todos los sentidos, tendrá que superar la muerte de aquel a quien una vez le entregó su corazón, algo que la llevará hasta un hombre que se propondrá curar sus heridas, a pesar de tener él el alma tan destrozada como ella.

Allison Craven siempre fue una joven alegre y vivaz, su carácter un tanto caprichoso no impidió que fuera un faro en las vidas de aquellos que la rodeaban, por lo que Charles Butler no tuvo ninguna oportunidad cuando los sentimientos comenzaron a nacer entre ellos, un amor intenso, de esos que te cambia la existencia y que te hace cometer locuras, no obstante, el suyo también fue un amor capaz de destrozarte por dentro. Así, cuando Charles muere prematuramente, la muchacha sentirá que no merece la pena seguir viviendo y dejará que la pena le haga cometer el mayor error de todos, uno que le dejará secuelas capaces de impedir que lleve una vida normal. Ahora, marcada tanto física como psicológicamente, Allison es un espejismo de lo que fue, encerrada en sí misma y sumergida en las pesadillas que le provoca su pérdida. Su familia recurrirá a Aidan Simpson, un reputado médico que parece tener un tratamiento que podría mejorar su situación, sin embargo, éste no es el hombre que ella esperaba, porque su atractivo y lo que desprende harán que la muchacha vaya tomando conciencia de que su interior no está tan muerto como creía.

Aidan Simpson eligió la medicina con ilusión, ya que su vocación siempre había sido ayudar a los demás, un hombre seguro de sí mismo y de sus capacidades que no pudo superar una tragedia personal, pues no consiguió salvar a aquella que más lo necesitaba, replanteándose así su profesión. Ahora, con muchas dudas y alejado de la primera línea, se dedica a investigar los mejores tratamientos para ayudar a los pacientes, sobre el papel sabe que puede ser útil de nuevo y no lo hace implicarse más de lo que puede soportar. No obstante, ha llegado el momento de tomar una difícil decisión, pues el vizconde de Richter le ha pedido ayuda para su hermana, quien está impedida y con una dolencia que ningún otro médico parece poder curar, una oportunidad única para alejarse de todo y aclarar sus ideas. Una elección que lo llevará hasta la mujer más increíble que nunca haya conocido y que podría ser la única que entre de nuevo en su corazón, curando las heridas que aún tiene y que lo hacen convivir con los demonios que lo asolan en la oscuridad.

Dos seres sumidos en la desesperación que se encontrarán cuando más se necesitan. Allison tiene que recuperar esa fortaleza que siempre la ha caracterizado y dejar atrás la tristeza que le provocó la muerte de Charles, su curación es algo que todos necesitan para seguir adelante, pero ella más que nadie, pues convive con un dolor que la atormenta y la ahoga hasta el límite de no dejarla olvidar. Aidan puede ser la persona que la saqué del pozo donde se encuentra y, aunque el principio no será fácil, si empezará a querer más de la vida, permitiéndose sentir y perdonar los hechos que la llevaron ahí. El médico es un hombre complicado que esconde secretos demasiado duros para que vean la luz, sin embargo, ella será su bálsamo para un futuro que no creía merecer. Una complicidad que los hará abrirse a una amistad mucho más importante para ellos de lo que piensan, una confianza ganada poco a poco, donde las emociones surgirán y esa atracción que se niegan a reconocer ganará la partida a la razón.

Noa Alférez pone el broche de oro a esta trilogía, unas novelas preciosas que vienen a representar esa pluma cuidada y elegante que posee. Aquí volvemos a disfrutar de una narración impregnada de un ritmo ágil y ligero, acompañada siempre de una ambientación ideal y detallada. En esta ocasión volvemos a Snowfields, el lugar donde los Craven se sienten seguros y a salvo, pues la propiedad familiar es el refugio de los hermanos, pero, sobre todo de Allison, ahí se escondió cuando pasó todo lo de Charles y ella quedó con las cicatrices que mostraban al mundo su desesperación. Como siempre, un placer volver a ese bucólico lugar que ya nos acompañó en las entregas anteriores y que será también un remanso de paz para el alma torturada de Aidan. No obstante, todo ello no sería nada si no fuera por esos protagonistas que nos harán vivir una historia de amor maravillosa, Allison y Aidan han estado sensacionales, con luces y sombras, capaces de ser el sostén del otro, pero con muchas dificultades para perdonarse. Dos personas con el corazón destrozado, el alma rota y un bagaje emocional que no se permiten soltar. Allison es una mujer que ha dado todo de sí misma en un amor que se perdió demasiado pronto, una tristeza que no podía superar y que le hizo cometer la mayor de las locuras, castigándose por ser ella la que estuviera viva y no él, un proceso de duelo que perdurará durante años y que la llevará a ser una persona sin alegría, sin ganas de sentir y, por supuesto, cerrada a los sentimientos. Sólo cuando Casandra le haga ver que debe seguir adelante dejará que la ayuden, entrando ahí en escena Aidan. El médico es un hombre que ha llegado a lo más alto en su profesión, no obstante, un hecho traumático lo ha alejado de sus pacientes, ahora sólo investiga y se mantiene al margen para no empatizar con ellos, dejando fuera de su vida un dolor que no quiere volver a sentir. Por esto mismo, cuando conozca a Allison estará tan reticente, mostrándose frío y profesional frente a una joven que le inspira mucho más que lástima, ella ha despertado nuevamente sus sentidos y lo pone ante una difícil decisión, ya que los sentimientos irán en aumento y la atracción que ha comenzado a nacer será irremediable a medida que pasen los días. Una pareja que irá conociéndose poco a poco, fraguando una complicidad que hará de ellos amigos, confidentes y, por último, amantes, pues se dejarán llevar por ese amor que ya nadie puede parar. Por otro lado, tenemos a los secundarios, los cuales han estado a la altura, acompañantes en una trama que nos permite ver las emociones de todos ellos, construidos a la perfección y siendo Casandra y Leonard los que más destaquen, pues nos seguirán mostrando como es su vida y acompañarán a la pareja principal en su andadura hacia la búsqueda de una segunda oportunidad. En definitiva, una novela muy emotiva que nos habla de la valentía y el tesón que deberán tener tanto Allison como Aidan para recuperar esa esencia que perdieron cuando la pérdida y el dolor llegó a sus vidas, una historia sobre segundas oportunidades para dos personas con un interior destrozado que tendrán que luchar contra sus propios demonios si quieren tener un futuro juntos.

Cada vez que te tengo de Noa Alférez es una historia de sentimientos, sufrimiento y emociones a flor de piel, una trama en la que seremos testigos de cómo dos seres rotos en todos los sentidos serán fuertes a pesar del dolor, permitiendo que la complicidad entre ellos sea la base para un amor nacido de lo más profundo de sus corazones, pues Allison y Aidan han visto como el pasado se volvía una constante en sus vidas, pero conocerse les dio la oportunidad de construir algo que necesitaban y que será la cura para unas heridas que creían que nunca podrían cicatrizar.

Gracias a Selecta por el ejemplar ·