Reseña | Besos a medianoche, Whitney G.

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Phoebe · 19 Julio 2021 · Contemporáneo · Autoconclusivo

«Receta» oficial de Nathan Benson:

2 tazas de arrogancia

1 boca que es mucho más sexy cuando está cerrada

1 ego tan grande que no cabe en la batidora

1 ENORME Y MACIZA po… Bueno, puedes hacerte una idea…

Como chef de repostería, puedo decir con exactitud de qué está hecho un hombre en cuanto entra por las puertas de cristal opaco de mi local.

Así que en cuanto Nathan Benson apareció más de media hora tarde a nuestra cita a ciegas —sin dar explicación alguna—, atrajo las miradas de todas las mujeres que había en el restaurante con su sonrisa irresistible y al cabo de unos minutos dijo: «Creo, personalmente, que no debemos perder más el tiempo hablando aquí sentados», supe que era en sí mismo una de las «recetas» de hombre más groseras que se hubieran creado nunca. Y también que ni en broma iba a volver a verlo nunca más.

O eso pensaba.

Días después de haberlo plantado en esa primera cita, siguió tratando de convencerme de la manera más descabellada de que le diera una segunda oportunidad. Y una tercera, y una cuarta… Juro que si no hubiera sido por el hecho de que quien me chantajeaba era el hombre más sexy del mundo, lo habría denunciado a la policía mucho tiempo atrás.

Aunque, por otro lado, aguantar unos cuantos besos a medianoche —o quizá algo más— de su perfecta boca puede que no sea, después de todo, una receta del todo desastrosa…

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Ediciones Pàmies en su sello Phoebe nos ha vuelto a deleitar este mes de Julio con una novela de Whitney G., una autora que como bien sabéis, queridos lectores, adoramos en el blog. Pues bien, con Besos a medianoche viviremos una historia divertida, fresca y muy fogosa con uno de los escenarios de fondo más románticos que podemos imaginar, la Navidad, esa época mágica que tanto gusta. Así, entre luces de colores y adornos veremos cómo las vidas de una chef de repostería y un agente de policía se cruzarán de una manera un tanto atípica, pero con altas probabilidades de conseguir un final feliz o eso es lo que ellos esperan.

Christina Ryan está cansada de ir de cita rápida en cita rápida. Su vida amorosa es un desastre pues ha tenido más desilusiones que momentos felices por eso intenta conocer a más hombres para averiguar si alguno puede ser el definitivo. No obstante, su plan no está yendo nada bien, el hombre de sus sueños sigue sin aparecer y ella cada vez está más desencantada porque ya no le quedan muchos candidatos en Cedar Falls. Menos mal que tiene su pastelería Dulce Perfección, pues gracias al libro de recetas de su abuela puede ahogar todas sus penas creando dulces con los que deleitar a sus clientes. También cuenta con el apoyo de su hermana Amy, una chica un poco loca, pero sin la cual estaría perdida. Esta la insta constantemente a no darse por vencida y por eso mismo le aconsejará que viva el momento, que su príncipe azul llegará cuando tenga que hacerlo y que ella mientras solo tiene que divertirse. Por esto mismo, la llevará a El Ojo Ciego, allí puede encontrar a tíos buenos e incluso a su pareja ideal, algo de lo que no está muy convencida, aunque acudirá de todas formas sin tenerlas todas con ella. Sin embargo, quedará totalmente sorprendida cuando la empareje con el hombre más sexy y atractivo que ha visto últimamente, lo único malo es que también es grosero y muy pagado de sí mismo lo que la hará huir sin saber que ya no puede escapar de él.

Nathan Benson, agente de policía, ha sido trasladado a un remoto lugar donde nunca ocurre nada interesante. Cedar Falls, Colorado, es un sitio donde todos se conocen y donde presiente que va a morir de aburrimiento o es lo que intuye si un día más lo llaman para buscar cualquier objeto perdido. Asimismo, desde que llegó a ese lugar su vida sexual ha sido totalmente nula, lleva casi seis meses de sequía y siente que ya no puede soportarlo más. De ahí que se deje convencer por su gemelo Tristan para que se apunte a un lugar de citas a ciegas donde le buscarán a la candidata perfecta para él. De esta forma, su vida se cruzará con la de Christina, una repostera que con solo verla lo ha dejado alucinado, pero más anonadado se quedará cuando después de tan solo cinco minutos de cita la chica huya de él. Cabezota como él solo y abusando un poco de su poder como agente de la ley convencerá a Christina para una segunda cita, a la cual ella no acudirá haciéndolo ver en ese momento que es su mujer ideal. Así, Nathan comenzará con su plan de seducción y poco a poco hará que Christina vaya cayendo en su encanto llevándolos a vivir momentos intensos y cargados de pasión, una relación que comenzará solo con sexo, pero que poco a poco los hará conocerse más y mejor hasta que cada uno ya no pueda vivir sin el otro. No obstante, no todo será fácil para la pareja pues algún que otro malentendido los puede llevar a separarse y perder a la única persona que ha sido real en sus vidas.

Whitney G. nos trae una novela corta que nada tiene que envidiarle a las comedias románticas que tanto nos gusta ver por Navidad. Con una prosa como la suya, fresca, adictiva y a la vez divertida seremos testigos de un romance que comenzará con pequeños tira y afloja y que más tarde irá convirtiéndose en algo más profundo y verdadero, una historia apasionada donde dos personas hallarán su destino el uno en brazos del otro. Debo decir que al ser tan breve me he quedado con ganas de más, de ver más desarrollada la historia de amor de Christina y Nathan y con el deseo de que ojalá hubiera sido una novela más extensa para haber podido disfrutar más de ellos. El personaje de Christina nos conquista nada más conocerla, una chica dulce, trabajadora y muy responsable, alguien que se preocupa de los suyos y cuyo negocio es todo un éxito por todo el cariño y esfuerzo que pone día tras día. Su único deseo, el cual dejará escrito en el Árbol de los deseos de Navidad, es encontrar a alguien que la haga sentirse amada y especial, por lo que cuando Nathan se presenta ante ella cree haberlo encontrado, a pesar de que éste recurra un poco al chantaje para tener multitud de citas con ella. Por su parte, Nathan es el típico hombre por el que todas suspiran, o eso creeremos a primera vista porque cuando lo conozcamos mejor nos daremos cuenta que este hombre es de una sola mujer y ahora que la ha encontrado en Christina no está dispuesto a perderla. Una pareja que hará saltar chicas siempre que estén juntos y que nos enamorarán cada vez más. Asimismo, cada uno ha contado con un gran apoyo, tanto Amy como Tristan, los respectivos hermanos serán los causantes de que Christina y Nathan se conozcan cuando los anoten en las citas a ciegas, dos personajes que intrigarán al lector y que nos harán desear conocer sus propias historias. En definitiva, estamos ante una novela que se lee en apenas una hora donde reiremos, soñaremos y nos enamoraremos con sus protagonistas, una pareja dulce y única que nos cautivará de principio a fin.

Besos a medianoche de Whitney G. es una novela llena de amor y pasión que a pesar de su brevedad nos conquistará en apenas minutos, dándonos la oportunidad de conocer a Christina y a Nathan, dos personas que pensaban que nunca encontrarían el amor, pero una vez que lo han hallado no están dispuestos a perderlo nunca más.