Reseña | Rivales de día, amantes de noche, Nieves Hidalgo

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Vergara · 5 Julio 2018 · Histórico · 1º Un Romance en Londres

UNA PROMESA QUE ÉL
ROMPERÁ POR CULPA DEL AMOR...
UN AMOR POR EL QUE ELLA
ARRIESGARÁ LA VIDA...

Barbara Ross, tras la muerte de su único pariente, se ve obligada a viajar desde Edimburgo a Londres para ponerse a cargo del tutor elegido por su tío para ella. No sabe nada de ese sujeto salvo su nombre: Alan Chambers, vizconde de Maine. Imagina que será un caballero de edad avanzada, como lo era su tío, pero Maine no es, ni por asomo, lo que la muchacha espera encontrar.

Alan Chambers, segundo hijo del duque de Hatfield, ha aceptado la tutoría por la amistad que le unía a Thomas Ross, esperando tener como pupila a una niña. Tampoco él se imagina que va a encontrarse con una mujer en edad de casarse. La atracción que siente por ella desde el primer momento va a ponerle las cosas muy difíciles, sobre todo porque ha jurado no permitir que ninguna mujer domine su vida... como le sucedió a su padre.

Una antigua afrenta y el enfermizo deseo de venganza de un hombre, unido a la codicia de poseer una famosa esmeralda, propiedad de Barbara, harán que sus vidas peligren y que deban poner a prueba la fuerza de su amor.

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Me encantan las novelas románticas de corte histórico, son mis favoritas, pero si además están ambientadas en la Regencia inglesa, puedo decir sin equivocarme que no me van a defraudar. Este es el caso de Rivales de día, amantes de noche de Nieves Hidalgo, primera entrega de su serie Un romance en Londres. Muchos opinaréis que será un nuevo libro donde plasmar todos los clichés típicos que abunda en este género, como dama intrépida que no se conformará con el destino que le ha sido impuesto, o libertino que ha jurado no enamorarse jamás, pues bien, en principio esas son las premisas que rigen el argumento de esta preciosa novela, pero no queda ahí la cosa, en ella también vamos a encontrar una atracción que pondrá patas arriba sus mundos, una maldición que afecta a una esmeralda, enemigos que juran venganza y unos secundarios atípicos que están muy bien definidos y que animarán la historia de principio a fin. Personalmente, no puedo pedir más, porque disfrutar de la trama ha hecho que descubra unos protagonistas con mucha química y que me entren muchas ganas de descubrir el siguiente volumen de la saga. 

Barbara Ross lleva viviendo con su tío Thomas desde que sus padres fallecieron, cuando ella todavía era muy joven. Ahora, a sus veintitrés años, se ha acostumbrado al carácter de su pariente, que, aunque no es excesivamente cariñoso, le ha dado todo lo que necesitaba, facilitándole una educación y protegiéndola del desamparo y la adversidad. Pues bien, la fortuna ha querido que vuelva a quedarse sola, el anciano ha fallecido de repente y la ha puesto en una situación un tanto delicada, la ha dejado en manos de un tutor, alguien que velará por sus intereses pero del que lo ignora todo. Solo conoce su nombre, nunca lo ha visto y mucho menos sabe si desea acogerla en su casa. Así, no le queda más remedio que iniciar viaje a Londres para encontrarse con Alan Chambers, vizconde de Maine, el sujeto que se hará cargo de su fortuna hasta que contraiga matrimonio o alcance la edad en la cual podrá manejar ella misma sus bienes. Esta situación la tiene muy enfadada, porque cree que es lo suficiente mayor como para valerse por sí misma. Solo piensa en convencer a su protector para que la deje libre, no obstante, nada más lejos de la realidad, cuando llegue a su destino encontrará a un hombre cabezota que no atiende a razones, no está dispuesto a dejarla regresar sola a Edimburgo, va a acatar la última voluntad de su tío, sin importarle su opinión. Además, el vizconde no es como se lo imaginaba, su juventud y su atractivo harán que Barbara lo vea con otros ojos, pues los sentimientos que despierta en su corazón están muy lejos de ser considerados los más convenientes. 

