Reseña | Un corazón entre tú y yo, Megan Maxwell

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Esencia · 10 Febrero 2021 · Histórico · 6º Las Guerreras Maxwell

(Autoconclusivo)

En su lecho de muerte, Harald Hermansen le prometió a su amada Ingrid que dejaría Noruega y se trasladaría a vivir en Escocia.

Harald añora su país, como añora a su mujer y sus gentes, pero sabe que regresar al Reino de Song no sería buena idea, especialmente porque allí ya no le queda nada.

A pesar de ser considerado un bárbaro vikingo en aquellas tierras, gracias a la ayuda de Demelza y de Aiden McAllister, su marido, Harald consigue llevar una vida tranquila, sacar adelante su propia herrería y ser aceptado por la mayoría de los parroquianos.

Pero todo comienza a complicarse cuando aparece una joven llamada Alison. Ella y su manera de comportarse, tan parecida en ocasiones a la de su fallecida mujer, lo atrae y lo espanta al mismo tiempo. Pero si algo tiene claro es que no quiere volver a enamorarse, y menos de una mujer como aquella.

¿SERÁ CAPAZ HARALD DE DECIRLE ADIÓS AL PASADO, VIVIR EL PRESENTE Y CREAR UN FUTURO?

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Hace mucho tiempo que conozco la pluma de Megan Maxwell y, aunque últimamente no leo tantas novelas suyas, si es cierto que procuro ser una fiel seguidora de su serie Las guerreras Maxwell*, por esto mismo hoy os traigo reseñado el sexto volumen de dicha saga. En esta ocasión, Un corazón entre tú y yo nos trae la historia de Harald, un personaje que ya conocimos en Una prueba de amor* y que me dejó muy intrigada, ya que pasó de ser un hombre feliz a perderlo todo en un momento, un vikingo aferrado a sus creencias, a su tierra y a un amor perdido que no lo dejará avanzar. Sin lugar a dudas prometía ser un protagonista ideal y necesitaba una trama a su altura, no obstante, mis expectativas no se han visto del todo satisfechas, pues el libro tiene ciertas cosas que no me han terminado de convencer y he sentido que la autora ha dado prioridad a Alison, la protagonista femenina, dejando de lado a Harald y a un pasado que podría haber dado más juego. Aún así, la novela ha tenido sus momentos, el humor ha estado más presente haciendo que el lector se encuentre con una lectura entretenida que se lee con facilidad.

Harald Hermansen lleva una vida solitaria, tuvo que dejar su tierra natal para trasladarse a Escocia cuando la desgracia lo golpeó en el corazón, justamente el día que tendría que haber sido el más feliz de su existencia se convirtió en el más doloroso, su amada Ingrid murió en sus brazos. No obstante, ella le hizo prometer que sería fuerte y que debía seguir adelante para encontrar la felicidad que tan vilmente le había sido arrebatada. De esta forma, Harald viajó a un país extraño, dejando atrás Noruega, sus ideas y un amor que estaba seguro que nunca podría olvidar, sin embargo, las Tierras altas le dieron también el calor de unos amigos que siempre mirarían por él, allí dejó su apellido para ser un McAllister y, junto a Demelza y Aiden, vivir una vida tranquila, tener su propia herrería y sentir el afecto de aquellos que lo aprecian a pesar de ser un vikingo. Una existencia que no tiene deseos de cambiar pero que se verá alterada cuando en su camino se cruce Alison, una joven impetuosa, independiente y muy cabezota que representa todo lo contrario a lo que era Ingrid, no obstante, no puede evitar sentirse atraído por su personalidad apasionada, un verdadero problema cuando ha jurado no volver a enamorarse jamás.

Alison Moore es la intrépida hija del famoso pirata Jack Moore, una mujer que perdió a su madre a muy temprana edad y que fue educada por un grupo de marineros que la adoran con locura y la sobreprotegen en exceso. Aún así, la joven es una guerrera de la cabeza a los pies, su inteligencia y su osadía sólo son comparables a su destreza con la espada, sin embargo, Alison añora una vida tranquila, un hogar como el que disfrutan otras chicas de su edad, con amigas, algún que otro pretendiente y con la posibilidad de enamorarse. Sabe que una existencia de aventuras no tiene nada malo y estar junto a su familia es algo que otros no tienen, no obstante, su deseo es dejar atrás todo eso, por lo que, cuando el destino le dé la oportunidad de cumplir su sueño no dudará en cogerla. La fatalidad llevará hasta sus brazos a un bebé al que tendrá que buscar un buen hogar, así, no sin antes prometer a su padre su regreso, iniciará un viaje para encontrarle una familia a la pequeña Siggy. Ese será el momento en el que Alison empiece a disfrutar de la libertad soñada, su periplo la hará cruzar su camino con un aguerrido vikingo, Harald es todo lo que ella siempre quiso en un hombre, fuerza, honor e integridad, adjetivos que junto a su físico lo hacen irresistible. A pesar de todo, ella no es una mujer normal, sus andanzas como pirata la han hecho ser una prófuga en Escocia por lo que no debe desvelar su identidad, ya que las consecuencias serían terribles, además su tiempo en tierra es limitado y únicamente el amor le haría romper su promesa de regresar a La Bruja del Mar.

