Reseña | La necesidad de casarse de Lady Jane, Ruth M. Lerga

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Selecta · 17 Febrero 2022 · Histórico · 2º Los irresistibles Beau (Autoconclusivo)

CUANDO HAS DE CASARTE CON URGENCIA SIN IMPORTAR CON QUIÉN, ENAMORARSE SOLO SIRVE PARA QUE, DE REPENTE, CUALQUIER CANDIDATO PAREZCA UNA DECISIÓN ABOMINABLE. ASÍ QUE, ¿POR QUÉ CUPIDO SE EMPEÑA EN HACER QUE JANE Y MALCOLM SE ENCUENTREN A CADA MOMENTO, SI ESTÁN DESTINADOS A NO ELEGIRSE?

Lady Jane Montague ha sido prometida por el cabeza de familia de los Beaufort a un hombre cuarenta y siete años mayor que ella. Pero su familia ha urdido un plan para desafiar al duque de Rule y dar a la joven una oportunidad de ser feliz: simularán una enfermedad contagiosa que la obligue a estar incomunicada durante seis semanas y, durante ese plazo, huirá a Edimburgo en busca de un esposo más adecuado.

Laird Malcolm Kincaid, conde de Divach, tiene que casarse con una heredera para salvar su herencia de una hipoteca inesperada. Encuentra pronto a la prometida perfecta y huye con ella, para que esta le deje plantado el mismo día de la boda. Y, para mayor castigo, el destino pone en su camino un instante después a lady Jane, una diosa inglesa capaz de hacerle olvidar sus obligaciones condales.

Jane desea al apuesto escocés, pero a pesar de sus prisas por contraer matrimonio, cree merecer un esposo que, al menos, no acabe de ser plantado por otra mujer a las puertas de la iglesia. Y, aun así, ninguno le interesa tanto como el apuesto highlander, con quien coincide en cada baile al que acude.

¿PUEDE UN MAL PRINCIPIO TENER UN BUEN FINAL TRAS LA PASIÓN DE UN PRIMER BESO?

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La necesidad de casarse de Lady Jane es la segunda entrega de la última serie que está publicando Ruth M. Lerga con el sello Selecta, un total de ocho libros que, bajo el título de Los irresistibles Beau, nos acercan a esta particular familia, pues los Beaufort son un clan que tras su respetabilidad y su buen nombre esconde a mujeres osadas que tomarán las riendas de su destino y a hombres capaces de todo por defender a los suyos. En esta ocasión, y como nos anunció la autora en el primer volumen de dicha saga, veremos cómo lady Jane, una de las nietas mayores del duque de Rule, tendrá tan solo seis semanas para escapar de un horrible matrimonio y encontrar un esposo que la libre de tan cruel destino, una última oportunidad para ser feliz y encontrar el amor verdadero.

Lady Jane Montague ha visto como su futuro quedaba sellado sin ella tener voz y voto en él, el duque de Rule, cabeza de familia de los Beaufort y hombre cruel donde los haya, ha hecho y deshecho a su antojo al prometerla a uno de sus amigos, un marqués cuarenta años mayor que la joven que únicamente podría darle una vida de desgracias. Una decisión que la dama ha tomado con estoicismo y resignación, ya que los deseos del duque pocas veces pueden contradecirse, sin embargo, el resto de la familia no va a consentir tal cosa y harán de todo para protegerla, incluso desafiar al viejo ermitaño e idear un plan para que la muchacha desaparezca durante la temporada londinense enviándola en secreto hasta Edimburgo para que pueda buscarse un esposo más adecuado. Así, Jane viajará junto a su madre y su tía para intentar cambiar su destino, una huida que la llevará hasta Gretna Green, el lugar donde el azar pondrá en su camino a un apuesto escocés que parece tan necesitado de casarse como ella.

Laird Malcolm Kincaid, conde de Divach, necesita urgentemente una heredera que lo ayude a salvar la herencia de su familia. Como jefe de su clan no puede permitirse romanticismos y un tiempo de cortejo demasiado dilatado, una hipoteca y unos intereses desorbitados lo obligan a pensar en aquellos que dependen de él y dejar de lado los sentimientos, algo que parece no importarle mucho, no obstante, no puede olvidar su honestidad, pues su futura esposa debe saber toda la verdad y asumir que la suya no será una unión por amor. Así, no dudará en decírselo todo a la muchacha con la que ha huido a Gretna Green y que parece amarlo apasionadamente, algo que hará que la joven huya furiosa dejándolo plantado a las puertas de la iglesia, un hecho que será presenciado por una dama demasiado prudente para descubrir su presencia y que, según sabrá después, parece tan desesperada como él por pasar por la vicaría.

