Reseña | Flores de invierno, Patricia A. Miller

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Ediciones Versátil · 12 Marzo 2018 · Contemporáneo · Autoconclusivo

KATHERINA Y SCOTT SOLO TIENEN EN COMÚN UNA COSA: LA REFORMA DE LOS MAJESTUOSOS JARDINES DE LAMBERT RESORT.

Ella es la gerente del hotel de lujo; él el paisajista contratado.
Ella es metódica y fría; él un seductor que siempre llega tarde.
Ella adora el orden y la limpieza; él… él no tiene orden ni en su vida. De la limpieza, mejor no hablamos.

La vida no se lo ha puesto fácil, no tienen fe en el amor, no buscan una relación, pero eso ya da igual. La reforma lo ha puesto todo patas arriba y el destino les va a dar una lección.

Porque el amor puede ser salvaje como la tormenta, efímero como un suspiro, frío como la nieve o tan bello como las flores de invierno.

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Leer a Patricia A. Miller es siempre un placer, la descubrí con El infierno en tus ojos, un primer contacto con el que disfruté enormemente y que me ganó con una historia intensa, llena de matices y con unos personajes espectaculares, no obstante, es ahora con Flores de invierno cuando ha hecho que me afiance en mi idea original, pues estamos ante una escritora sumamente versátil que promete un futuro literario muy completo. En esta ocasión su nueva novela nos presenta una trama emotiva donde los sentimientos toman el mando en todo momento, ya que los protagonistas, dos personas totalmente opuestas, vivirán en profundidad una relación difícil donde el pasado que ambos guardan se interpondrá en un amor que crece poco a poco, sin ser conscientes de ello y con tan solo la fuerza de la pasión para darle forma.

Katherina Kovaleva es la gerente de Lambert Resort, un maravilloso hotel de lujo situado en la ciudad de Rochester. El edificio es el esplendor personificado, cuidado al más mínimo detalle, donde acude la flor y nata de la zona. Su propietaria, Elizabeth Lambert es una mujer implacable que ha procurado amasar una fortuna y hacer todos los contactos posibles para escalar en la sociedad. Por este motivo, cuando la joven comienza a trabajar a las órdenes de alguien tan exigente sabe que tiene que esforzarse al máximo para superar las expectativas, ya que la mediocridad no entra dentro de los planes de su jefa. Así, se ha convertido en una persona metódica y fría en la que los sentimientos quedan relegados a un segundo plano, sólo cuenta su trabajo y nada más. Además, después de una infancia al lado de un padre que no supo hacerse cargo de una niña de sus características y de una madre que la abandonó sin ningún remordimiento, sólo ha recibido el amor de su dulce nana Yelena, la mujer que la cuidó y la ayudó a superar su soledad. Ahora, únicamente ésta y Adrik, su mejor amigo, son su refugio y la compañía que necesita para hacer frente a su día a día. De esta forma vemos que su vida no ha sido sencilla, no cree en las relaciones y tampoco las busca, por lo que cruzarse con Scott Nolan hará que su existencia se ponga patas arriba. Es un hombre que parece poseer todos los defectos que ella detesta, es desordenado, impuntual y posee una mirada demasiado seductora para su gusto. sin embargo, sólo él le hace darse cuenta de lo solitaria que es su realidad, despierta sus emociones más íntimas y le hace experimentar el placer más intenso.

Scott Nolan es un desastre en todos los sentidos, su vida es un caos donde el alcohol y el sexo lo distraen de los problemas que lleva soportando demasiado tiempo, una forma de evasión que le permite sobrellevar el día a día. No obstante, entre tanto desorden la empresa de paisajismo S.N. Garden es su ancla, lo único que le da fuerzas para seguir adelante en este momento y que, junto a sus amigas, Robbin y Lana, fundó hace unos años para ver cumplido uno de sus sueños. Ahora se les ha presentado la oportunidad para hacer que ésta despegue definitivamente, deben hacerse cargo de la reforma de los grandiosos jardines de Lambert Resort. Este será un proyecto de proporciones inmensas y bastante ambicioso que los convertirá en los mejores del sector y les abrirá las puertas a nuevos encargos. El trabajo será un gran reto para Scott, pues no puede dejar que el pasado que ha marcado su vida hasta ahora interfiera en él. Además, tiene que demostrarse a sí mismo su valía y dejarle claro a la gerente del lugar que no es un simple jardinero, su orgullo herido así lo requiere. Desde un principio, Katherina lo hará traspasar todos los límites establecidos, son como dos polos opuestos, sin embargo, la atracción por ella es casi inmediata, una mujer diferente a todas las demás que esconde su corazón tras un muro de hielo, pero a la que sabrá derretir con su juego de seducción.

Katherina y Scott no comenzarán demasiado bien su relación laboral. Con personalidades muy distintas, veremos a dos personas que no pueden evitar sufrir por un pasado que los marcó muy a fondo. Ella es una mujer que se ha hecho a sí misma, hija de un diplomático ruso, aprendió desde pequeña qué era la soledad, pues siendo una niña enfermiza se volvió alguien tímido que escondía sus verdaderas emociones a los demás. Él, por su parte, siempre huyó de las frivolidades, asimismo, una mala decisión lo puso en el camino de la joven equivocada, alguien que rompió su confianza en el amor y lo dejó totalmente destrozado. Por este motivo, sus primeros encuentros estarán marcados por la susceptibilidad, pero, poco a poco, la atracción que sienten les dará la valentía para profundizar en sus sentimientos. Sin embargo, el camino juntos sólo acaba de comenzar cuando los secretos del pasado vuelven con más fuerza interponiéndose entre la pareja. 

Patricia A. Miller ha vuelto a deleitarme con una prosa ágil y ligera, con detalles que han hecho brillar a sus protagonistas y ese especial cuidado que pone a la hora de desarrollar la misma. Me encanta su forma de narrar, pues sientes que eres tú la que está experimentando cada emoción y cada sentimiento, por lo que los personajes se vuelven más cercanos, siendo el punto focal de la trama. En esta ocasión, nos encontramos con dos personas que han pasado por experiencias difíciles que los han transformado, cada uno de ellos ha modificado su personalidad para protegerse de los golpes que han recibido a lo largo de su vida. Katherina aparenta ser una princesa de hielo, fría y sin fisuras que puede con todo. Scott, en cambio, refleja el desastre que es su existencia en el desorden que la protagoniza, un caos que muestra lo que verdaderamente hay en su corazón. Ambos tan distintos, pero que se parecen más de lo que creen. Así, el amor les dará la oportunidad de complementarse, aunque los problemas surjan y aparezca la distancia, lo que sienten se afianzará y el destino jugará a su favor cuando los vuelva a reunir. Como he dicho estamos antes son unos personajes únicos, con rasgos muy especiales, luchadores e incansables que se han ganado mi corazón al completo. Además, no debemos olvidarnos de los secundarios, Robbin, Lana, Ywen, Gavin y Adrik, por destacar a algunos, son los amigos de nuestra pareja, su fuerza y apoyo en los momentos bajos ha resultado ser un grupo entrañable que no tenía ningún desperdicio. En definitiva, una novela muy completa que nos ha relatado una trama sencilla donde la autora ha sabido plasmar una intensa historia de amor rodeada de romanticismo y pasión, en la cual las flores van a tener un papel muy importante.

Flores de invierno de Patricia A. Miller es una novela muy tierna que nos descubrirá el amor entre dos personas heridas, corazones sin rumbo perdidos en el frío invierno de la soledad, que se encontrarán para descubrir la belleza de la vida y darse la oportunidad de hallar la felicidad que tanto anhelaban.