Reseña | Un destino inevitable, Fiona White

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Phoebe · 25 Agosto 2025 · Contemporáneo · Autoconclusivo

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Las historias de amor pueden surgir de la manera más inesperada y donde menos esperas, pues bien, Fiona White nos confirma todo esto en su novela Un destino inevitable, un romance fruto del destino que nos llevará a disfrutar de una divertida aventura donde sus protagonistas no se hubieran cruzado nunca si la inspiración de un escritor no hubiera desaparecido guiando sus vidas y sus corazones a una senda en la que ambos colisionarán para escribir un amor bello y dulce en el que todo es posible.

Liam Brown es un reconocido y exitoso escritor de novela de terror que necesita con urgencia un retiro que le devuelva la inspiración, por lo que su amiga Chloe le ha buscado una pintoresca casita en un pueblo alejado de todo, Crystal Castle, el lugar perfecto para coger nuevamente la pluma y escribir otro éxito editorial. Sin embargo, la llegada va a ser de todo menos tranquila y conocer la casa donde va a residir tampoco lo va a ayudar a relajarse y desear quedarse, pues nada más verla tendrá claro que es el escenario perfecto para uno de sus libros de terror, por lo que su mente asustadiza y creativa casi hace que salga corriendo de vuelta a Nueva York, no obstante, habrá algo que lo retendrá allí, la dulce y simpática pastelera de la zona, una mujer asombrosa y deslumbrante que ha despertado su inspiración y su corazón dejándolo con ganas de seguir conociéndola en profundidad.

Harper Collins es la pastelera de Crystal Castle, negocio familiar que le aporta todo lo que desea, pues ama la repostería, sus dulces vuelven locos a todo aquel que los prueban, y el pueblo donde nació, un lugar mágico que nunca piensa abandonar. Con lo cual, su día a día se ve guiado por la rutina y la tranquilidad que un lugar así ofrece, pues con inviernos tan crudos como los que sufren pocos son los turistas que se aventuran hasta allí, sin embargo, la inesperada llegada de un guapo y misterioso desconocido a su local va a trastocarla más de lo que quiere creer, un hombre que despertará necesidades dormidas que la llevarán a plantearse un futuro distinto al imaginado, lo que la llenará de miedos y dudas que destrozarán su estabilidad emocional.

Así pues, dos almas con tan poco en común descubrirán la necesidad de estar juntos y de compartir confidencias y largas conversaciones, ambos se sentirán cómodos estando cerca, incluso se buscarán y desearán pasar más horas en mutua compañía, sin embargo, los dos saben que su historia tiene fecha de caducidad, ninguno se planteará en un primer momento la posibilidad de que esos sentimientos puedan ir más allá de una simple atracción, la palabra amor será evitada y deberán pasar ciertos acontecimientos para que todo empiece a tomar un cariz más profundo en el que separarse les traería un gran sufrimiento. Por lo tanto, día a día todo empezará a ser más serio quedándose las confesiones en el aire, pues ninguno desea perder lo que tienen y aunque el libro va avanzando ambos anhelan que el tiempo se alargue y la marcha de Liam nunca llegue. De esta forma, la intimidad será inevitable y el destino empezará a hilar un futuro distinto al marcado obligándolos a sincerarse, apostando por una vida en común en la que ninguno tenga que sacrificarse, iniciando un camino distinto en el que serán dichosos y se sentirán realizados, un desenlace dulce y romántico que nos contará una historia llena de amor y fuertes emociones que ambos atesorarán dándoles el final deseado tras ver cómo se cruzan sus mundos.

Fiona White nos ofrece una historia llena de romance donde Crystal Castle vuelve a ser el escenario ideal para que esta invernal aventura tome forma y nos deleite no solo con sus protagonistas y sus sentimientos, también con los habitantes de un pueblo que ya nos conquistó en su novela A fuego lento, por lo que nos encontramos con una segunda obra con todo lo necesario para divertirnos y conquistarnos. Así pues, Liam y Harper serán dos personas muy distintas que en el fondo buscan lo mismo, un amor que tambalee sus vidas y eso será lo que encuentren nada más conocerse, una primera toma de contacto que dejará claro que existe cierta atracción que los llevará a buscarse y a disfrutar de la compañía del otro, con lo cual, su primera cita será el punto de partida para que sus vidas empiecen a seguir la misma senda sin importar el mañana. De esta forma, disfrutaremos de conversaciones animadas y de revelaciones que nos permitirán conocerlos mejor, descubriendo lo miedoso que es nuestro héroe pese a su talento para crear terror y la pasión que siente Harper por la repostería, no lo mismo que por la cocina, dos almas colisionando en mitad de un aislado pueblo donde descubrirán a su media naranja pese a las diferencias y el incierto futuro que les espera. Por lo tanto, seremos testigos de cómo evoluciona su relación, una historia llena de pasión que no temerán explorar, pero también iremos conociendo como los sentimientos irán tomando un mayor protagonismo que les hará evaluar la posibilidad de un futuro en común en el que la logística será el gran problema, por lo que, el éxito de su romance será encontrar un puente que una dos mundos tan distintos. Como veis la trama nos ofrece conocer un amor por el que pelear, con sus dificultades, una lectura que nos revelará la verdad de dos corazones que sabrán defender lo que sienten, aunque para ello tengan que aclarar sus mentes y dejar atrás los miedos que les impide la felicidad al lado de la persona amada. Asimismo, durante la obra volveremos a coincidir con viejos conocidos, pues Anne y Jake, protagonistas de la novela anterior, serán una parte importante de la historia y con su regreso podremos volver a disfrutar de su amor infinito, aquel que tanto me cautivó, además los habitantes de Crystal Castle también nos deleitarán con su presencia, demostrándonos lo unido que está todo el pueblo, y por supuesto no me puedo olvidar de la familia de Harper, en especial de su padre, todos ellos nos ofrecerán divertidas situaciones que nos robará el corazón. Pero no os creáis que por parte de Liam nadie destacará, porque no es así, su gran amiga Chloe nos ofrecerá momentos únicos que despertará el ingenio de nuestro chico, pero también nos regalará grandes muestras de amistad que me encantaron, un personaje admirable que junto al resto de secundarios conforman el gran apoyo que nuestra pareja de amantes necesita estando siempre acompañados por todos ellos. Finalmente, comentar que la novela no ha contado con una gran extensión, la brevedad de la misma tal vez ha ocasionado que me faltará un poco de desarrollo a la hora de profundizar en su romance, un poco precipitado para mi gusto, pero eso no me ha impedido disfrutar al cien por cien de la trama, divertidos momentos unidos a dulces escenarios han sabido enamorarme de Liam y Harper, los cuales han vivido una historia de amor fruto de un inevitable destino que nadie podría haber detenido, por lo que, con frescura y ligereza te ves sumergido en una aventura muy invernal, en un pueblo hermoso e idílico que te empuja a querer conocerlo, así que espero os animéis con su lectura y la disfrutéis tanto o más que yo, pues nuestra pareja de amantes os están esperando para contaros su inolvidable historia de amor.

Un destino inevitable de Fiona White es la historia de una pareja muy distinta cuyos caminos eran imposible que se cruzarán, pero los hilos que el perspicaz destino maneja hará que sus mundos colisionen y descubran un amor tan fuerte como decisivo que les hará seguir un rumbo distinto al planeado, una nueva aventura que vivir al lado del ser amado sin miedos ni dudas.

· Gracias a Phoebe por el ejemplar ·