Autopublicado · 12 Diciembre 2016 · histórico · 3º Worthington Hall
Estamos en las postrimerías del siglo XIX, cada vez más mujeres se interpelan sobre su papel en una sociedad gobernada por hombres. Marjorie lleva un año en Nueva York, nuevos amigos y nuevas experiencias, aunque eso no hace que se olvide de Henrietta y Robert. En casa de la condesa se va a celebrar una fiesta de cumpleaños y se espera la llegada de William para las próximas semanas. Marjorie se prepara para volver a Worthington a pasar el verano, pero no se imagina lo que se va a encontrar a su regreso. El amor de Henrietta y Robert sufrirá una dura prueba que conmocionará a esta apasionada pareja.
Última novela de la serie Worthington Hall que comenzó con «Enséñame a amarte» y continuó con «Aprendiendo a quererte».
Rosas y espinas de Jana Westwood es la tercera y última parte de su serie histórica Worthington Hall, con ella pone punto y final a la romántica y apasionada historia de Robert y Henrietta, dos personas que se vieron inmersas en una relación impuesta por las circunstancias pero que se enamoraron perdidamente una vez llegaron a conocerse. En esta última entrega la trama vuelve a girar en torno a ellos, cómo la envidia y los celos de terceras personas ensuciarán un romance perfecto, poniendo en peligro su felicidad y su matrimonio. Además de esto, conoceremos lo que deparará el futuro a Marjorie, la hermana de lord Worthington, y a William, dos personajes muy especiales que dejaron entrever ciertos sentimientos en la anterior novela. Así pues, nos vamos a encontrar con un final intenso, repleto de emoción y con momentos inolvidables que la autora ha conseguido crear para hacer de esta lectura algo adictivo, poniendo así el broche de oro a esta estupenda saga.
Robert Worthington y su esposa Henrietta no pueden ser más felices, lo que comenzó como una relación dañina, llena de venganza y rencor por parte de ambos, ha llegado a convertirse en un matrimonio sólido que disfruta de la dicha que el amor que comparten les ha dado. Además, la unión ha sido bendecida con el nacimiento de un bebé que ha venido a terminar de unir el vínculo que había entre ellos. Ahora su existencia es idílica, todo les sonríe, ya no hay necesidad de pelear por los ideales de la joven y sus escritos que son publicados con éxito, pues ambos se admiran y respetan por igual. No obstante, los días de júbilo y tranquilidad no serán eternos ya que una sombra maligna planea sobre la pareja. La envidia y el egoísmo de alguien muy cercano pondrá a prueba sus sentimientos, pues tendrán que superar una terrible prueba que podría romper la confianza y el amor que se tienen, un obstáculo que los separaría para siempre.
Por otro lado, en esta tercera novela de la serie también nos reencontraremos con la joven Marjorie, la hermana de Robert y gran amiga de Henrietta. La vida de la muchacha ha dado un giro de ciento ochenta grados pues desde que fue escogida para acompañar a lady Stewart a su viaje a Nueva York ha visto como su existencia tranquila se ha vuelto una sucesión de fiestas y saraos en una ciudad que difiere mucho de la vieja Londres. Ella ha cambiado y, aunque echa de menos a su familia, la estancia allí le está sirviendo para abrir su mente a nuevos horizontes. Allí comenzará una vida social intensa que la llevará a conocer a personajes de lo más diverso, haciendo amistad con damas adelantadas a su tiempo que comparten sus mismas ideas, y a ser cortejada por caballeros que ven en ella algo más que su dote. Sin embargo, el corazón de Marjorie todavía está demasiado frágil, pues no ha podido olvidar el sutil rechazo de William Harvey, el hombre del que se enamoró y que considera su mejor amigo. Después de los acontecimientos vividos en Londres, sabe que él no siente lo mismo que ella, pero no ha dejado que el amor que siente se consuma, todavía le queda una pequeña esperanza que ni ella misma sabe que existe. Por esto mismo, solo quiere disfrutar de su maravillosa aventura, no obstante el destino no tardará en darle una grata sorpresa, ya que volver a ver a William despertará los sentimientos que creía confinados en lo más profundo de su ser, y ahora parece que son mutuos, por lo que tendrá que arriesgarse si quiere tener lo que su hermano y su esposa poseen.
