Reseña | ¡Eh, soy Les!, Andrea Smith

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Plataforma Neo · 12 Febrero 2018 · Young Adult · 2º Las chicas Sullivan

«DÉJAME OLVIDARME DE TI ANTES DE QUE SEA DEMASIADO TARDE.»

Cuando te mandan un verano entero a casa de tu padre, lejos de tus amigos, con su mujer y tus horribles hermanastros, sabes que tu vida no podría ir peor.

Leslie Sullivan detesta a los horrigemes, pero eso no quita que uno de ellos le diese su primer beso, y que ahora el otro vaya a ser su profesor particular de matemáticas.

Les debe sobrevivir al verano como sea. Por ello, ha preparado una lista de reglas que debe cumplir para evitar un desastre monumental.

Pero ¿qué pasará cuando, contra todo pronóstico, rompa la más importante de ellas: no enamorarse? Parece que, en efecto, su vida sí puede empeorar.

«YO SOY LES, Y ESTAS SON MIS REGLAS.»

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Cuando leí Mi plan D de Andrea Smith me fascinó la frescura que poseía la autora para narrar una historia sencilla y natural, para volverla al mismo tiempo adictiva y atrayente. Ahora que he continuado con las peripecias de las hermanas Sullivan, ¡Eh, soy Les! no ha hecho sino reforzar mi idea de que estamos ante una joven escritora que lo tiene todo para seguir gustado al lector. En esta ocasión, vamos a desentrañar los pensamientos de Leslie Sullivan, la hermana menor de Kenzie tiene mucho que decir, pues nos deleitará con sus locuras, sus impetuosas ideas, sus emociones y sus sentimientos, porque, por mucho que ella no esté dispuesta a enamorarse, el amor es algo imprevisible y puede llegar en el momento más inesperado.

Leslie Sullivan es una chica muy especial, alegre, divertida y muy madura para su edad, pero con un punto alocado que la hace alguien única. Ha pasado la mayor parte de su vida en compañía de su madre y su hermana Kenzie, su padre se fue cuando ella era pequeña y desde entonces el trato con él ha sido más bien escaso. No obstante, tampoco lo ha necesitado, se ha acostumbrado a valerse por sí misma y ahora, con dieciséis años, ya no necesita lo que éste pueda ofrecerle. El problema vendrá cuando se dé cuenta que el mundo a su alrededor sí se ha transformado, ahora no son solo tres en su pequeña familia, su madre se ha vuelto a casar con Tom, y como es normal, quieren tener un tiempo para ellos solos. Además, Kenzie está demasiado ocupada con la universidad y el nuevo trabajo que tiene para pasar las vacaciones en casa, por lo que Les se va a encontrar sola y con la única opción de recurrir a su padre. Así pues, a la muchacha no le quedará más remedio que pasar los tres meses de la época estival en casa de su progenitor, junto a su esposa y a los detestables hijos de ésta. De este modo, lejos de sus amigos y compartiendo su día a día con los horrigemes, comenzará un verano de lo más alocado, pues no sólo tendrá que evitar las burlas de los gemelos, sino también lidiar con Hunter, el peor de los dos, un tipo insufrible que saca a flote sus peores instintos, demasiado sexy para su paz mental y que, por un inesperado giro del destino, acabará convirtiéndose en su profesor particular de matemáticas.

Hunter está preparado para iniciar una nueva etapa en su vida, pues solo le quedan unos pocos meses para comenzar la universidad, el momento que marcará su existencia, haciéndolo más adulto y responsable. De esta forma, está ante un verano épico, sin responsabilidades, en el que divertirse y disfrutar con sus amigos. Sin embargo, las cosas van a cambiar ligeramente cuando Leslie Sullivan se mude a vivir con ellos. Su padrastro va a cuidar a su hija durante un tiempo, hasta que la madre de ésta y su nuevo marido regresen de su luna de miel, un periodo demasiado largo para soportar a una insufrible metomentodo que parece haberles declarado la guerra desde el momento en el que se conocieron. Así, desde que su madre se volvió a casar, Les ha sido su enemiga jurada, junto a su hermano Blake le hacían infinidad de travesuras cuando la chica los visitaba, el blanco perfecto de sus bromas y, también, una digna rival que las devolvía todas. No obstante, la niña de hace cuatro años ya ha crecido y se ha acabado convirtiendo en una joven fascinante con una personalidad demoledora que no duda en hacerle frente. Así, este será un verano de descubrimientos, ya que siente que su nuevo interés hacia su hermanastra va más allá de lo fraternal, y lo que es más importante, nota que es algo recíproco. Además, si esto no fuera suficiente, el destino querrá que su relación sea mucho más estrecha, pues se convertirá en su profesor particular, una tarea de lo más complicada cuando lo único que le apetece es besarla hasta domar su rebelde corazón.

