Reseña | La mujer del vestido de seda, Judit Fernández

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autopublicado · 2 Junio 2023 · Histórico · 1º Hermosas mentiras (autoconclusivo)

UNA PROMESA, UN PACTO Y UNA MENTIRA. EN UN MUNDO DE APARIENCIAS, UN HOMBRE Y UNA MUJER ESTÁN DESTINADOS A AYUDARSE PARA TRIUNFAR Y CUMPLIR SUS SUEÑOS.

Londres, 1836. Tras la muerte de su padre en la guerra, Violet y sus hermanas quedan a cargo del coronel Edward Barnett, pupilo de su padre y duque de Braithbury. Forzada a abandonar Plymouth para mudarse a la capital, la joven ve la oportunidad de triunfar. Violet nació con talento para bordar y desea abrir una casa de moda y costura. En un mundo donde a una heredera no se le permite ser modista, hará lo que sea necesario para conseguirlo.

Cuando el duque de Braithbury le propone un misterioso trato, su futuro queda al alcance de la mano: él solo se casará por amor, así que, a cambio de ayudarla a encontrar a un hombre que le permita cumplir su sueño de costura, la usará de coartada para buscarse una mujer. Violet debe aprender a seducir a un hombre y Edward está dispuesto a enseñarle.

Maestro y alumna son como el día y la noche, pero deberán colaborar si quieren triunfar. Atrapados en una vorágine de seducción, el amor era lo último que esperaban que interfiriera en su ruta hacia el éxito.

¿Serán capaces de cumplir sus sueños?

¿O el honor se interpondrá?

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La mujer del vestido de seda de Judit Fernández es la primera novela de su trilogía Hermosas mentiras, una obra de romance histórico cuya historia se encuentra ambientada en los albores de la época victoriana, tiempos de cambio en un imperio donde las costumbres venían dadas por una sociedad demasiado hipócrita y anticuada. Así, con esos tímidos aires de modernidad, la autora ha querido que conozcamos a Violet, una mujer con un sueño por cumplir que luchará por su independencia en un mundo donde los hombres siguen dirigiéndolo todo y en el que a una heredera parece que lo único que le queda es casarse. Un libro con una preciosa portada donde veremos como lo que mostramos a los demás no siempre es lo que de verdad queremos.

Violet Stuart ha visto como su vida cambiaba a raíz de la muerte de su padre, pues tanto ella como su madre y sus hermanas, Camelia y Rose, han tenido que abandonar su hogar en Plymouth para trasladarse a Londres, ya que la última voluntad de su progenitor fue que las tres quedarán bajo la tutela del coronel Edward Barnett, su pupilo durante su estancia en la India. No obstante, lejos de molestarla, ese traslado forzoso supondrá un beneficio para la joven, ya que su mayor deseo es convertirse en una afamada costurera y abrir una casa de modas donde poder dar rienda suelta a su talento. Así, Violet solo verá las posibilidades que se abren ahora ante ella y que podrían cambiar su futuro, ya que como heredera de Stuart's Clothing Company su deber más importante es conseguir un buen matrimonio que la eleve socialmente, algo que su madre se empeña en recordarle constantemente.

El coronel Edward Barnett, duque de Braithbury, se ha encontrado de la noche a la mañana con tres jóvenes damas a las que tutelar y proteger de los peligros de una sociedad hipócrita que únicamente piensa en la posición y el dinero. Así, tras la muerte del brigadier Stuart no tendrá más remedio que aceptar el encargo que el moribundo le hiciera en su lecho de muerte y que supondrá volver a Londres donde su madre intenta emparejarlo con toda dama soltera bien posicionada, algo a lo que no está dispuesto pues hace tiempo hizo la promesa de que solo se casaría con aquella que él eligiera. Un inconveniente que tendrá que solventar para cumplir con su papel de tutor de las jóvenes Stuart, por lo que, cuando conozca a la mayor de ellas, no tendrá ninguna duda al respecto porque Violet es la candidata perfecta para llevar a cabo un plan que lo librará a él de las garras de una madre casamentera y a la dama le dará la posibilidad de cumplir su sueño de costura.

De este modo, Edward propondrá a la muchacha un trato muy ventajoso para ambos, ya que mientras él la ayuda a encontrar a un hombre que le permita montar su casa de modas y la apoye en su deseo de triunfar en la costura, ella será su coartada, dándole la oportunidad de encontrar a esa mujer especial que le robe el corazón. Un plan magistral que se encontrará con un ligero problema cuando Violet admita ante su improvisado socio que desconoce los entresijos de la seducción, algo imprescindible para conquistar a aquel que podría convertirse en su futuro prometido. Aun así, Edward no tirará la toalla y no dudará en enseñar a la muchacha todo lo necesario, un peligroso juego que pronto se volverá en su contra, pues la dama es muy diferente a cómo imaginaba y es ese apasionado espíritu que posee el que terminará por atraparlo. De igual modo, cuando Violet comience a descubrir el placer en brazos del coronel, esa colaboración que comenzó para librarlos de ataduras impuestas por otros se convertirá en una vorágine de emociones donde lo único importante son los verdaderos sentimientos. Una pareja capaz de todo por lograr sus objetivos, sin embargo, nunca contaron con enamorarse y con las consecuencias de un pacto que ninguno de los dos desea ya.