Harald no desea amar de nuevo, pero Alison llegará a su vida como un huracán para ponerla patas arriba. La muchacha ha despertado en él una atracción irresistible, sin embargo, rendirse a la pasión sería como olvidar a Ingrid, ella fue todo para él y todavía no está preparado para decirle adiós. Aún así, poco a poco el corazón del vikingo irá abriéndose a una felicidad que no cree merecer y la alegría junto a la espontaneidad de Alison lo llevarán a plantearse unos sentimientos que creía muertos. La joven, por su parte, vivirá el descubrimiento de un amor intenso, su carácter la hace entregarse a todo con arrojo y este caso no va a ser menos, ella sabe lo que quiere desde el principio y no dudará en declararle sus intenciones a Harald, dejando en él la responsabilidad de aceptar una relación entre ambos. Así, en un viaje donde Alison se encontrará con personas de su pasado y en el que no dudará en ayudar a aquellos que la necesitan, también tendrá tiempo de pensar en el único hombre por el que abandonaría su anterior vida de piratería y aventuras. Dos personas con caminos muy distintos que se encontrarán una y otra vez mientras descubren que los sentimientos que poseen son más fuertes que una simple promesa o el dolor de una pérdida.

Megan Maxwell nos trae una novela entretenida muy en la línea del resto de entregas de su serie Las guerreras Maxwell. Así, con una prosa ligera y fresca nos encontrarnos con una historia que se deja leer, con bastantes notas de humor en algunos momentos y con una ambientación buena pero no excesivamente rigurosa. De esta forma, la narración resulta fluida, con descripciones interesantes y unos diálogos que aportan dinámica a la relación entre los personajes. Aquí, vemos otra vez como la autora destaca nuevamente el papel de la mujer, no estamos ante dulces damiselas que necesitan de la protección de un hombre, ellas son absolutamente capaces de valerse por sí mismas, todas sus protagonistas han sido auténticas luchadoras y Alison no podía ser una excepción. Nuestra heroína es la hija de un pirata, toda su vida ha vivido rodeada de brutalidad y fortaleza, algo que ha hecho que tenga una personalidad fuerte, con ideas propias y un genio difícil de manejar, no obstante, también puede ser una mujer apasionada, que ama, sufre y siente, sentimientos que despertarán poco a poco a medida que crezca como persona. Alison, igualmente, es una persona justa y bondadosa, algo que demostrará a lo largo del libro, pues su viaje la llevará a ayudar a aquellos que la necesitan, Siggy, Will y Briana son un ejemplo claro, la muchacha se implicará en sus vidas para buscarles un hogar a tres niños que le robarán el corazón y la harán darse cuenta de lo que realmente desea. Sin embargo, esta aventura también la llevará a cerrar heridas de su pasado, enfrentar el dolor y sortear el peligro sin problemas. De esta forma, Alison encontrará muchas cosas en su viaje, pero la más importante será el cariño de aquellos que conozca, Demelza se convertirá en su amiga dándole una parte de aquello que siempre deseó. Por otro lado tenemos a Harald, nuestro vikingo deberá aprender a convivir con el pasado y seguir adelante, su carácter huraño no le hará ningún bien cuando intente tener una vida junto a Alison, no se permite olvidar a Ingrid y, mientras no mire hacia el futuro, la relación entre ambos será muy inestable. No obstante, y aunque le costará, su personalidad madurará y se permitirá volver a ser feliz. Una pareja muy apasionada en el plano físico, pero a la que le costará confiar en sus propios sentimientos, de ahí sus numerosos altibajos emocionales que parecen arreglar siempre con geniales sesiones de sexo. En cuanto a los secundarios, van a ser bastante abundantes, algunos conocidos como Demelza o Aiden, y otros nuevos que se dejará querer como los niños o Matsuura, el tío de Alison, una fuente de sabiduría que siempre estará a su lado, el resto destacarán más o menos, aunque la autora es proclive a dar pocos datos sobre ellos. Para terminar, decir que me ha resultado una novela amena, donde he tenido mis más y mis menos con la protagonista y su personalidad demasiado tozuda en algunos momentos, y con una trama interesante que prometía grandes aventuras, pero donde éstas se han quedado en casi nada, eso sí, la parte de humor que ponían los tíos de Alison ha estado muy bien, pues estos viejos lobos de mar no podían dejar de inmiscuirse en la vida de la joven.

Un corazón entre tú y yo de Megan Maxwell es el sexto volumen de su serie Las guerreras Maxwell, una historia que se vuelve adictiva a medida que vas avanzando en ella y con la que disfrutaremos del romance de Harald y Alison, dos personas que compartirán una irresistible atracción mientras se niegan a profundizar en un amor que podría ser lo que siempre soñaron, dos almas muy diferentes que encontrarán el nexo de unión cuando se den cuenta de que una vida juntos es más fuerte que los recuerdos del pasado o una promesa hecha a quien más se quiere.

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