Jana Westwood recrea de nuevo el Londres del siglo XIX, pero también nos muestra a la perfección la sociedad de Nueva York en esa misma época, una ciudad muy parecida a la vieja urbe pero con diferencias sutiles, pues se ve más progresista y liberal en algunos aspectos, como es el caso de los derechos de la mujer donde tanto Henrietta como Marjorie son firmes defensoras. Del mismo modo, y como en novelas anteriores, vuelve a deleitarnos con una prosa sencilla, cuidada y fresca, y aunque la extensión de la novela no es muy larga si logra transmitir todo lo que se propone sin olvidar ningún detalle, un hecho que nos demuestra la soltura de la autora a la hora de narrar la trama. No obstante, el punto fuerte de la misma son sus personajes, retomando de nuevo a unos protagonistas fuertes, decididos y carismáticos, los hace también muy humanos, pues el lector siente las emociones de la pareja, tanto felicidad como sufrimiento están presentes en su vida, personas auténticas que no son perfectos y que tendrán que cargar con las consecuencias de sus equivocaciones. Asimismo, nos enseña que la bondad de Henrietta tiene una antítesis en el egoísmo de Lidia, su hermana menor, alguien caprichosa y voluble capaz de las peores bajezas y que no cambiará a pesar de las lecciones que la vida se ha encargado de darle. Este personaje me ha hecho darme cuenta de cómo las circunstancias y lo vivido en el pasado puede ser crucial para una persona, pues todo lo que es se debe a lo que la sociedad le ha inculcado y como el tenerlo todo la ha hecho tener un alma corrompida. Además de lo dicho anteriormente, me gustaría destacar el buen atino que ha tenido la escritora al incluir una trama secundaria en el libro. Aquí veremos como la dulce Marjorie crece y madura hacia una juventud plena que le da la confianza que necesita para apostar por sus ideales y hacer realidad sus sueños. Asimismo, el amor no la dejará de lado, pues William volverá a su vida y poco a poco ambos afianzarán su amistad y desarrollarán sentimientos que han estado ahí todo el tiempo pero que han tenido que evolucionar para poder unirlos. Es alrededor de esta segunda pareja que vemos a secundarios nuevos, con personalidades muy carismáticas que irán interactuando con ellos y nos desvelarán secretos y sorpresas que mantendrán al lector enganchado a su lectura.
Robert Worthington y su esposa Henrietta no pueden ser más felices, lo que comenzó como una relación dañina, llena de venganza y rencor por parte de ambos, ha llegado a convertirse en un matrimonio sólido que disfruta de la dicha que el amor que comparten les ha dado. Además, la unión ha sido bendecida con el nacimiento de un bebé que ha venido a terminar de unir el vínculo que había entre ellos. Ahora su existencia es idílica, todo les sonríe, ya no hay necesidad de pelear por los ideales de la joven y sus escritos que son publicados con éxito, pues ambos se admiran y respetan por igual. No obstante, los días de júbilo y tranquilidad no serán eternos ya que una sombra maligna planea sobre la pareja. La envidia y el egoísmo de alguien muy cercano pondrá a prueba sus sentimientos, pues tendrán que superar una terrible prueba que podría romper la confianza y el amor que se tienen, un obstáculo que los separaría para siempre.