Así, con un primer encuentro un tanto extraño y no demasiado satisfactorio, Jane y Malcolm descubrirán que tienen más cosas en común de lo que creen, pues ambos necesitan contraer matrimonio en un periodo breve de tiempo, aunque claro, cada uno por motivos totalmente diferentes. Desde el principio sentirán que la afinidad que comparten va más allá de la situación en la que se encuentran y que los ha llevado hasta allí, los dos sentirán una química especial que despertará emociones dormidas y un deseo que los llevará a deleitarse con un beso inolvidable, lleno de pasión y que los hará replantearse la necesidad de una unión por amor. De esta forma, sus vidas quedarán unidas por el destino, un fuerte lazo que nada parece romper, ya que Malcolm sabrá desde el primer instante que Jane es la mujer adecuada, al margen de sus deudas y las posibles consecuencias de estas, únicamente le quedará convencerla a ella de que, a pesar de las circunstancias, elegirá por encima de todo sus sentimientos. Jane, por el contrario, no confía en las palabras de un hombre que estaba dispuesto a casarse con otra, dudas que irán despejándose a medida que la seducción del conde le demuestre lo que verdaderamente hay en su corazón.

Ruth M. Lerga vuelve a deleitarnos con una historia sencilla donde los sentimientos priman por encima de giros argumentales complicados e intrigas en las que los protagonistas puedan verse envueltos. Estamos ante un romance donde el amor surgirá muy pronto, un flechazo que vendrá en consonancia con la situación urgente en la que están inmersos Malcolm y Jane, un detalle que acelera bastante la trama y desluce la relación entre ambos, pues la brevedad de la novela hace que el argumento se vea como más superficial, sin demasiada profundidad en los sentimientos y la química entre los personajes no se aprecie tanto. Aún así, el libro aporta al lector muy buenos ratos de lectura, resultando ágil y dejándonos apreciar nuevamente la pluma de la autora, ya que, a pesar de las prisas por contar la historia, no descuida los detalles que definen un romance histórico en cuanto a la ambientación y el encuadre histórico. De esta forma, lo más destacado a mi entender en esta segunda entrega de la serie han sido los personajes, que, aunque no han sido demasiado abundantes, si han estado muy bien construidos y nos permiten conocer más cosas de la familia Beaufort y sus peculiares personalidades. El libro puede definirse como el romance entre Jane y Malcolm, ambos, principales actores de la trama, han sido los que la autora ha dado más a conocer, viendo una pequeña evolución en sus personalidades, por lo que Jane se presentará como una mujer resignada a su destino, no obstante, cuando se presente su oportunidad de elegir con libertad a su futuro esposo, sentirá dicha, pero también la presión para no equivocarse y elegir de forma adecuada, ser libre no es algo a lo que esté acostumbrada y deberá dejar de lado su inocencia y fortalecer un espíritu que ha estado demasiado resguardado por su familia. Por esto mismo, cuando el amor entre a formar parte de su elección tomará la decisión de guiarse por su corazón y el escocés será el único que haga florecer su valentía, haciéndole escoger el camino que el destino ha puesto a sus pies. Malcolm, por su parte, se siente obligado por sus responsabilidades, necesita dinero para mantener su herencia a los suyos, sin embargo, Jane le dará la salida más digna, sus sentimientos se volverán fuertes y prevalecerán sobre lo material, no descansando hasta que no encuentre una solución que deje su orgullo intacto y le permitan tener a la mujer que ama. Una pareja muy dulce que deberá poner en claro sus prioridades y olvidarse de sus obligaciones para aceptar aquello que comparten. En cuanto a los secundarios, ya conocemos a algunos de ellos, pues los Beaufort volverán a demostrar esa lealtad que hay entre los miembros de la familia, además, descubriremos a otros que estarán ahí para dar el empujoncito necesario a los protagonistas, tal es el caso de Daniel y More McKenna, el matrimonio ha resultado ser una caja de sorpresas, con una historia propia que parece interesante y que me ha hecho añorarla, pues, por desgracia, la autora no profundiza en ellos. En definitiva, una novela que se deja leer y nos ofrece una historia dulce y tierna de un amor a primera vista, aún así, echo en falta cierto desarrollo en la trama y algún que otro giro que le de esa chispa que el lector espera.

La necesidad de casarse de Lady Jane de Ruth M. Lerga es una novela sencilla que nos habla del amor a primera vista, un sentimiento que, aunque repentino, estará lleno de intensidad, haciendo que Jane y Malcolm compartan, desde ese primer encuentro donde la pasión los desbordó con un simple beso, emociones profundas que los llevarán a enlazar sus destinos en un romance que parece inevitable para todos excepto para ellos dos.

· Gracias a Selecta por el ejemplar ·