Reseña | Días de ira, noches de pasión, Nieves Hidalgo

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Vergara · 20 Febrero 2020 · Histórico · 3º Un romance en Londres

ÉL QUIERE DESENMASCARAR A LA QUE CREÍA UNA TIMADORA.
ELLA SE RESISTE A CONTARLE SU SECRETO.
¿QUÉ CAMINO TOMAR CUANDO LA PASIÓN SE INTERPONE? ¿SE PUEDE TRAICIONAR AL CORAZÓN?

Sabrina Klever nunca pensó que, cuando todo le había dado la espalda, el conde de Lancashire la salvaría. Tampoco imaginó que casi seis años después se encontraría, cara a cara, con el último hombre al que hubiera deseado volver a ver: el barón de Sheringham, que acaba de regresar de la guerra contra Napoleón.

El barón de Sheringham ha regresado con el único deseo de olvidar los horrores de la guerra. Lo único que le ha mantenido cuerdo ha sido evocar unos ojos violetas que lo atan a un pasado feliz, antes de conocer la furia de un tiempo de sangre y muerte.

Sin embargo, cuando encuentra a Sabrina viviendo en casa de su abuelo y a pesar de la profunda atracción que siente por ella, no está dispuesto a que manejen sus sentimientos. Su misión es otra: desenmascarar a la mujer que pretende quedarse con parte de su patrimonio. Aunque para ello tenga que renunciar a la pasión.

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En este tiempo en casa me estoy poniendo al día con lecturas que tenía atrasadas, ahora le ha tocado el turno a Días de ira, noches de pasión, tercera entrega de la trilogía Un romance en Londres de Nieves Hidalgo. Con esta novela he tenido la oportunidad de conocer al fin al enigmático barón de Sheringham, un personaje que la autora ya nos presentó en los dos libros anteriores y que prometía una historia muy interesante. Pues bien, no ha sido para menos, aquí seremos testigos de un secreto que no debe ser contado, viviremos una pasión intensa entre dos personas que dejaron de confiar en el amor hace mucho tiempo y nos deleitaremos con una trama muy bien hilvanada donde la ambientación vuelve a ser un detalle a destacar en la obra de esta genial escritora.

Sabrina Klever no ha tenido una vida fácil, desde muy niña tuvo que ver como todo lo que tenía se evaporaba, lejos del lugar en el que nació su madre y ella sobrevivieron a duras penas y procuraron tener una existencia feliz. Sin embargo, cuando ésta murió Sabrina se encontró sola y desamparada, únicamente una vieja amiga de Peace Klever le tendió la mano para ayudarla. Así, trabajando en la posada que ella regentaba conoció al hombre que le robaría el corazón, un joven soldado que está a punto de marchar al frente para luchar contra Napoleón. Por esto mismo, no dudará en entregarse a la pasión, pues el adiós es definitivo entre ambos, no obstante, sus actos traerán consecuencias y nuevamente se encontrará en la más absoluta soledad. Asimismo, nunca imaginó que el honorable conde Lancashire sería la persona que la salvaría de la miseria, el anciano le ofrecerá un hogar y un trabajo que le devolverá la dignidad, en definitiva, una familia que le brindará el cariño que llevaba tanto tiempo anhelando. Una felicidad que se verá alterada cuando regrese el nieto del conde, un hombre marcado por la guerra que desconfía de ella por el papel que juega en la vida de su abuelo.

Kenneth Baker, barón de Sheringham, lleva demasiado tiempo combatiendo al enemigo, ahora sólo necesita regresar a su vida anterior y olvidar los horrores de una guerra que nunca debió ocurrir. Para ello ha vuelto a Londres con la intención de reencontrarse con su abuelo el conde de Lancashire y limar las asperezas que surgieron por su decisión de marchar al frente. De esta forma, cuando llegue a la propiedad familiar se encontrará con la presencia de una mujer que lo desconcierta, sus ojos le recuerdan a los de otra joven que le dio una noche inolvidable. No obstante, Sabrina Klever no es una dócil muchacha, ella es una persona fría y calculadora que ha planeado engañar al conde para hacerse con parte de su fortuna, o por lo menos eso es lo que él se imagina, porque no concibe otra explicación para que el anciano se desviva por ella y le conceda los privilegios que ostenta. Ahora su misión es desenmascararla y echar por tierra sus planes, sin embargo, desde el primer momento sentirá una atracción irresistible y su mirada amenaza con hechizarlo y hacer de él un tonto enamorado.

