Reseña | Miranda. Retrato de amor, Erica Vera

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Selecta · 14 Enero 2021 · Histórico · 3º Las Dankworth (Autoconclusivo)

MIRANDA ESTÁ DECIDIDA A ESCUCHAR A SU CORAZÓN Y, DE SER NECESARIO, DEJAR TODO ATRÁS CON TAL DE VIVIR LA FELICIDAD QUE EL DESTINO LE PROPONE.

Abandonar el hogar nunca es fácil. Pero cuando la economía en el seno familiar lo reclama, Miranda Dankworth, tal y como lo hicieran sus hermanas, deberá forjarse su propio camino.

Dejará su Stratford natal con lágrimas en los ojos para que Rachel Green, dueña de una famosísima casa de modas en Londres, la reciba con las puertas abiertas y le dé un espacio en el mundo de la costura.

Miranda confía en el presente y en su espíritu libre. Sin embargo, unos ojos negros, tan negros como una noche de tormenta, destellan una tarde delante de ella y ya nada será igual.

Jack O'Connell no solo le robará besos a escondidas, sino que también sentirá la necesidad de forjarse un destino junto a ella. No obstante, para hacerlo posible, deberán arriesgarse, tomar decisiones y, sobre todo, animarse a vivir ese amor que nació sin buscarlo.

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Miranda. Retrato de amor de Erica Vera es la tercera entrega de la serie Las Dankworth, un conjunto de novelas ambientadas a finales del siglo XIX donde cinco hermanas, con caracteres y personalidades totalmente diferentes, tendrán que lanzarse al mundo para ayudar en la economía familiar y, de paso, encontrar el camino que les lleve a cumplir sus sueños, por supuesto, sin olvidarnos del amor, un sentimiento que entrará en las vidas de cada una para demostrarles su valentía y dotarlas de la fuerza necesaria para hacerle frente a una sociedad retrógrada que no las ve tal y como son. En este caso será Miranda la que tendrá que vérselas con las ideas de quienes piensan que las mujeres no deben desear o amar con libertad, una premisa muy interesante y con la que llevaba muchas expectativas, no obstante, la historia no ha terminado de engancharme, la he visto poco desarrollada, con personajes con los que no he logrado empatizar y un ritmo un tanto acelerado donde la trama no llegaba a consolidarse. Definitivamente ha sido una pena ya que el romance histórico me encanta y siempre disfruto leyendo autoras nuevas.

Miranda Dankworth ha abandonado el hogar familiar para trasladarse a Londres y buscarse un porvenir que le permita enviar dinero para mantener la casa donde se crió. Al igual que hicieron sus hermanas antes, ella también ha tenido que dejar atrás los recuerdos y la protección de quienes la conocen y la quieren, su destino es la casa de modas de Rachel Green, una muy buena amiga de su madre que le enseñará el oficio de costurera, algo que no termina de atraerla, ya que su sueño es convertirse en artista. Su pasión por el dibujo la ha hecho ser un verdadero prodigio en este campo, a través de sus obras transmite sus emociones y toda esa energía que posee. Por esto mismo, acatará los deseos de su progenitora, pero no dejará de lado el arte, es más, Londres se convertirá en su fuente de inspiración dándole alas para que sus ojos capten un mundo totalmente diferente. Así, su espíritu libre soñará con ver cumplidos sus deseos, algo que compartirá con un joven de ojos negros que la seducirá, pues Jack O'Connell pasará de ser un producto de su imaginación a convertirse en el hombre que le enseñe lo que es realmente la pasión.

Jack O'Connell se quedará totalmente prendado de Miranda cuando sus caminos se crucen. Él es un fotógrafo que intenta abrirse camino en una profesión un tanto desconocida aún, lo dejó todo atrás para cumplir sus sueños, y, a pesar de las dificultades, no se arrepiente de nada de lo que ha hecho. De esta forma, no tendrá ninguna duda de que la muchacha es un espíritu libre que ama tanto como él el arte y todo lo relacionado con éste, así, esos sentimientos que nacieron con la primera mirada no harán sino crecer con cada encuentro compartido. Amos sentirán que el deseo inicial se transformará en un amor apasionado, profundo y muy intenso, un sentimiento que no todos comprenderán y que tendrán que saber defender, porque la incomprensión de los que deberían apoyarlos los llevará a tomar decisiones importantes que cambiarán sus vidas para siempre. Una relación donde los obstáculos marcarán sus destinos y sólo la confianza en lo que ha nacido entre ambos les permitirá afrontar el futuro sin miedo.

