Reseña | Heredando el amor, Natalia Román

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Romantic Ediciones · 18 Abril 2017 · Contemporáneo · Independiente

Yésica es una joven hermosa que la vida no ha tratado bien, huye de su peor pesadilla. Es el momento en que conoce a Francisco, un de buen corazón y con fortuna. Él le ofrecerá un techo y la seguridad que necesita, a cambio solo tendrá que hacerse pasar por su amante. El motivo no es otro que esconder su terrible enfermedad a su hijo Alex.

Alex, es un hombre amargado por un desengaño del pasado, convencido en que jamás se debe confiar en una mujer. Por eso solo ve en Yésica a una cazafortunas que se aprovecha de su padre.

Pero del odio al amor solo hay un paso. El destino está dispuesto a jugar con Yésica y Alex. Un testamento les unirá en contra de su voluntad, despertando unos sentimientos que jamás creyeron volver a sentir.

Heredando el amor de Natalia Román es una historia de miedos y traiciones, pero sobre todo de amores inesperados y reñidos que lograrán devolver la fe en este hermoso sentimiento a todos aquellos que lo habían relegado al más absoluto de los olvidos tras años de dolor y sufrimiento. Así pues, con este argumento nos sumergimos en una intensa aventura donde su heroína padecerá amargas experiencias, pero también la más dulce de todas las emociones, el amor, permitiéndonos de esta forma conocer las injusticias y las alegrías que durante la lectura sufrirá esta inocente muchacha. Por lo tanto, la novela que os traigo reseñada nos guiará por la vida de una joven que madurará a base de traumáticas vivencias que marcarán su alma y parte de su corazón logrando así la empatía de los lectores.

Yésica lo tenía todo, un futuro por delante, una madre que la adoraba y un padre que la protegía, sin embargo, con tan solo dieciséis años todo cambió, su madre enfermó de cáncer, sin posibilidad de salvarse, sus estudios se vieron afectados y su padrastro desvelo su verdadera personalidad, un monstruo oculto tras una fachada de hombre perfecto que durante los siguientes cuatro años iba a mancillar su espíritu y su cuerpo. Así pues, con la constante amenaza por parte de su padrastro de ser echada tanto ella como su madre a la calle, Yésica vivirá un infierno a manos de un asqueroso individuo que continuará vejándola sin importarle nada más que su placer. Con lo cual, cuando finalmente su querida y amada madre fallece, ésta no dudará en escapar de casa y alejarse lo más rápido posible de todo lo que la ha dañado durante tanto tiempo. De esta forma, se encontrará vagando por las calles sin un lugar donde acudir o dinero al que recurrir, no obstante, el destino se apiadará de ella, dándole una oportunidad de salir adelante dejando todo lo doloroso atrás, pues tras ser recogida por un amable y caballeroso señor su futuro se llenará de luz y esperanza otra vez.

Francisco Alcázar es un hombre que ha tenido una vida plena, ha amado, ha reído, pero también ha llorado, por este motivo cuando recoge a una joven desamparada en mitad de la carretera sabe que su deber es ayudarla y cuidarla. Sus ojos le dicen que ha sufrido mucho, que hace tiempo la alegría abandonó su vida y que un gran dolor la marca y persigue no dejándola descansar. Así pues, no le temblará la voz cuando le proponga un trato ventajoso tanto para ella como para él, pues le ofrecerá su hogar como refugio a cambio de que finja a ojos de todos, incluido su hijo, ser su nueva pareja. Una idea bastante descabellada que no terminará de convencer a Yésica, pero ante todo lo que ha hecho por ella no puede darle la espalda, por lo que terminará aceptando dando comienzo a un maquinado plan con consecuencias insospechadas para los implicados.

Así pues, Yésica llegará a la casa Alcázar con una etiqueta sobre sus hombros, todos la ven como la amante aprovechada de un hombre rico y millonario, mucho mayor que ella, que espera sacar un buen pellizco de esta relación. Todas estas ideas serán habladurías de la prensa y de mentes retorcidas que envenenarán el corazón de Alex, el hijo de este, un hombre que ha sufrido mucho y que nada más conocerla la odiará y la insultará con duras palabras y calificativos.