Alan Chambers, vizconde de Maine, lleva demasiado tiempo sumido en la soledad. Es cierto que tiene una familia que lo quiere y le da el cariño que necesita, no obstante, la muerte de sus padres en un oscuro episodio de su pasado ha enturbiado su vida, haciéndolo un hombre solitario y descreído del amor, su corazón está protegido por barreras que nadie ha podido franquear. De esta forma es considerado un redomado libertino que disfruta de los placeres que las mujeres le ofrecen, pero que no desea atarse a ninguna, pues lo del matrimonio no entra dentro de sus planes. Ahora, el destino ha puesto en su camino a Barbara Ross, una dama con la lengua demasiado larga, pero que le despierta desde el primer momento multitud de emociones. Cuando le comunicaron que tendría que hacerse cargo de una joven que había quedado desamparada, nunca imaginó que su pupila sería una hermosa mujer con el cabello como el fuego y los ojos del color de las esmeraldas. Tenerla bajo su techo va a ser todo un reto, ya que su instinto más primitivo le dice que dejarse llevar por el deseo que despierta en él es la única forma de saciar su apetito, sin embargo el honor lo obligará a resistirse a sus impulsos y protegerla de todo, incluido él mismo. 

Una pareja de lo más extraña, pues tutor y pupila no comenzarán con muy buen pie su convivencia. Barbara ve en Alan a un nuevo señor, alguien que le impide volar libre definitivamente. Quedarse sola no ha sido lo mejor que le ha pasado, pero cree que ella misma puede manejar su situación y tomar las decisiones que mejor le convengan. El vizconde de Maine, por su parte, ha aceptado una responsabilidad y no está dispuesto a desproteger a la joven. Dos pensamientos totalmente opuestos que los hará enfrentarse una y otra vez, es más, la impetuosa dama está dispuesta a desafiar a una sociedad que no tiene en cuenta a las mujeres, y Alan ya es incapaz de imaginarse su existencia sin la dama que ha entibiado su alma. Sólo les queda habituarse a una relación que se complicará todavía más cuando la atracción que sienten se vuelva algo difícil de obviar. Sentimientos que los envolverán en un romance apasionado y comprometido, pues no solo tendrá que superar los obstáculos que les impiden estar juntos, sino que también el misterio de una esmeralda y la posibilidad de una maldición los llevará a una aventura peligrosa donde los enemigos acechan entre las sombras y los pondrán en serios problemas. 

Nieves Hidalgo nos presenta en esta primera entrega una historia fascinante con romance, pasión, intriga y peligro, pues la trama nos llevará a vivir momentos muy dulces y tiernos entre nuestros protagonistas y otras situaciones un tanto difíciles en las que el carácter y la impetuosidad de Barbara la pondrán en verdaderos aprietos. Un libro contado en tercera persona donde una prosa fresca, cuidada y muy bien hilvanada nos ofrece una narración ágil salpicada de diálogos con ingenio donde los enfrentamientos entre tutor y pupila dejarán bien plasmada la química que existe entre ambos. Una atracción que los pondrá en la cuerda floja en más de una ocasión, pero a la que se resistirán por la situación en la que se encuentran. En cuanto a sus personalidades, Barbara es una mujer adelantada a su tiempo, con ideas muy progresistas que no dudará en meterse en más de un problema para salirse con la suya. Una joven que no quiere depender de nadie, se niega a ser la sombra de un hombre y desea vivir según sus normas. No obstante, también conoce la sociedad en la que habita y es consciente de las limitaciones de ésta, se conforma pero no está de acuerdo y lo expresa cuando puede. Alan, por su lado, lleva demasiado tiempo con el corazón cerrado, conoce mejor que nadie el daño que puede hacer el amor, por lo que vive sin atarse a unos sentimientos que podrían ser su debilidad. No quiere sufrir por este sentimiento y confiar en una mujer sería dar demasiado poder a una persona que podría destruirlo. Ambos irán dejando de lado sus miedos para dejarse llevar por lo que sienten, una emoción verdadera y única que los podría llevar a la felicidad. En definitiva, dos protagonistas muy carismáticos y notables que vendrán acompañados de unos secundarios muy interesantes que pondrán su granito de arena a la historia. A mí no me han defraudado, pues junto a la ambientación, donde la autora nos ha descrito con mimo el Londres de principios del siglo XIX, las diferencias entres las clases sociales y como se inicia una lucha para combatir la pobreza y las injusticias que hacen de la sociedad londinense una de las más fragmentadas, los personajes son un punto fuerte a tener en cuenta y que han hecho que la trama me permita disfrutar de una historia preciosa repleta de detalles que seguro gustarán al lector. 

Rivales de día, amantes de noche de Nieves Hidalgo es una novela que nos ofrece una maravillosa historia donde una mujer demasiado impulsiva y un hombre que no desea enamorarse compartirán un amor único, apasionado y verdadero, un sentimiento con el que se enfrentarán a una sociedad con normas demasiado rígidas y que les permitirá vencer sus propios miedos.