Por otro lado, en esta tercera novela de la serie también nos reencontraremos con la joven Marjorie, la hermana de Robert y gran amiga de Henrietta. La vida de la muchacha ha dado un giro de ciento ochenta grados pues desde que fue escogida para acompañar a lady Stewart a su viaje a Nueva York ha visto como su existencia tranquila se ha vuelto una sucesión de fiestas y saraos en una ciudad que difiere mucho de la vieja Londres. Ella ha cambiado y, aunque echa de menos a su familia, la estancia allí le está sirviendo para abrir su mente a nuevos horizontes. Allí comenzará una vida social intensa que la llevará a conocer a personajes de lo más diverso, haciendo amistad con damas adelantadas a su tiempo que comparten sus mismas ideas, y a ser cortejada por caballeros que ven en ella algo más que su dote. Sin embargo, el corazón de Marjorie todavía está demasiado frágil, pues no ha podido olvidar el sutil rechazo de William Harvey, el hombre del que se enamoró y que considera su mejor amigo. Después de los acontecimientos vividos en Londres, sabe que él no siente lo mismo que ella, pero no ha dejado que el amor que siente se consuma, todavía le queda una pequeña esperanza que ni ella misma sabe que existe. Por esto mismo, solo quiere disfrutar de su maravillosa aventura, no obstante el destino no tardará en darle una grata sorpresa, ya que volver a ver a William despertará los sentimientos que creía confinados en lo más profundo de su ser, y ahora parece que son mutuos, por lo que tendrá que arriesgarse si quiere tener lo que su hermano y su esposa poseen.
Jana Westwood recrea de nuevo el Londres del siglo XIX, pero también nos muestra a la perfección la sociedad de Nueva York en esa misma época, una ciudad muy parecida a la vieja urbe pero con diferencias sutiles, pues se ve más progresista y liberal en algunos aspectos, como es el caso de los derechos de la mujer donde tanto Henrietta como Marjorie son firmes defensoras. Del mismo modo, y como en novelas anteriores, vuelve a deleitarnos con una prosa sencilla, cuidada y fresca, y aunque la extensión de la novela no es muy larga si logra transmitir todo lo que se propone sin olvidar ningún detalle, un hecho que nos demuestra la soltura de la autora a la hora de narrar la trama. No obstante, el punto fuerte de la misma son sus personajes, retomando de nuevo a unos protagonistas fuertes, decididos y carismáticos, los hace también muy humanos, pues el lector siente las emociones de la pareja, tanto felicidad como sufrimiento están presentes en su vida, personas auténticas que no son perfectos y que tendrán que cargar con las consecuencias de sus equivocaciones. Asimismo, nos enseña que la bondad de Henrietta tiene una antítesis en el egoísmo de Lidia, su hermana menor, alguien caprichosa y voluble capaz de las peores bajezas y que no cambiará a pesar de las lecciones que la vida se ha encargado de darle. Este personaje me ha hecho darme cuenta de cómo las circunstancias y lo vivido en el pasado puede ser crucial para una persona, pues todo lo que es se debe a lo que la sociedad le ha inculcado y como el tenerlo todo la ha hecho tener un alma corrompida. Además de lo dicho anteriormente, me gustaría destacar el buen atino que ha tenido la escritora al incluir una trama secundaria en el libro. Aquí veremos como la dulce Marjorie crece y madura hacia una juventud plena que le da la confianza que necesita para apostar por sus ideales y hacer realidad sus sueños. Asimismo, el amor no la dejará de lado, pues William volverá a su vida y poco a poco ambos afianzarán su amistad y desarrollarán sentimientos que han estado ahí todo el tiempo pero que han tenido que evolucionar para poder unirlos. Es alrededor de esta segunda pareja que vemos a secundarios nuevos, con personalidades muy carismáticas que irán interactuando con ellos y nos desvelarán secretos y sorpresas que mantendrán al lector enganchado a su lectura.
Rosas y espinas de Jana Westwood es la novela perfecta para dar por finalizada una maravillosa historia donde veremos que la felicidad de lord y lady Worthington tendrá que solventar una prueba crucial y definitiva para afianzar el amor que comparten y desterrar así la maldad que se empeña en separarlos.
OTRAS RESEÑAS DE LA SERIE
Hola! La histórica es un género que tengo bastante olvidado, bueno mejor dicho tengo muy olvidado cualquier género ya que la crisis lectora se niega a abandonarme. Espero que algún día se me pase, me apunto esta serie para cuando eso suceda. Un besote
ResponderEliminarA pesar de que me gusta el género, este no me termina de atraer.
ResponderEliminarUn beso ^^
Mm pues no se, tiene algo que me llama, a ver si le puedo hacer hueco.
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