Alex Alcázar es el único heredero de la familia Alcázar, su vida ha estado marcada por la tragedia y el dolor, por lo que su frío corazón, congelado desde hace años, no dudará en odiar a la nueva conquista de su padre, una mujer demasiado joven para su progenitor que atenta, a su entender, contra el bienestar de este. Así pues, sin remordimientos la atacará indiscriminadamente, golpeándola verbalmente siempre que la oportunidad se presenta, no obstante, bajo la fachada de odio que desprende, sentimientos ocultos le hacen replantearse su comportamiento y preguntarse quién es en realidad la nueva intrusa que ha llegada hasta ellos y ha alterado todo su mundo.

De esta forma, Alex y Yésica vivirán tensos momentos que complicará su relación, además insólitas vivencias los arrastrarán a experimentar emociones prohibidas y peligrosas que dificultarán mucho más la paz de los Alcázar. Asimismo, un terrible acontecimiento con consecuencias nefastas lo cambiará todo obligándolos a contraer matrimonio con unas cláusulas ridículas e imposibles de cumplir si no dejan aflorar los verdaderos sentimientos que se profesan. Igualmente, aunque ambos se aman, lo niegan, Alex por todo lo que su cabeza le grita sobre ella y por su pasado con una traicionera mujer, algo que lo persigue y lo bloquea dificultándole volver a amar y a confiar. Para Yésica, en cambio, serán las horribles vivencias soportadas a manos de su padrastro el mayor obstáculo para acercarse a él, por lo que los avances llevados a cabo por Alex serán rechazados reiteradas veces, pues, aunque el corazón de su nueva esposa anhela su contacto, su mente la impulsa a actuar con rechazo y repulsión, emociones que se convertirán en una gran barrera que deberán superar si desean ser felices para siempre. Por lo tanto, nuestros protagonistas se sumergirán en un apasionante romance plagado de trabas, mentiras, secretos y malentendidos que los llevará a vivir una historia de amor complicada y de las que solo se sale victorioso si abres tu corazón sin miedo a nada.

Natalia Román relata una historia compleja, con giros argumentales que despertarán un sinfín de emociones en el corazón del lector. Asimismo, el desarrollo de la trama pasará por distintos momentos que serán claves para el avance de la personalidad de Yésica y el cambio producido en su manera de ver la vida y vivirla. Igualmente, Francisco y Alex serán el culmen de su mundo, el primero, será el hombre que le de la paz que tanto necesita y el que la salvará cuando más perdida se hallaba, un personaje cariñoso, justo y bondadoso que me caló hondo y con el que disfruté mucho. Por otro lado, esta Alex, el otro hombre de la vida de Yésica que se convertirá en su dolor, su mayor enemigo y también en el destinatario de su amor, el único capaz de hacerla vivir la vida nuevamente, olvidándose de los miedos del pasado y de la seguridad con que Francisco la rodeó, un héroe duro y cabezota que llegué a odiar en ciertos momentos, pero que supo cautivar mi corazón. Por lo tanto, Yésica será una superviviente que no perderá su aura tierna e inocente ni su bondad, ya que, a pesar de las duras situaciones sufridas luchará y saldrá adelante con la cabeza alta y más fortalecida por todo lo ocurrido, aunque tengo que decir que hubo instantes que su actitud cerrada, que le imposibilitaba sincerarse con Alex, para que así este hubiese entendido sus continuos negativas a tener algo más físico e íntimo, me supero, pensé que no iba a avanzar nunca y que todo lo que estaba leyendo era innecesario, no obstante, la autora tenía un plan para todo que dio emoción a esta sufrido romance. Así pues, Natalia nos narra una apasionante historia, emotiva y trágica que llenará el corazón del lector disfrutando de ella y devorándola sin darte cuenta, ya que la prosa encontrada entre sus páginas y las vivencias descritas y desarrolladas hicieron que la lectura fuera no solo entretenida, también ligera, ágil y muy fluida, por lo que terminó siendo una gran experiencia que espero repetir en un futuro.

Heredando el amor de Natalia Román es una intensa historia llena de dolor, pero también de amor que nos enseñará lo bonito que es dejarse llevar por lo que sientes sin importar lo que el mundo entero piense de ello, pues lo importante es amar y ser amado.