Cuando comencé a leer Lecciones de amor para días grises de Patricia A. Miller, nadie me dijo que sería una novela que se quedaría con un pedacito de mi corazón y con la que desearía con todas mis fuerzas convertirme en uno de los personajes de la misma para poder vivir en Banner Elk, un precioso pueblo de montaña situado en Carolina del Norte donde todo puede pasar, incluso que encuentres ese lugar al que siempre pareces haber pertenecido. Una lectura preciosa donde me he sentido como en casa, tanto sus protagonistas como los secundarios se han dejado querer y han construido una historia llena de buenos momentos, instantes únicos y un romance en el que el amor llegará como lo hace siempre, despacio, sin que Jane y Keith se den cuenta y en medio de batallas dialécticas y sentimientos que se empeñan en negar. Una trama acogedora que sabrá ganar nuestro corazón mientras vemos como una mujer que no creía ser capaz de amar encontrará aquello que siempre buscó, un hogar donde ser feliz al fin, rodeada de todo un pueblo que la acogerá a pesar de las dudas iniciales y junto a un atractivo carpintero que el destino ha puesto en su camino para enseñarle esos placeres de la vida que hasta ahora se estaba perdiendo.
Jane Pennington es una mujer que no cree en los golpes de suerte y, mucho menos, en el destino, experta en dejar las cosas a medias, trabaja como contable y su única alegría son esos momentos especiales que comparte con Spencer, su hermano, y ahora su única familia, ya que su abuela ha fallecido y la ha dejado con un vacío enorme en el corazón. No obstante, intenta salir adelante y dejar de lado la pena agarrándose a una existencia monótona y segura, aunque la providencia querrá que una pizca de ese azar en el que no cree la lleve a convertirse en la flamante propietaria de un hostal en un pueblo perdido en las montañas. Así, una decisión impulsiva y el inicio de una gran aventura la pondrán al frente de Elk Mountain Lodge, un ruinoso establecimiento que necesita de todo su esfuerzo y capital para poder volver a ver el esplendor de antaño, sin embargo, por una vez, Jane sentirá que este es su sitio, ese golpe de suerte que le ha sonreído la llevará a adentrarse en un proyecto complicado, pero ilusionante, donde conocerá a personas que no tardarán en tenderle una mano, convirtiéndose en amigos fieles y parte importante de su existencia. No obstante, no serán los únicos que entren a formar parte de su mundo, también conocerá a su némesis, el atractivo carpintero que se empeña en devolverle las réplicas y sacarla de quicio continuamente.
Keith Durham lleva toda su vida soñando con Elk Mountain, sus esperanzas y sus ilusiones estaban puestas en una propiedad que ha visto echarse a perder sin poder hacer nada. Aunque, en el fondo, siempre pensó que finalmente sería suya, el viejo Tobías Morton ha jugado una última baza y se la ha vendido a una forastera que no entiende de la importancia de un lugar que en otros tiempos fue el centro y el motor del pueblo, por lo que ahora no sólo tiene que soportar ver a esa chica de ciudad, que no tiene ni idea de llevar un hostal, ser su dueña, sino que debe trabajar en la reforma del mismo, un proyecto que va a convertirse en un reto para él y en el que verá plasmado, al fin, un sueño que lleva mucho tiempo guardado en el fondo de un cajón. De esta forma, Keith no solo pondrá sus ilusiones en ver de nuevo el esplendor de un lugar al que está ligado, además conocerá a la mujer más desastre, terca y encantadora de todas, Jane supondrá la horma de su zapato, una persona que lo saca de sus casillas, pero que despierta en él todo lo que creía olvidado, pues de inmediato se sentirá atraído por las locuras de la señorita Pennington y esa luz que iluminará a todos los habitantes de Banner Elk, él incluido.
Con un comienzo nada esperanzador, Jane llegará a Banner Elk llena de ilusiones y sueños, Elk Mountain es su gran aventura, esa que no dejará a medias y que ha hecho que se sienta viva al fin. El camino no será fácil y las adversidades surgirán a cada paso, pero sabe que si persevera lo logrará, pues, aunque sus fuerzas flaqueen tendrá a su hermano a su lado y a todo un pueblo que parece haberla acogido como una más. Sin embargo, también siente que hay algo más detrás de la historia del viejo Tobías y ese lugar que todos parecen añorar, un secreto que nadie quiere contarle pero que la hace sospechar y no estar totalmente segura de su decisión. Aun así, será Keith quien la lleve al límite, es un hombre que sabe que es el mejor en su trabajo y que ella lo necesita para la reforma, además, su atractivo la distrae y no puede dejar de desear que utilice esa animadversión que parece sentir hacia ella para algo mucho más placentero que pelear. Dos personas que no comenzarán de la mejor de las maneras, pero que cuando descubran sus verdaderas emociones intentarán por todos los medios vivir plenamente su romance, no obstante, los dos guardan secretos que no saben cómo manejar y que podrían demoler eso que están construyendo juntos. Un amor donde los sentimientos no dejarán de crecer con el paso de los días, ellos están creando un futuro juntos al mismo tiempo que han puesto toda su alma en la reforma de un lugar de ensueño que guarda demasiado entre sus paredes, una verdad oculta que cambiará sus vidas para siempre y que hará flaquear una confianza que creían indestructible.