Les no está dispuesta a dejarse vencer por las circunstancias, la mala suerte ha entrado a formar parte de su vida, pero no duda que sobrevivirá a ese verano cueste lo que cueste. Por esto mismo no debe olvidar nunca las reglas que se ha impuesto para ello, ante todo ser feliz siempre y disfrutar al máximo sin importarle lo que piensen los demás, pero, sobre todo, pasar de los gemelos y no dejar que ningún chico le rompa el corazón. Pues bien, y como se suele decir, los planes nunca salen como se conciben, y compartir tiempo con los hermanos le demostrará que éstos no son tan malos como creía en un principio, algo idiotas, eso sí, pero no tanto como para no poder manejarlos. Así, poco a poco, Hunter y Blake comenzarán a ser parte de su vida, le demostrarán una sincera amistad, se preocuparán por ella y harán aflorar otros sentimientos un tanto confusos y difíciles de manejar. No obstante, solo uno de los dos llegará a convertirse en alguien imprescindible en su corazón, pues el amor ha llamado a su puerta y lo ha hecho para quedarse. Sus sentimientos hacia Hunter la pillarán totalmente desprevenida, ya que el muchacho le mostrará una cara totalmente distinta a la que conocía, una persona en quien se puede confiar y mostrarse tal cual es. Sin embargo, estar juntos es complicado, pues el modelo de familia en la que viven no es el ideal y las diferencias que aún existen entre ellos puede ser un obstáculo insalvable para su futura relación.

Andrea Smith ha vuelto a deleitarme con una prosa fresca, ágil y muy fluida que denota confianza en sí misma y en lo que nos está contando. Como ya ocurrió con Mi plan D, en esta segunda entrega de la serie Las chicas Sullivan somos testigos de una historia desenfadada, con ciertos toques de locura y muchos momentos divertidos que sacarán la sonrisa del lector. Si en la primera parte conocimos a Kenzie, una chica metódica y organizada que estaba obsesionada con las listas, este es el turno de su hermana Leslie, todo un personaje que resultará totalmente opuesta a la primera. Se nos presenta como alguien imprevisible, capaz de decir y hacer lo que le venga en gana, que no mide las consecuencias de sus actos y no deja que nada ni nadie rija su vida, pero que resulta absolutamente adorable en su rebeldía. Ella ha aprendido que la perfección no existe por lo que intenta adaptarse a una existencia llena de sorpresas. Su carácter impulsivo e inquieto la ha llevado a meterse en demasiados líos, pero esto no ha hecho que desista en las ideas que se le pasan por la cabeza, de las cuales la mayoría resultan ser un auténtico desastre. Así, enfrentarse a sus hermanastros será un reto que no está dispuesta a rechazar, una aventura que la llevará junto a Hunter, un chico que no puede evitar molestar a Les, pues su interés hacia ella lo camufla con las pullas que le lanza, sin embargo, la muchacha le gusta desde hace tiempo y no puede evitar abrigar las emociones que está sintiendo. Juntos son una mezcla explosiva, continuos enfrentamientos verbales, tensión sexual no resuelta y un tira y afloja que se refleja a la perfección en los diálogos, muy divertidos, con mucha chispa y que dan a la novela un dinamismo muy especial que invita a su lectura. Asimismo, no sólo son dos los personajes que componen la trama, también tenemos a unos secundarios perfectos y muy bien definidos. Así, nos volveremos a encontrar con Kenzie, veremos cómo le va en su vida universitaria y que ha ocurrido en su relación con James, un par que todavía tiene mucho que contar y que espero que la autora nos lo ofrezca en la continuación que seguro tiene planeada. Además, sabremos más de Blake, el otro gemelo, un enigma que se irá desvelando a lo largo de la obra, pero que nos deja con ganas de más y que apunta a tener historia propia. Ellos, junto al resto de la pandilla, son una muestra de lo que se esconde entre las páginas del libro, una trama donde Les nos contará todo lo que puede hacerse en un verano, siempre que estés dispuesto a romper las reglas y no tengas miedo a enamorarte.

¡Eh, soy Les! de Andrea Smith es una novela refrescante y adictiva en la que Les hará las delicias del lector con todas sus locuras, su manera de vivir la vida al máximo y de descubrir el amor en la persona menos esperada, un verano intenso que cambiará la existencia de la joven para siempre.