Judit Fernández nos ofrece una historia entretenida que no ha resultado ser todo lo que yo esperaba pero que acerca al lector a una obra interesante en la que una mujer valiente y decidida no tendrá reparos en enfrentarse a los convencionalismos propios de la época para lograr ese sueño que la llevará a disfrutar de libertad e independencia. De esta forma, con una prosa sencilla y elegante, la autora nos presenta una novela cuya narración posee un ritmo ágil, permitiendo así una lectura fluida que invita a seguir avanzando página tras página y con la que es imposible no disfrutar de una ambientación en la que nos deleitaremos con las diversiones sociales del Londres victoriano y, además, aprenderemos todo lo relacionado con el mundo de la costura y la moda de entonces. Este será el eje que guiará a Violet en su camino hasta cumplir sus sueños, pues la joven tiene un talento especial para diseñar y crear modelos únicos, algo que nos detallará sin problemas y que viene a traer nuevamente a colación la lucha que libraba la mujer entonces, una guerra silenciosa que muchas iniciaron para conseguir esos derechos o la independencia que no tenían. Aquí, nuestra protagonista hará todo lo posible por no ser un mero florero en la vida de un hombre, ella tiene una idea que llevar a cabo y peleará por ella, aunque eso signifique ir en contra de los deseos de su familia. Violet ha resultado una heroína fuerte, osada y totalmente abierta a cualquier cosa que la acerque a su casa de modas, por lo que, cuando Edward le proponga su plan para hacerla realidad, no dudará en aceptar. Una mujer que desea alcanzar el éxito pero que se encontrará con el amor en el camino, pues la cercanía con su tutor le hará despertar a unas emociones que no había sentido antes, siendo la pasión un placer demasiado fascinante para ser rechazado. A pesar de todo esto, ha habido momentos donde su actitud tampoco ha sido de mi agrado, ya que su orgullo ha pesado más que sus propios sentimientos y eso le ha restado cierto valor a su parte más romántica y soñadora. En cuanto a Edward, me he encontrado con un protagonista masculino demasiado arraigado en su honor y en esa promesa que hizo al padre de la dama, un problema que le impedirá luchar por un amor que ha nacido sin darse cuenta, pues su plan inicial, a todas luces egoísta y manipulador, se volverá en su contra cuando ambos inicien un juego de seducción muy peligroso y que les hará caer en la tentación. Una pareja que hará de todo por conseguir sus objetivos, sin embargo, en el proceso surgirá algo más, una complicidad muy especial que derivará en una química intensa y que los arrastrará a ambos hacia lo inevitable. Por último, mencionar a los personajes secundarios, los cuales han sabido desempeñar su papel, aunque no se han desarrollado como yo esperaba pues me han faltado ciertos datos para poder conocerlos mejor, sin embargo, si hemos visto ciertas pinceladas de Camelia y Rose, ya que las hermanas de Violet serán las protagonistas de las siguientes entregas, por lo que aquí hemos tenido su pequeña carta de presentación, dejando lo más importante para dos novelas que seguro serán merecedoras de sus personalidades tan diferentes. En definitiva, estamos ante un libro entretenido pero con el que yo he vivido mis más y mis menos, ya que, a pesar de ser una lectura que te atrapa, he sentido cierta desconexión en algunos momentos de la historia, siendo este mi principal problema y que, junto a varios aspectos de los personajes principales, han hecho que me costara más empatizar con ellos y sumergirme de lleno en la obra, no obstante, estoy segura que el lector de romance histórico estarán encantado de disfrutar de una trama con ingredientes tan interesantes y que suponen el principio de una trilogía que promete.

La mujer del vestido de seda de Judit Fernández es un comienzo prometedor para su trilogía Hermosas mentiras, una historia donde Violet y Edward harán un pacto que los llevará a descubrir la pasión en mitad de un tentador juego de seducción donde ninguno puede salir vencedor, pues el amor entrará a formar parte del mismo y los sentimientos los arrastrarán hacia algo mucho más intenso, dado que, lo que en un principio fue una mentira, acabará convirtiéndose en ese final que podría darles lo que siempre soñaron.

· Gracias a la autora por el ejemplar ·