Me encanta leer a Patricia A. Miller, ya son varios los libros que han pasado por mis manos y, todos y cada uno de ellos me ha hecho disfrutar enormemente, es más, en mi estantería hay varias más de sus novelas y planeo leerlas en algún momento, pues las historias que crea te dejan con el corazón calentito y con muchas ganas de vivirlas en primera persona. Así, en esta ocasión, al igual que otras obras que ya he disfrutado, la autora nos ofrece una trama acogedora, con romance, emociones intensas y personajes que se cuelan poco a poco en el corazón del lector, un libro cuya prosa es natural, sencilla y cercana, sin demasiados altibajos en la historia, aunque con sorpresas que harán que el ritmo sea mucho más ágil y nos mantenga pegado a ella volviéndose adictiva por momentos. Además, tengo que comentar que la trama está contada a dos voces, por Jane y Keith, por supuesto, dando mayor dinamismo a esos capítulos que no vienen a ser demasiado largos. De esta forma, he disfrutado, y si vosotros le dais una oportunidad también lo haréis, de una obra que te engancha sin darte cuenta y en la que vamos a deleitarnos de una ambientación que tiene mucho que aportarnos, parajes de ensueño en un lugar excepcional que invita a imaginarlos y con los que sólo puedes fantasear con romances épicos de esos que son para toda la vida, algo que veremos en nuestra pareja protagonista. Son un ejemplo de ese romance con final feliz que, aunque tendrá que pasar por ciertas dificultades, se nota el amor inmenso que comienza a crecer entre ellos, amigos, amantes y compañeros que pondrán el corazón y el alma en una relación que deberá afrontar una verdad y dejar de lado el dolor del pasado y la furia que las malas decisiones les hicieron sentir, pues con ellos solo cuenta el presente y ese futuro que están construyéndose. Jane ha visto como el amor le hacía daño cada vez que perdía a alguien, todos se han ido de su vida y la han dejado marcada, solo Spencer sigue presente y, aunque es su pilar fundamental, siente que le falta algo, no puede vivir encerrada en sí misma, por lo que hacerse cargo del hostal le dará un motivo para volar, ser libre de sus miedos y soñar con algo distinto para el futuro. No obstante, en sus planes no entraba enamorarse, y hacerlo de Keith será una prueba más que deberá superar, venciendo una inseguridad que las pérdidas le han hecho profundizar en su interior. El carpintero, por su parte, ha sido testigo de cómo el amor duele, lo ha visto en su padre cuando su madre murió y él no desea lo mismo, por lo que amar a Jane será una buena forma de dejar atrás la pena y todo lo acumulado en su alma, además, su familia no lo ha tenido fácil y ella parece haber llegado al pueblo para sanarlos a todos, pues su luz y ese brillo que irradia cautivará a Banner Elk hasta el punto de que sus habitantes no querrán dejarla marchar. Una pareja con mucha química y una pasión intensa que se irá transformando en ese amor que todo lo puede, capaz de mover montañas y curar las heridas que aún siguen abiertas, juntos se creerán invencibles, aunque deberán pasar por pruebas que los unan más y refuercen esos sentimientos que ya no podrán dejar fuera de sus vidas. En cuanto a los secundarios, me encantan todos ellos, el padre y el abuelo de Keith son fantásticos, se han ganado mi afecto desde el principio, Robert y Louise se convertirán en amigos fieles de ambos, ella será la hermana que Jane necesita y tendrán una relación entrañable y muy necesaria para nuestra protagonista y, por último, el resto de habitantes de este pequeño pueblo de Carolina del Norte, no tendrán problema en hacerse un hueco también, siendo unos más importantes que otros pero, definitivamente, todos totalmente esenciales. En definitiva, una novela que no debéis dejar de leer pues la autora no decepciona nunca y, en esta ocasión, vais a disfrutar de un romance de película donde la casualidad o el destino serán claves en un amor que se convertirá en el hogar de aquellos que se dejen llevar por él.
Lecciones de amor para días grises de Patricia A. Miller se ha convertido en una de mis lecturas favoritas de este año, una historia capaz de llenarte el corazón y donde una mujer que se creía incapaz de dejarse llevar por él amor se enamorará de un hombre que debe reconciliarse con su pasado, dejar atrás la ira acumulada y superar un dolor que no sabe que lo ha marcado, Jane y Keith verán como un hostal en ruinas será su punto en común, un sueño compartido que los acercará hacia una felicidad que ambos merecen y que solo serán capaces de alcanzar si dejan que sus almas sanen completamente.
Gracias a Ediciones Versátil por el ejemplar ·
Hola :)
ResponderEliminarMe encanta su título y su portada, no lo conocía, pero me lo llevo apuntado y espero poder leer su historia en breve.
Besos
Hola! Hay que empezar diciendo que la portada de este libro es hermosa *-* Me gustan estas historias que suceden en pueblitos, no tengo idea porqué... Quizá sea porque me gustan Las Chicas Gilmore, lol. Me lo apunto definitivamente.
ResponderEliminarGracias por compartir. Saludos ☻
¡Hola! Qué bien que haya sido una de tus mejores lecturas del año. No creo que vaya a leerlo por ahora, pero no lo descarto para el futuro. Un besote :)
ResponderEliminarGracias por la reseña. Tomó nota. Te mando un beso.
ResponderEliminarNo es de mi estilo, pero me alegro de que te haya gustado.
ResponderEliminarUn beso.
Simplemente con la cubierta ya te quedas enamorada de esta novela. Y si me la recomiendas así de bien, pues nada, a la lista.
ResponderEliminarUn beso grande.
¡Hola! Espero que hayan ido bien las vacaciones :) Este libro no lo conocía, pero madre mía solo con la portada ya me ha llamado la atención, y encima tu reseña me ha encantado, así que anotado me lo llevo. Genial reseña, besos :)
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