Reseña | La magia de los besos, Ebony Clark

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Selecta · 22 Agosto 2019 · Contemporáneo · 3º Trilogía McKenzie (Autoconclusivo)

NO TE QUEDES SIN SABER CÓMO TERMINA LA TRILOGÍA AMBIENTADA EN EL OESTE AMERICANO «LOS MCKENZIE» DE EBONY CLARK.
UNA APASIONANTE HISTORIA DE AMOR, DESEO Y TERNURA, DE BÚSQUEDA DEL PASADO Y SUEÑOS CUMPLIDOS DE FUTURO.

Dylan, enigmático y rebelde, descubrirá las verdaderas razones por las que los McKenzie son invencibles.

Dylan McKenzie busca su lugar indagando en su pasado en el afán por descubrir sus orígenes. En esta historia, se reencontrará con su amor de juventud, ahora amante del hombre que quiere destruir Harmony Rock, y también con la detective Hicks, quien ya despertó su interés en la anterior historia de los hermanos.

El último de los hermanos McKenzie se enfrenta a algunos fantasmas del pasado en esta apasionante historia de amor, amistad y perdón.

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Desde que leí las dos primeras novelas de la Trilogía McKenzie tenía muchas ganas de conocer la historia de Dylan, el tercero de los hermanos me tenía muy intrigada y sabía que detrás de su fachada canalla y rompecorazones se escondía un hombre tierno y leal capaz de todo por su familia. Pues bien, La magia de los besos de Ebony Clark ha sido el broche final perfecto para concluir las andanzas de estos sexy cowboys, apasionados y románticos, que no han dudando en arriesgarse para conseguir el amor verdadero. Dylan McKenzie no me ha decepcionado en ningún sentido y, junto al resto de la familia y de los personajes nuevos que he ido conociendo, me ha hecho devorar un libro adictivo que no pueden perderse quienes disfruten con una buena historia de amor.

Dylan McKenzie es un hombre misterioso que no muestra de sí mismo más que pequeñas pinceladas de una personalidad compleja, no pudiendo olvidar en realidad que fue un chico indio que no conoció a su familia y que tuvo la suerte de ir a parar a Harmony Rock. Allí, Jeremiah McKenzie le dio un hogar repleto de cariño y respeto, el lugar donde creció junto a tres hermanos que adora y por los que daría su vida. No obstante, aún después de tanto tiempo, el joven todavía siente una gran curiosidad por sus orígenes, cree que descubriendo donde pertenece le dará lo que siempre le faltó, un pasado que complete las lagunas que hay en su vida. De esta forma, no dudará en investigar sus raíces, algo que lo llevará hasta un anciano indio que resultará ser todo un enigma. Además, su camino también se cruzará con el de la detective Hicks, ella es una persona íntegra que se preocupa por los demás, una mujer no demasiado atractiva pero que despertará en él sentimientos olvidados y un deseo inexplicable que no podrá borrar.

Matilda Hicks ha tenido que ganarse el respeto de sus compañeros a base de esfuerzo. Su trabajo como detective en Abilene no ha sido fácil y la ha llevado a enfrentarse con gente que no la tomaba enserio o la denigraba por ser mujer, sin embargo, ella siempre se ha mantenido firme defendiendo a los débiles y protegiendo a quienes la necesitaban. De esta manera, no dudará en ayudar a un pobre anciano, momento en el que volverá a cruzarse con el irresistible Dylan McKenzie. Desde que conoció a este atractivo vaquero supo que mostrarse débil ante él sería su mayor error, es un hombre sensual que sabe como encandilar a las féminas y ella no es inmune a sus encantos. Por este motivo cuando sus caminos queden temporalmente entrelazados le resultará muy difícil resistirse al deseo que despierta en su interior, además, con cada momento compartido descubrirá una persona diferente a la que es muy fácil querer, algo demasiado peligroso para su corazón. 

Matilda y Dylan parecen ser muy diferentes entre sí, no obstante, ambos son dos almas perdidas que en algún momento de sus vidas olvidaron la fe en el amor. Ella no cree que ningún hombre pueda hacerla feliz, demasiados de ellos la han decepcionado y se esconde detrás de una capa de cinismo para mantenerlos alejados. Dylan, por su parte, conoce como es la felicidad en los matrimonios de sus dos hermanos, sin embargo, todavía no ha sentido esa chispa especial por una mujer, ellas son sólo un pasatiempo más. Ahora que se han encontrado la química que hay entre ambos es innegable, no pueden evitar sentir cierta tensión sexual que de darle rienda suelta podría cambiarlo todo. Asimismo, el destino jugará a su favor y les hará acercarse cada día más haciendo que los sentimientos tomen el mando. Una relación complicada que deberán tomarse con calma, pues Dylan tendrá que aclarar ciertos asuntos con el pasado y, al mismo tiempo, asegurar un futuro para Harmony Rock ya que el rancho pasa por dificultades y él no dudará en hacer un peligroso trato para salvarlo de la ruina.

Ebony Clark ha vuelto a enamorarme con su pluma, pues con una prosa ágil y adictiva no ha tenido problema en meterme de lleno en una historia sobre el amor, la amistad y el perdón. Desde que leí al primero de los McKenzie quedé encantada con la ambientación, me fascinan los libros de cowboys y supe que esta familia iba a ser mi perdición, apasionados, sexy, tiernos, leales y con eso toque pícaro que los hace irresistibles, una mezcla que en Dylan ha resultado totalmente perfecta, lo tenía todo y su relación con Matilda ha aportado en él facetas que lo han hecho más humano, así pues, hemos visto un personaje protector para aquellos que lo necesitan y un seductor con la mujer que ha sabido ver más allá de su fachada rebelde, dejando de lado la imagen de buscavidas que hasta ahora había mostrado. La detective Hicks, por su parte, es una mujer que no soporta las injusticias, íntegra y fiel a sus principios procurará estar para quienes la necesitan, es cierto que se esconde tras una personalidad cínica, pero sus sentimientos por el indio van más allá que un simple flirteo, ella desea su final feliz, sin embargo, arriesgarse a tenerlo significa exponer su corazón. Juntos han dado vida a la novela, con sus diálogos chispeantes y esos momentos donde las insinuaciones hacían subir la temperatura. Ellos han sido unos principales únicos, no obstante, los secundarios han dado más fuerza aún a la trama. Como os he dicho, seguiremos disfrutando del clan McKenzie, asimismo, también habrá otros personajes muy interesantes que serán primordiales para la historia, los cuales darán más de una sorpresa. Además, la ternura no podía faltar y vendrá de la mano de Caleb, un niño muy especial que me ha robado el corazón y se convertirá en el lazo de unión de Dylan y Matilda, una especie de Cupido improvisado capaz de derribar todas las barreras que la pareja se empeña en levantar. En definitiva, una novela preciosa para poner el punto y final a las aventuras de estos hermanos tan seductores.

La magia de los besos de Ebony Clark es un libro adictivo donde disfrutaremos de un apasionado romance, una lectura con personajes fuertes y seductores donde un amor profundo unirá a dos almas perdidas que necesitan dejar atrás el pasado para afrontar el futuro que ambas merecen.