Reseña | Quimera. Las edades bárbaras, Malenka Ramos

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Ediciones Urano / Titania · 14 Marzo 2016 · Erótico · 0º Venganza

En los años cincuenta, los castigos, las celdas de aislamiento y los abusos a los niños eran algo habitual en el orfanato de San Torbe. Antón se juró regresar cuando fuera un hombre, derribar los muros de ladrillo, que tanto dolor les había causado, y construir Quimera. Un hogar para todos, sin importar su condición, sexualidad o declinaciones.

Cuarenta años después, todos esos niños, ahora hombres y mujeres, siguen en contacto, pero pocos desean regresar al lugar que tanto dolor les causó. Antón no está dispuesto a que olviden los buenos momentos que vivieron allí y la promesa que se hicieron siendo unos niños, y por eso les envía una carta a cada uno. Quiere reunirlos de nuevo en Quimera. ¿Logrará Antón reunirlos de nuevo? ¿Cumplirán aquella promesa que se hicieron de niños? Y sobre todo... ¿Qué sucedió en San Torbe que cambió sus vidas para siempre?

Un drama con pinceladas de erotismo que nos muestra que el amor y el deseo pueden brotar incluso en la barbarie, y la represión no siempre consigue aplacar nuestro lado más libre y revolucionario. Quimera, La edades bárbaras nos introduce en las distintas relaciones de unos jóvenes, y en sus amores prohibidos, en una época que no les correspondía y jamás les entendería. Cada uno de ellos guarda un recuerdo terrible pero también unas experiencias que van más allá del amor y de la amistad.

La novela Quimera. Las edades bárbaras de Malenka Ramos es la precuela de la tan conocida trilogía Venganza. Si os soy sincera no la he llegado a leer por lo que no tenía planeado sumergirme en la lectura de este libro, sin embargo, sin esperarlo siquiera llegó a casa y empecé a hojearlo, una costumbre muy mala que tengo pero que gracias a ella me he encontrado con una trama distinta a lo que me esperaba. No puedo negar que la novela es erótica, con fuertes escenas contadas sin censura, pero también es cierto que esa forma de narrar tan abierta y liberal unido a un argumento oscuro, rodeado de temas tabú fue lo que hizo que me decidiera a leerla, descubriendo finalmente una gran historia emotiva y dura que habla del sexo sin miedos ni restricciones.

La trama es distinta a lo que suelo estar acostumbrada, contada a varias voces nos permitirá conocer a un fascinante grupo cuya vida no ha sido fácil, pero eso mismo es lo que ha logrado que se conviertan en los hombres y mujeres que son en la actualidad. Asimismo, el arranque de este libro nos transportará hasta una época complicada donde ser distinto en gustos y deseos te hacía ser alguien a quien evitar o repudiar, por lo que estas páginas nos desvelarán la gran aventura de doce chicos deseosos de ser libres, aceptados y por encima de todo amados.

Antón ha tenido una larga vida donde ha disfrutado al máximo de ella, pero también ha penado por querer cosas distintas. Él fue uno de los niños de San Torbe, un orfanato que ocasionó dolor, pero también dicha, algo que marcó y decidió su futuro y el de todos sus grandes amigos. Ahora, años después, cuando la edad pesa sobre sus hombros y las amistades van dejando este mundo ha decidido abrir las puertas de Quimera, su hogar construido sobre las ruinas del orfanato, por lo que ha llegado el momento de cumplir la promesa que cuarenta años atrás este grupo de jóvenes hizo. Para ella, todos deben reunirse, sin embargo, el dolor que volver a ese lugar puede ocasionar tal vez impida realizar esto que tanto trabajo le ha llevado a Antón.

Antón, Richard, Alexander, Jonas, Leonardo, Argas, Llosa, Jeremías, Roberto, Micaela, Alba y Eleonor son los niños de San Torbe, sus inclinaciones y pasiones los hizo distintos y aunque nunca se avergonzaron de ellas el tiempo en el que vivían les hizo ser cuidadosos con lo que debían mostrar. Además su vida en el orfanato no fue fácil, el duro código de conducta del director y los abusos de los profesores los empujo a unirse mucho más, convirtiéndolos en una familia donde lograr cobijo y consuelo. Sin embargo, incluso en medio de la oscuridad que reinaba en San Torbe iban a encontrar apoyo y cariño que les mostraría luz y guía ante la inexperiencia propia de su juventud y del temor inculcado. De este modo, estos muchachos aprendieron grandes lecciones que encauzaron sus gustos y su futuro convirtiéndolos en parte importante de la sociedad con una vida sexual plagada de libertad y aceptación. Todo esto que aprendieron los llevo a ser los tutores perfectos para jóvenes que no eran como el resto, cuya forma de vivir el sexo podría calificarlos de degenerados. Con lo cual, con ese objetivo en mira Antón creó Quimera un refugio para todo aquel que lo necesitará, pero quizás la pregunta que ronda al lector durante todo la lectura sea ¿lograrán reunirse todos o evitarán acudir ante el dolor que los recuerdos pueden provocarles? No obstante, lo principal será conocer que vivieron tras las puertas de San Torbe y a través de sus pensamientos y emociones conoceremos las penas, el dolor, las alegrías y el amor que día a día les tocó vivir.

Malenka Ramos ha creado una novela donde el erotismo y la insinuación dirigirán el curso de la historia. Las escenas desarrolladas no solo serán explicitas y calientes también mostrarán ternura y dulzura dejando que el sentimiento y la emotividad fluya. Asimismo, no es posible destacar a un protagonista, pues todo el elenco en un momento u otro lo serán, ya que su trama es parte de San Torbe por lo que ellos son imprescindibles para que Quimera brille. Además, a medida que avanzas la lectura comprenderás el objetivo de esta casa, para qué fue construida, pues Antón no hizo que renaciera sin un motivo justo y planificado. De esta forma, Quimera se convertirá en el eje central de la historia, pero todo visto a largo plazo, porque primero conoceremos al frío e impersonal orfanato San Torbe, el cual dejará una gran impronta no solo en ellos también en el lector, pues es tal la crueldad y realismo vivido que te calará y te hará empatizar con lo que poco a poco se irá contado. También, el libro permitirá conocer a jóvenes como ellos, hijos en algunos casos, sobrinos en otros e incluso simples conocidos que terminarán siendo la próxima generación destinada a vivir sus edades bárbaras, como a ellos les gustaba llamarlas. Finalmente comentar que como la novela ha sido dividida en tres partes me ha permitido profundizar mucho más en el argumento desarrollado, igualmente, la prosa ha sido muy atrayente, ágil y fresca, la cual me mantuvo en vilo durante toda la lectura dejando claro una idea bien clara, no todos tenemos que ser iguales y que ser diferente no es motivo de repulsa o miedo.

Quimera. Las edades bárbaras de Malenka Ramos es una novela donde conoceremos los demonios de un inusual grupo que luchará contra la moralidad de una sociedad hipócrita que no evitó que vivieran la vida de acuerdo a sus pasiones e inquietudes.