Reseña | Frederica, Georgette Heyer

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Ediciones Palabra · 15 Marzo 2019 · Histórico · Autoconclusivo

Rico, guapo, esperanza de madres ambiciosas y desesperación de sus hermanas, el marqués de Alverstoke no ve motivos para sacrificarse por nadie. 

Hasta que una pariente lejana, ajena a su egoísmo, recurre a él para solicitar su ayuda. Arrastrado de un drama a otro por la numerosa e imparable familia Merriville, Alverstoke se sorprende al descubrir que está lejos de aburrirse.

La más fascinante de todos es la resuelta Frederica, que parece más preocupada por el bienestar de su familia que por las atenciones de su distinguido pariente.

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Frederica de Georgette Heyer no es una novela histórica romántica al uso, ambientada en la regencia, alternaremos con la sociedad de la época, viviendo las manipulaciones de nuestro protagonista a la hora de alcanzar sus planes. Una trama donde el romance de sus héroes se ira forjando a fuego lento, conociéndose a fondo, desvelando sus defectos y enamorándose de sus encantos, un juego tan sutil que cautivará al lector poco a poco. Así pues, este libro nos muestra las diferentes formas del amor y el efecto que este sentimiento tiene en quienes nos rodean, una aventura cargada de sorpresas con ingeniosos y divertidos diálogos. 

Vernon, Marqués de Alverstoke es un hombre cínico, un tanto egoísta que cansado de su familia y de que siempre se estén aprovechándose de su título y dinero ha decidido no escuchar más sus suplicas y lloros. Con lo cual, ante la última demanda, su negativa ha sido rotunda y como es habitual en él su rechazo lo ha hecho cargado de desprecio y pullas veladas, una actitud vergonzosa y un tanto despreciable para alguien con menos mano dura, pero Alverstoke es distinto a todos los de su clase, un aristócrata que le importa bien poco lo que el resto del mundo piense de él. Asimismo, tras rechazar las exigencias de sus más allegados una nueva solicitud de ayuda aparecerá ante su puerta, conduciéndolo hasta los Merriville, parientes lejanos con una inusual petición que acabará con sus días de aburrimiento. 

Frederica Merriville es una dama resuelta que ha llevado a su familia hasta Londres con el fin de presentar en sociedad a su hermana pequeña, Charis, una preciosa muchacha que con su belleza va a robar el corazón de los jóvenes londinenses. Sin embargo, para lograr su objetivo necesita un pequeño empuje que la acerque hasta la flor y nata de la sociedad. Por lo tanto, ante la desesperada situación en que se encuentra pedirá ayuda al único capaz de introducirla en dicho círculo, este será un primo lejano de su difunto padre, el marqués de Alverstoke, un hombre reconocido socialmente que espera sea su aliado en esta alocada aventura. 

De esta manera, Frederica con su frescura y su noble corazón convencerá al marqués de socorrerla, un plan que lo conducirá a utilizar su ingenio para manipular a sus conocidos, amigos e incluso familia con el claro fin de que Frederica y sus hermanos encuentren un lugar en la snob sociedad en la que se mueve. Asimismo, ante el hastío que padece últimamente y sin mucho que hacer en realidad decidirá formar parte de la vida de todos ellos, por lo que la conexión que establecerá será de lo más peculiar para todo aquel que lo conoce desde hace tiempo, además con los hermanos de Frederica, Felix y Jessamy, los más pequeños, su vínculo será instantáneo, lo que irá robándole el corazón además de divertirlo con sus numerosas trastadas logrando cada una de ellas sacarlo de la soledad que siempre había reinado en su mundo. Igualmente, Frederica con su dulce carácter y su fresca personalidad se convertirá en una gran amiga, que día tras día se hará más indispensable en su vida ocupando por completo sus pensamientos, lo que lo llevará a hacer toda clase de locuras con el claro objetivo de ayudar a esta joven dama allanándole así el camino que se le presenta. Con lo cual, ambos irán afianzando su relación, sin apenas darse cuenta, hasta encontrar un futuro en común rodeados de aquellos que dan sentido a su existencia, sin embargo, para alcanzar las metas propuestas deberán solventar alguna que otra dificultad que traerá de cabeza a nuestra pareja protagonista. 

Georgette Heyer nos adentra en una sociedad llena de clasismo e ideas preconcebidas que rechazan a aquellos que socialmente no son iguales a ellos. De esta forma, conoceremos las vicisitudes de Frederica para hacerse un hueco entre la alta sociedad, o más concretamente, para lograr que su hermana pequeña consiga un matrimonio ventajoso que la deje asentada, sin penurias ni dificultades. Todo lo hará por el bien de los suyos sin pensar en ella tan solo un minuto, lo que le impedirá ver lo que está surgiendo con Alverstoke e incluso los verdaderos deseos de su hermana. Así pues, Disfrutaremos de las ideas y venidas de un protagonista que no cree en las personas ni en la bondad del ser humano, por lo que cruzarse con Frederica será un gran cambio para él, desvelándole nuevos sentimientos, emociones que nunca había experimentado antes. Asimismo, los hermanos de nuestra heroína serán un soplo de aire fresco en la vida del marqués, con su desenfadada actitud y sus locuras llenarán de vida y diversión el aburrido mundo de nuestro héroe descubriéndole una existencia que lo liberará de su hosco y arisco carácter. Igualmente, Frederica se presentará como una luchadora que peleará por el bienestar de los suyos, alzándose ante los problemas con valentía, sin dejarse vencer por ellos. No obstante, el apoyo del marqués será imprescindible para ella una vez lo conozca, volviéndose su sostén y su cómplice cuando los líos invadan su día a día. Con lo cual, nos encontramos con una historia donde el amor de nuestros héroes surgirá tan poco a poco que no será hasta el final cuando tengan su momento, pues la trama principal será ver como afrontan los obstáculos que van apareciendo y como cada uno de ellos los encamina hasta el desenlace que este singular grupo de personajes se merece. A su vez, es necesario destacar la ambientación encontrada entre sus páginas, cuidada, muy bien descrita y perfectamente introducida en la historia creando armonía entre la trama desarrollada y la época en la que todo ocurre, de esta forma, el lector logra empatizar con lo narrado y con sus protagonistas, los cuales han sabido robarme el corazón. Finalmente, es imposible no hablaros de la pluma de su autora, exquisita, ligera, con una ágil narración que me impulsó a leer sin parar, por lo que ojalá pueda volver a disfrutar de esta impresionante novelista que tanto éxito tuvo hasta la fecha de su fallecimiento. 

Frederica de Georgette Heyer es una elegante historia donde conoceremos el resurgir de un hombre hastiado de la vida que lleva y de la gente que lo rodea gracias a la frescura y nobleza de corazón de una dama necesitada de apoyo que acudirá a él cuando más cansado está de la hipocresía de la gente, demostrándole que las personas buenas y desinteresadas todavía existen.