La relación entre Sabrina y Ken no comenzará con muy buen pie. Ella nunca imaginó que el hombre del que lleva enamorada tanto tiempo regresaría a su existencia y sería el nieto de su protector. Teme que el secreto que lleva guardando años salga a la luz y como consecuencia pierda lo más importante de su vida. El barón no se fía de la joven, no ve buenas intenciones en sus actos para con su abuelo, sin embargo, todos la adoran a ella y a su hija, dentro de la casa nadie duda de su bondad y al conocerla verá que no están equivocados, no obstante, Sabrina representa un enigma y él no está dispuesto a dejarlo estar. De esta forma, Ken no dudará en investigar el pasado de la muchacha, un arma de doble filo pues no sólo descubrirá quién es Sabrina realmente, sino que atará los cabos necesarios para ligar su existencia a la de ella, algo que removerá todo su mundo y lo hará asumir un papel que lo enfrentará a tener que elegir entre la razón y la pasión. Así pues, una atracción se forjará entre ambos, sentimientos muy fuertes que no podrán ignorar si quieren recuperar el tiempo perdido, sin embargo, la contienda que se ha iniciado entre ellos es el mayor de los obstáculos, ya que los dos tienen mucho temperamento y no están dispuestos a dejarse vencer por un amor que ya los tiene totalmente a su merced.

Nieves Hidalgo me ha conquistado nuevamente con esta preciosa novela, al igual que sus predecesoras esta tercera entrega de la trilogía tiene una trama fascinante con romance, pasión, secretos ocultos y el choque de dos voluntades muy fuertes que lucharán por salir victoriosos. Así, con una prosa elegante, cuidada y repleta de detalles, el lector tiene en sus manos una obra deliciosa, con un ritmo ágil y que resulta absolutamente adictiva. La narración es impecable, en ella las descripciones nos sitúan tanto espacial como temporalmente en una Inglaterra que ha vencido a Napoleón en una difícil guerra, pero también bebe los vientos del cambio, la clase proletaria pide más derechos y mejores condiciones laborales. La autora sabe incluir en el libro ciertos detalles que nos ponen de manifiesto estas reivindicaciones, además, nuestra protagonista, también es una mujer aventajada, se preocupa por los desfavorecidos y desea cierta libertad para tomar decisiones, pues los hombres siguen siendo sus dueños ya sean esposos, padres o tutores. Otro punto importante son los personajes, tanto principales como secundarios están muy bien perfilados y juegan un papel determinante dentro de la trama. Kenneth es una persona desconfiada por todo lo que ha vivido en la guerra, no quiere que su abuelo, su única familia, sufra ningún daño y él ve a Sabrina como eso mismo, alguien que podría engañarlos a todos. No obstante, ella es todo bondad, la vida la ha hecho fuerte y el conde ha sido el único que le ha tendido la mano. Nuestra pareja se conoció hace mucho tiempo pero él no la recuerda, sin embargo un hilo lo conecta a la joven y no podrá ignorarlo. Así, la atracción será inmediata, pero los sentimientos tardarán en consolidarse, no obstante, cuando lo hagan serán duraderos y permanentes, haciéndolos un ser indestructible. En cuanto a los secundarios serán Charleen, la hija de Sabrina, y el abuelo de Ken los que más destaquen, asimismo, habrá otros que aparecerán a lo largo del libro que también tomarán cierta importancia y a los que la autora ha sabido incluir en él de manera notable para que hagan todavía más dinámica la trama. En conclusión, una historia donde los sentimientos toman el mando haciendo que una noche de pasión entre dos jóvenes se convierta con el tiempo en un amor intenso en el que el corazón sea lo único que cuente.

Días de ira, noches de pasión de Nieves Hidalgo es una novela preciosa en la que Kenneth tendrá que despejar las dudas que nublan su mente para aceptar el amor que Sabrina le ofrece y así ambos disfrutarán de la pasión que los ha unido desde aquella noche donde todo cambió.