Reseña | Lo que dure la eternidad, Nieves Hidalgo

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Selecta · 24 Marzo 2015 · contemporáneo · 1º Bilogía Killmarnock (Autoconclusivo)

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La pluma de Nieves Hidalgo no me es desconocida, hace años que la conozco y de vez en cuando me gusta volver a ella porque siempre es una apuesta segura. Esta vez me he enfrascado en la lectura de la novela Lo que dure la eternidad, obra que inicia la Bilogía Killmarnock y que desde hace muchísimos años habita en mi estantería, no obstante, a pesar de tener la novela en tapa dura perteneciente a una de las muchas colecciones de RBA, hoy os traigo la versión en digital gracias a la editorial Selecta. La historia nos presentará a Cristina quien a raíz de una visita por trabajo al castillo Killmarnock en Irlanda conocerá lo que es el amor y la pasión en brazos de Dargo Killmar, el difunto sexto conde de Killmarnock, un fantasma sentenciado hace casi quinientos años que ansía el descanso eterno y que, de no encontrar una reliquia sagrada, jamás conseguirá.

Cristina Ríos ha viajado hasta Irlanda, tierra mágica y llena de leyendas, para tasar las obras de arte del castillo de Killmarnock, trabajo que le va a otorgar la oportunidad de cumplir sus sueños pues, por un lado, sabe que esa colección va a ser majestuosa y, también hará que pueda hospedarse entre los muros de ese bellísimo castillo que posee siglos y siglos de historia, un regalo para la chica romántica que lleva en su interior. Así pues, Cristina llegará con muchas ganas a su destino sin saber que su estancia va a estar repleta de sorpresas, sobre todo cuando un fantasma se aparezca ante ella y haga que pierda un poco su cordura, no obstante, como chica valiente y de ciudad no dejará que una aparición la asuste pues cuando conozca mejor a Dargo algo surgirá entre ellos, una relación algo complicada pues al ser él un fantasma no posee un cuerpo que lo haga real y palpable, algo que la llenara de frustración. Asimismo, cuando conozca la maldición que pesa sobre él, Cristina estará dispuesta a ayudarlo, aunque eso suponga su separación. Igualmente, no sólo tendrá que lidiar con Dargo, el actual conde de Killmar, Kevin, será una tentación por su gran parecido a su antepasado, aunque nada más conocerlo verá su actitud altiva y petulante que le hará odiarlo, alguien a quien no le importa la historia que esa edificación posee y que incluso puede acabar con su incursión allí antes de lo imaginado.

Dargo Alasdair Killmar, sexto conde de Killmar, lleva casi quinientos años vagando entre los muros de su castillo por culpa de la maldición que su padre le lanzó en su lecho de muerte. Desde que su familia fuese asesinada por su mayor enemigo, Dargo no ha encontrado la paz, no pertenece ni al mundo de los muertos, pero tampoco al de los vivos y, aunque ha buscado la reliquia que ha pasado generaciones en su familia y que puede darle el descanso eterno, no ha logrado hallarla aún, por lo que decidirá aprovecharse de la estancia de la señorita Ríos para que sea ella quien la encuentre, una joven que desde su llegada lo tiene alterado y le es imposible alejarse de ella y más sabiendo que está alojada en sus antiguos aposentos. Por esto, se arriesgará y decidirá materializarse ante ella para pedirle ayuda y también para saciar su sed por ella ya que desde que la vio bajo la lluvia su deseo no ha hecho sino crecer cada vez más. Aunque al principio huirá de él, poco a poco y, aparición tras aparición, conseguirá que vaya confiando más en él, asimismo, cuando ella se rinda a su encanto y consiga hacerla suya, aunque solo sea a través de ilusiones, una conexión nacerá entre ellos que los unirá más ya que así lo ha querido el destino. No obstante, la búsqueda no será sencilla sobre todo porque alguien, que ellos desconocen, está empeñado en hacerse con la reliquia, algo que si llegara a cumplirse le negaría a Dargo el descanso que desde hace tantos siglos llevan anhelando.

Nieves Hidalgo nos trae una novela llena de amor, pasión y aventuras, ingredientes que harán que el lector se mantenga pegado a sus páginas. Con una exquisita pluma, tal y como nos tiene acostumbrados, nos llevará de viaje a la mítica Irlanda, tierra donde sus leyendas cobran vida y la magia nos envuelve por completo. Así, comenzaremos esta historia conociendo la tragedia que marcará a Dargo y lo anclará a vagar durante siglos por el mundo de los vivos a pesar de que él ya no pertenece a él. Una maldición lanzada por su padre hará que no pueda descansar, un personaje solitario que ha tenido que aprender a sobrellevar los cambios que el paso del tiempo ha conllevado. Sin embargo, la ardua búsqueda que ha realizado hasta ahora no ha dado sus frutos y teme quedar para siempre en el limbo que lo ha atrapado todos esos años. Veremos a un hombre torturado que se castiga duramente por no haber estado en el asalto que le arrebató todo, pero también vislumbraremos su lado pícaro y sensual cuando conozca a Cristina, la única mujer hasta la fecha que lo ha alcanzado, por ella es que vuelve a sentir emociones hace tiempo olvidadas y otras nunca antes experimentadas. Así, cuando Cristina entre en escena podremos comprobar el torbellino de mujer que es, alguien atrapada en un compromiso concertado que no le dice ni le hace sentir nada, una joven inteligente y sagaz que se unirá a la búsqueda de la reliquia, aunque antes de llegar a ese punto también veremos a una chica temerosa y llena de miedos cuando descubra qué es Dargo, un fantasma que la aterrará, pero también la hará valiente. Ambos formarán una pareja atípica, donde ella está viva y él no, un dúo que irá uniendo las piezas hasta dar con el tesoro escondido. No obstante, el camino hasta el objeto que buscan no será fácil, más que nada porque otros ojos quieren echarle el guante primero, aun así, no se darán por vencidos y poco a poco irán llegando a su destino, aunque eso suponga su separación para siempre. Además, ambos también descubrirán la pasión que comparten, un fuego abrasador que los llevará a experimentar un deseo que puede llegar a consumirlos, momentos de ilusión gracias a Dargo que dejarán extasiada a Cristina a la misma vez que frustrada. Asimismo, también nos deleitaremos con un pequeño grupo que conformarán los secundarios, gente amiga como es Miriam Kells, el ama de llaves del castillo y la primera en saber durante años de la presencia de Dargo. Conoceremos también la protagonista de la segunda entrega de la bilogía, Alba, amiga de Cristina y una mujer de armas tomar. Por mencionar a otro secundario importante diría que tenemos al actual Lord Killmar, igual en apariencia de Dargo, pero todo lo contrario en actitud y carácter, igualmente, también encontraremos personajes no tan buenos que le darán mucha más emoción a la historia. En definitiva, una lectura muy recomendada si queréis dejaros arrastrar por la mágica leyenda de Killmarnock.

Lo que dure la eternidad de Nieves Hidalgo es una novela llena de amor y pasión que nos dará a conocer la historia de Cristina y Dargo, una pareja destinada a estar junta que luchará contra maldiciones y malhechores hasta ver culminado su amor.

Gracias a Selecta por el ejemplar ·