¿SERÁ SU AMOR TAN FUERTE COMO PARA SUPERAR LOS INCONVENIENTES SURGIDOS?
¿PODRÁN ESCUCHAR A SUS CORAZONES Y DEJARLO TODO ATRÁS?

Erica Vera nos trae la tercera entrega de Las Dankworth, una serie centrada en la vida de cinco hermanas que, tras perder al cabeza de familia, tendrán que abandonar una por una el hogar que las vio nacer y donde fueron felices. Muchachas criadas en un ambiente rural que se enfrentarán a las miserias de la gran ciudad y dejarán atrás recuerdos y vivencias que forjaron unas personalidades dulces e inocentes. Así, Miranda tomará el relevo de Beatrice y Portia para encontrar su camino dentro de una sociedad de rígidas costumbres que condena todo aquello que no está previamente establecido y que únicamente ve a la mujer como un objeto al que poder poseer, cumpliendo su papel de madre y esposa, y, claro está, sin ningún tipo de aspiración profesional. De este modo, la joven llegará a Londres llena de sueños, triste por la separación, aunque motivada por poder ampliar su horizonte y conocer nuevos escenarios que la hagan mejorar como dibujante. Pronto se dará cuenta de que no es libre para vivir su destino, ella se verá sometida a unas reglas que la asfixian, no obstante, su espíritu rebelde no se dejará vencer y luchará por lo que desea. Algo que tendrá que hacer cuando el amor se cruce en su camino, ya que Jack le enseñará que los sentimientos pueden ser invencibles si son auténticos y verdaderos. Una personalidad que en determinados momentos se volvía demasiado impulsiva y un tanto infantil, algo que no ha terminado de gustarme. Además de Miranda, veremos a Jack como un hombre enamorado que desea hacer las cosas bien, por lo que mantendrá a raya su pasión, un co-protagonista bastante normal que no destaca en exceso. Juntos forman una pareja donde la química no es muy intensa, por lo menos ese es mi punto de vista como lectora, ya que no terminaba de sentir ese amor que se profesaban. En cuanto a los secundarios, no hay ninguno que destaque por encima de los demás, sinceramente no son demasiado abundantes y poseen personalidades muy dispares que no terminan de encontrase definidas, por lo que pueden llegar a ser un tanto ambivalentes. Para terminar, me queda mencionar la prosa de la autora, en el libro nos encontramos con una narración sencilla, con un ritmo un tanto apresurado que no ahonda en los detalles y donde los personajes no parecen estar muy integrados, por esto mismo me he quedado con las ganas de ver en más profundidad el pasado de Jack o la relación de la pareja principal, resultando ser un amor a primera vista bastante instantáneo, algo que se intenta arreglar con un final más intenso, pero que se queda algo corto ya que la trama en general echa en falta ciertos detalles que la harían mucho más interesante. No obstante, el conjunto en general de la obra no es malo, resulta una lectura entretenida, sin demasiadas pretensiones y con ciertas cosas que se podrían mejorar, pero que deja claro las intenciones de la autora de brindarnos una historia simple que parece ir creciendo a medida que avanzamos, ofreciéndonos un desenlace con algo más de chispa y acción.

Miranda. Retrato de amor de Erica Vera es una historia sencilla en la que el lector irá sumergiéndose en un romance entre dos personas que, a simple vista, es perfecto, ya que ambos desean lo mismo y tienen los mismos sueños, sin embargo, los obstáculos y la intervención de terceros harán de su relación una carrera contrarreloj para escapar de aquellos que intentan separarlos, una pareja que deberá dejarlo todo atrás para ser libres en el amor y alcanzar el destino que siempre desearon.